Desorden

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Esperando obtener las respuestas de las preguntas que aún no me he hecho me doy cuenta de que nada es como lo imaginé, de que todo está al revés y ha cambiado para bien. Sólo pedía un último minuto al día para poder tenerlo todo controlado, hacer una pausa y olvidar el pasado. La vida es riego y placer, es saber que debemos hacer sin desfallecer ni perder el rumbo aunque de principios y finales están hechas las historias que se agolpan en nuestras memorias. Todo lo guardo en la maleta del recuerdo lo que tengo y lo que encuentro y aun ruego ese último intento. Creo en mí y en la fuerza que me nace, me controlo y descontrolo en medio de este desastre y me pido paciencia, esa que a veces me falta, y que la mayoría brilla por su ausencia. la vida es como es y no puedo cambiarla, quiero tiempo, quiero risas, quiero momentos e instantes. Me peleo con la prisa porque nunca ha sido buena y busco a una nueva consejera que tampoco en el tiempo muera. Al fin gritar y sentir que aquella respuesta era la mayor verdad para mí.

Los versos que no escribíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora