Obsesión | Libro I [+18]

Capítulo 8 | Todo estará bien.

Después de un rato de estar abrazados Kaien me llevó a una cafetería cercana para poder platicar mejor.

Al llegar a la cafetería, nos sentamos junto a la ventana más cercana.

—¿Puedo pedir su orden?—Dice amablemente una mesera acercándose.

—Sí, yo quiero un café capuchino con cajeta, y una cucharada y media de azúcar por favor, por mi parte nada más, ¿y tú Elín?—Dice volteado a verme.

—Yo no quiero nada, estoy bien, gracias—Digo sonriendo levemente.

—Enserio pide algo, yo invito.

—No enserio no quiero nada.

—Por favor acéptalo, y mientras tomas tu bebida me pláticas que fue lo qué pasó.

—Está bien..—Digo apenada—Quiero solamente un café con dos cucharadas de azúcar por favor.

—Bien, me retiro entonces, con su permiso en un momento les traigo su pedido—Dice yéndose.

—Sí, gracias.

—¿Y bien? ¿Ahora si vas a decirme qué haces con esa maleta?

—Bueno.. yo..

—Sin rodeos por favor.

—Está bien..—Suspiro larga y profundamente—Antes que nada quisiera disculparme por lo de la última vez, no era mi intención lastimarte ni mucho menos rechazarte existe una explicación que es verdaderamente complicada para todo esto, no quiero que me odies ni que estés enojado conmigo.

—No te disculpes, nunca estuve enojado contigo, y no te odio. En realidad el que debería disculparse contigo soy yo.

—¿Qué? —Lo miro sorprendida.

—No es secreto, todos en esta ciudad sabemos que no eres hija del Señor Blossom, sabemos la verdad, que en realidad eres la prometida de Aren Blossom. Y aun así yo me atreví a posar mis ojos en ti, pensé que tal vez.. Podríamos haber sido algo más, que pudo haber pasado algo más entre los dos, había una pequeña esperanza aunque bien sabía que tu eras mujer de otro hombre, la verdad es que yo quería robarte.

Lo miro con tristeza.

—¿Y tu.. quieres casarte?

—No.

—¿Entonces por qué te vas a casar con él?

—Es algo complicado de explicar, vendieron, por así decirlo, me vendieron a él.

—¿Cómo qué te vendieron?

—Aquí está sus cafés—Dice llegando la mesera que nos atendió con los cafés en una bandeja

—Gracias.

Los coloca en la mesa.

—Muchas gracias.

—Me retiro, si necesitan algo más no duden en llamarme.

—Sí, gracias señorita.

—De nada—nos dirige una sonrisa antes de irse.

—¿Y bien, en qué estábamos?

—Es una larga historia para contarte, así que te la voy a  resumir.

—Conocí a Aren cuando tenía 5 años de edad, desde la primera vez que nos vimos se obsesionó conmigo, tanto así que fue a pedir mi mano  aún siendo una niña. Habían muchos problemas en mi familia, así que hicieron un trato, Aren se encargaría de mi si algo les llegaba a pasar a mis padres ya que eran la única familia que tenía, mi papá trabajaba para el padre de Aren, y quería quedar bien con él así que aceptó, mi madre al principio se negó pero lograron convencerla de alguna forma, poco después mis padres murieron en un trágico accidente y mi custodia la obtuvo el padre de Aren.