si dices que sí.

~¿mami? ¿Eres tú?~

Capitulo 8

Fui a la cabaña para chicas de mi colegio. Allí estaba Mía, y ya que era con la única chica que me hablaba de allí decidí escoger la cama que estaba a su lado.

Las cabañas concistían en muchas camas (depende de la cantidad de personas que hayan) una Al lado de otra, con mesas de noche en sus costados. Una para cada cama.

A ambos costados de la entrada hablan baños, uno con ducha y otro sin dicha. Eso de una sola ducha me parecía una mala idea. 20 chicas pelando por bañarse iba a ser un caos.

Deje mi mochila a los pies de mi cama y me puse a guardar un par de objetos privados en mi mesa de noche. Mía estaba haciendo lo mismo.

– ¿Harás algo cuando termines?

– Probablemente valla, no sé, a matar a alguien que se haga el loco por ahí

La mirada de Mía fue de película, su expresión era de horror.

– Tranquila, no es Sierto, no estoy tan loca.

– De acuerdo, si tu lo dices. ¿Quieres  ir a comer algo?

– Si, porque no.

Salimos y nos encontramos a un grupo de personas que rodeaban algo, nos acercamos y vimos que habían chicas peleando a gritos.

Yo ya reconocía esos gritos, Lara y las trillizas, pero.. ¿Tres contra uno? Eso era injusto.  Y como buena amiga que soy me metí y Mía me acompañó, sin decir nada nos pusimos a los costados de Lara, Mía se cruzó de brazos y yo hablé.

– ¿Que pasa? – intenté parecer calmada y creo que sí funcionó.

– !Tú no te metas Fischer! – me gritó Lila.

¿Quién se cree?

Lo sé, a veces me dan ganas de golpearla

Entonces hazlo

Espera un segundo, ¿Quién eres tú?

Tu conciencia

Y ¿Porque apareces ahora?

Tengo cosas más importantes que hacer que ser tu conciencia

Eso nisiquiera tiene sentido.

– ¡Alexa! – me susurró/gritó Mía

– ¡Me meto si quiero, es mi mejor amiga y nadie puede gritarle! Excepto yo, claro.

–¿Gracias?– contesto Lara

Estaba por contestarle pero una rubia hueca me interrumpió.

– No seas patética Alexa – dijo Kia

¿Como acaba De llamarte? – dijo mi... ¿Indignada? Conciencia

– Todos sabemos que Lara solo es tu amiga para acercarse a tu hermano – siguió hablando Kia

– ¡Oye no me digas patéti... ¡espera ¿que?!

– No le hagas caso Lexi sabes que solo lo hace para fastidiarnos – Me pidió Lara

– ¿Quiénes son ustedes? – Preguntó una mía más perdida que una baca en pleno centro

– No es de tu interés... Niñita – dijo Tamara mirándola de arriba a bajo.

– ¿Cuál es tu problema mujer? – contestó mía algo molesta

– Mi problema eres tú niñita.

– Vuelve a llamarme así y te arrepentirás toda tu vida – dijo una MUY molesta mía

¿No que mía era tierna y tímida?