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Me desperté en el frío suelo, me sentía mareada, los rayos del sol descansaban en mi cara encandilándome. Traté de sentarme, pero el dolor de cabeza me lo impidió rotundamente.
Solté un gruñido y me lleve la mano a la cabeza masajeandola, estaba muy mal, y lo sabía reconocer, creo que me excedí un poco.
Como pude, me senté y miré a mi alrededor. Pero no se si me crean si les digo que todos estaban duros, como si fueran estatuas, algunos estaban por caerse, otros por beber algo, incluso había algunos que se estaban por besar. No sabía que hacer, no encontraba explicación.

Me levanté tambaleándome y me dispuse a buscar a Nate, pero primero tenía que recordar donde lo vi por última vez. Según mis confusos recuerdos, Nate y yo hablamos antes de que me desmayara (suponiendo que eso pasó), en la barra. Me voltee y evidentemente ahí estaba Nate. Solo que en una pose deprimente. Estaba mirando hacia abajo, sus ojos estaban lagrimosos, parecía un cachorro al que acababan de regañar. No recordaba el porqué de su acción, pero me sentía muy culpable.
Revolví su sedoso cabello y acaricié su mejilla, estaba a temperatura normal, y, a decir verdad, no me había fijado en si estaba respirando o no, pero pude ver un ligero sube y baja en su pecho, eso me dejó más tranquila. Eso significa que no están muertos, pero ahora tenía otro enigma, ¿alguien más está consciente como yo?
No me iba a quedar de brazos cruzados, subí a mi habitación y busqué mi mochila, cargué mi celular, un abrigo, una botella de agua, chocolates, nutella, una libreta y una lápiz. Tenía que ir anotando lo que veía para poder llegar al fondo de esto.
Baje las escaleras y me dirigí donde se encontraba Nate, besé su mejilla y salí de mi casa para ir en busca de alguna persona que esté consciente.

Narra Thomas

Me desperté por el extraño silencio que había. Si suena raro, ¿cómo alguien se despierta por que todo está en silencio? Pues, yo. Verán en mi casa, rara vez, me despierto como ahora, tengo dos hermanas menores, para colmo, son gemelas y se ponen de acuerdo para ser las que me despiertan en las mañanas. Pero no lo hacen de forma amable, diganme, ¿alguna vez los despertaron con un pañal sucio en la cara? Pues, no es tan común. Ahora deben de entender porqué el silencio me despertó.

Me levanté con pesar de la cama y me fui a ver porqué no me levantaron como lo suelen hacer.
En la habitación de mis padres, parecía todo normal, lo que era raro, era que no se habían despertado excesivamente temprano. Me acerqué y traté de mover a mamá, reitero, traté de moverla, pero no pude. Estaba literalmente dura, respiraba, pero no se movía para nada, sus párpados estaban cerrados. Papá estaba en el mismo estado. Me estaba empezando a preocupar. Fui a la habitación de las gemelas, como lo temía, estaban iguales que mamá y papá, solo que tomadas de las manos.

Tenía que llegar al fondo de esto, tenía que encontrar la forma de volver todo a la normalidad.
Bajé a la sala y me dirigí a la puerta principal, salí de mi casa con la esperanza de encontrar a alguien que se pueda mover.

Narra Tina

Bien, estaba en la catedral, básicamente el centro de la ciudad. Me dirigí a Cúspide, una librería que tenía unos libros muy buenos, pero no tanto como Piedra Libre, amo esa librería, tiene las mejores sagas del mundo, pero lamentablemente, Cúspide es mas reconocida que Piedra Libre. Por esa razón, me dirigí a ese lugar, pero ahora que lo pienso, fue muy tonto, por que hoy en día, las personas no leen, quizá porque no tienen tiempo, o simplemente por que no le hallan el sentido y prefieren leer el periódico, pero, en mi opinión eso es absurdo, yo, personalmente, leo para escapar de la realidad. Los libros son mundos a los que puedes escaparte cuantas veces quieras, sin tener que viajar. Pero no todos piensan lo mismo. La humanidad, sinceramente, se está yendo la mierda, y quien diga lo contrario no se a fijado a su alrededor. No se dan cuenta que conforme va avanzando la tecnología, hay menos paisajes naturales para apreciar, hay menos vida, y eso francamente me está enfermando. Si tuviera un poder, sería abrirle los ojos a las personas para que se den cuenta de que, inconscientemente están acabando con la vida en este planeta.

Cuidado con lo que deseasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora