𝑊𝑒𝑙𝑐𝑜𝑚𝑒 𝑡𝑜 𝐻𝑎𝑤𝑘𝑖𝑛𝑠 - 𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐢𝐧𝐠𝐭𝐨𝐧 *EN PAUSA*

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Capítulo 33: "Running Up That Hill."

Robin y Nancy iban a hacerle una pequeña visita a Victor Creel, quien hacía años que vivía en un psiquiátrico. Pero el plan no era tan sencillo como parecía, ya que tenían que aparentar ser alumnas de psicología de la universidad de Notre Dame y hacerse amigas del director del psiquiátrico.

Resumiéndolo todo, iban a suplantar su identidad y forzarle a Victor para hablar.

—Un momento...¿Y mi expediente académico falso? —preguntó Steve—, ¿el de Bella?

Nancy le hizo un gesto con la cara, indicando que para ellos no había, ya que una vez más les tocaba ser niñeras.

A Bella no es que le importara quedarse con los "niños", de hecho le parecía mejor, ya que muchas veces se lo tomaban todo con más humor y eso aliviaba la tensión de la situación. A Steve, sin embargo, le importaba mucho más, ya que según él manchaba su reputación de chico malo.

Nancy subió a su habitación en busca de ropa para ella y Robin, Steve fue detrás de ella, intentando convencerle de que él también tenía que ir. Bella ni se molestó en ir, prefería quedarse en el sótano vigilando a Max.

Que Steve estuviera allí arriba con Nancy hacía que los celos surgieran en Bella, no por el chico, ya que confiaba en él. Era más por la chica Wheeler. Había notado que en los últimos días que habían estado juntos ella no dejaba de mirar al chico. Aunque había un problema peor, Bella y Steve ya no estaban juntos, o no estaba segura de ello.

Unos minutos más tarde, Steve y las chicas bajaron de nuevo al sótano. Ella se despidieron y pusieron rumbo al psiquiátrico.

El resto del grupo se dedicó a seguir observando a Max, quien seguía escribiendo como si le fuera la vida en ello. Hasta que se cansó de sentirse observada, recogió todo lo del escritorio y se acercó al grupo, donde empezó a repartirles un sobre a cada uno.

—Ah, y dadle estas a Mike, a Ce y a Will.

Dustin empezó a abrir su carta con curiosidad, pero los reproches de Max le pararon.

—¿Eh, que haces? No es para ahora.

—Max, ¿Qué narices es esto? —le preguntó Bella, acercándose a ella.

—Es por seguridad. Para después. Por si las cosas no salen bien

—Espera, Max, las cosas se van arreglar —animó Lucas,

—¡No! No quiero que me consueles ahora y me digas que todo se va a arreglar. Porque es lo que me ha dicho la gente toda la vida y casi nunca es verdad.

—Max, esta vez lo será, lo vamos a parar —dijo Bella poniendo una mano en el hombro de la chica.

—Debí imaginar que Vecna iría a por mi. —Se quedó pensativa mirando a un lado.

De la nada, se acercó a el walkie-talkie de Dustin.

—Si vamos al este de Hawkins, ¿esto alcanzará Pennhurst? —preguntó la pelirroja.

—¿Y por qué hay que ir al este de Hawkins? —preguntó esta vez Steve, a lo que nadie le contestó y simplemente se le quedaron mirando—. ¡No, no, no!

Todos se levantaron y salieron detrás de Max, quien se dirigía muy segura hacia el coche de Steve. Dejaron atrás a una muy confundida Bella, quien aún no se había enterado de a donde quería ir la pelirroja.

—Esperad, no estoy entendiendo nada —se quejó y salió corriendo detrás de los chicos.

—Max, en serio, no es broma. No voy a llevarte allí. —Steve siguió detrás de la chica.