Al llegar a la casa me llevo a su habitación, se quitó la corbata y me amarró fuertemente en la cabecera de su cama, quedé boca abajo.
Rompió toda mi ropa dejándome completamente desnuda.
—Parece que te esfuerzas en acabar con mi paciencia.
Escucho la Evilla de su cinturón abrirse, y el sonido del cuero recorriendo su pantalón hasta salir.
—¿Por qué te esfuerzas en hacerme enojar?
Hace flagelar el cinturón. Me tenso al oírlo.
—A-Aren ¿Qué estás haciendo?
—¿No es obvio?—Se sube arriba de mis piernas—Te voy a castigar, has sido una niña muy mala—Acaricia mi espalda con la llema de sus dedos.
—N-No.
—Hoy has sido una niña mala, muy mala—Siento el frío cuero de su cinturón recorrer mi espalda—Tendré que darte unos azotes para que aprendas a que a Aren Blossom nunca se le traiciona.
Cierro los ojos asustada.
—Lo siento—Besa mi espalda—Tu te lo buscaste.
Comienza a azotarme.
Grito dolorosamente con cada azote que me da. Mi espalda duele y arde demasiado, pierdo la cuenta de los azotes después de 10. Siento mi espalda humedecerse con algo.
—¿Quieres que me detenga?
No digo nada y comienza a golpearme aún más fuerte.
Sólo quiero que termine.
Lagrimas comienzan a caer, sollozo. No quiero llorar, no quiero que me vea llorar pero no puedo evitarlo.
Después de un largo rato los azotes por fin cesan.
—Espero que después de esto aprendas que tu lugar es aquí conmigo, no puedes abandonarme.
Me desata y me cubre con una sábana.
—Eres mi esposa y darás a luz a mi hijo, así que compórtate como tal.
Abre la puerta de la habitación y sale.
Lo odio.
Pero me odio más a mi.
Me quedo unos minutos así hasta que alguien entra a la habitación.
—Señorita.. ¿Se encuentra bien?—Dice acercándose—¡Oh Dios mío! ¿qué fue lo que pasó?
Me descubre la espalda, y saca un botiquín.
—No puedo creerlo.. sabía que el señor es una persona muy violenta cuando se enoja pero jamás me imaginé que hiciera algo como esto.
—Es que no lo conoce tanto como yo lo conozco. Estar a su lado es como estar en el mismo infierno.
Humedece una gasa y comienza a limpiar mi espalda.
—Uhg..—Gimo dolorosamente.
—Su espalda.. le ha abierto la piel de su espalda.
—Fue mi culpa.
—No diga eso, aunque haya sido culpable de algo no tenía porque pasar por algo así.
—No te preocupes, está bien..
—No está bien señorita, no quiero meterme en lo que me incumbe pero esto es el colmo, no se deje.
—Fue mi culpa—Bajo la cabeza—Yo me busqué esto.
—No es verdad.
—Enserio fue mi culpa, yo planeaba dejarlo pero me descubrió, nunca debí irme de su lado.
—No señorita lo que usted hizo fue correcto, es mi patrón pero debo decirle esto.. no se quede con él, no puede quedarse con el señor, si usted lo hace terminará matándola algún día.
—No tengo escapatoria—La miro a los ojos—Ya he intentado huir y ¿qué ha resultado? ¿Qué he ganado?
—No piense así, siempre hay una salida, usted es demasiado joven como para recibir estos tratos nadie merece ser tratado así pero usted es demasiado joven.
—Aunque lo vuelva a intentar y lo logré el me buscará, lo conozco, se lo terco que es y estoy segura de que siempre terminará encontrándome.
—Señorita..
—¿Y sabe que es lo peor?
—No.
—Que ahora será aún más difícil librarme de él, estoy cargando dentro de mi al hijo de ese bastardo.
—Entiendo la ira que siente pero no debe odiar al niño que lleva dentro.
—No me diga que no lo odie, yo no pedí esto.
—Ese niño es su hijo quiera o no, y no es su culpa el haber sido concebido en un ambiente tenso como este.
—Sí, pero yo no lo pedí, yo no busqué quedar embarazada a esta corta edad, hay tantas cosas que deseo hacer, tanto sueños por cumplir—Lagrimas comienzan a salir—Y ahora todos esos sueños y esperanzas me han sido arrebatados de una forma tan egoísta
—Señorita.
—Una vez que nazca este niño Aren me restringirá aún más.
Me mira con tristeza.
—Ya no hablemos de esto, no quiero sentirme aún más miserable de lo que de por si ya me siento.
—Esta bien—Termina de limpiar—Con su permiso me retiro—Se va.
Aren nunca me había golpeado así, nunca me había golpeado hasta que sangrara.
A veces me pregunto si realmente me ama como dice hacerlo, o por qué demonios está tan obsesionado conmigo, su obsesión es tan enfermiza, que me agobia y siendo que me hunde.
Me siento tan inútil, esto es tan humillante.
Se escucha que alguien abre la puerta.
—¿Ya reflexionaste?
No digo nada.
—No me gusta golpearte si es lo que piensas, todo lo que hago es por tu bien, esto es solamente un acto de amor.
¿Un acto de amor?... Está demente
—Mi amor ¿sabes lo dolido que me sentí al enterarme que me habías abandonado?
Se acerca.
—Nunca te imaginarás lo doloroso que es saber que la persona que tanto amas desea dejarte.
Se sienta a un lado mío.
—Pero tú no puedes abandonarme nunca, porque si no eres tu entonces no vale la pena, no quiero a otra mujer que no seas tu.
Me levanta.
—¡No puedes dejarme!
Me sienta en su regazo y me abraza como si su vida dependiera de ello.
—No puedes escaparte nunca de mi lado porque yo siempre se dónde estás.
Bajo la cabeza.
—Fue fácil encontrarte, me informaron que estabas en la cafetería. Así que espero que no se te vuelva a ocurrir intentar escaparte, de nada sirve ya te lo había dicho, no importa donde vayas, siempre sabré donde estarás, e iré por ti y te traeré de vuelta, junto a mi donde siempre debes estar.
Muerdo mis labios de rabia.
—Sólo tú mujer, eres digna de mi.
Toca mi vientre. Me tenso al sentir su tacto en mi piel.
—Sólo puedo tener un hijo contigo.
Me acaricia.
—Debes de comportarte por el bien de nuestro hijo, de ahora en adelante te cuidaré arduamente, quiero que nuestro bebé nazca sano y salvo. Estoy tan impaciente que ya quiero que nazca, ya quiero conocer a mi hijo.
Me toma de la barbilla y me besa.
—¿Acaso tu no deseas lo mismo?
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Obsesión | Libro I [+18]
Teen Fiction-Tu cuerpo es mío, cada centímetro de tu piel, cada poro, hebra de tu cabello me pertenece, incluso tu vida es mía, si yo quisiera podría acabar con ella. La empujó dejándola bajo mi cuerpo. -¿Cómo puedes estar tan tranquila después de verme con otr...