Cuidado con lo que deseas

~12~(Día 2 parte 1/2)

Narra Agus

Estaba soñando algo que sinceramente ya no me acordaba, cuando algo frío y húmedo calló en mi mejilla. No le presté atención, debe haber sido mi imaginación.
Otra vez ese mismo algo que no sabía que era, calló nuevamente en mi mejilla. Ahora otra, y otra, y otra vez. Algo tiene que estar pasando.
Abrí un ojo y pude ver a Thomi, muy cerca de mi, abrazándome, durmiendo  plácidamente.
Abrí mi otro ojo y me reincorporé para quedar boca arriba, pero en ese momento, me vi obligada a cerrar mis ojos. Una gota había caído justo en mi pinche ojo. Eso significaba una cosa, estaba lloviendo.
Todavía con mis manos en mi cara, me senté sobre las colchas y sacudí a Thomi.

- Déjame en paz mujer - dijo pegándome en el brazo.

- ¡Ey! No me pegues y levanta tu perfecto trasero, está lloviendo hombre - se da la vuelta ignorando mis palabras - si no te levantas, me iré a un lugar seco y calentito y te dejaré aquí tirado, solo, mojándote y luego me buscarás como un perro arrepentido - dije comenzando a irme, pues las escasas gotas que antes caían, ahora se convirtieron en un mini chaparrón que me estaba mojando.
Claro está, no me voy a resfriar por que a mi amiguito caprichoso se le ocurre dormir un poco más.
Retiré las colchas de mi cuerpo e intenté pararme. Palabra clave, intente. Pero me fue imposible, puesto que Thomi me tomó del brazo y en un rápido y ágil movimiento el quedó arriba mio. Hubo un silencio en el cual me puse a analizar la situación. Estábamos a una distancia corta, podía sentir su respiración que se mezclaba con la mía, estábamos prácticamente, respirando el mismo aire.

- Escuché mal o... ¿Dijiste que tengo un trasero perfecto? - dijo con una mirada picara y relamiéndose los labios.

- Em... Nop -

- Si claro que lo dijiste, después de todo no soy el único pervertido -

- ¿A no? ¿Y quién más a parte de ti? -

- Tu - dijo todavía con su mirada posada en la mía.

- No quiero ser aguafiestas, pero si me resfrío, tu cuidaras de mí, y te digo que yo no me agarro uno común en el que solo estornudas y te salen mocos, a mi me da con fuerza, como si me odiara, una vez llegué a tener 40° de fiebre, vomitaba mínima cosa que comiera, ni siquiera tomaba agua, me internaron y me diagnosticaron neumonía - hice una breve pausa y el abrió los ojos tan en demasia que parecía que se le iban a salir de sus cuencas - si, todos se sorprenden, pero no es lo único que me a pasado, creeme - digo haciendo un repaso rápido de todo lo que me había sucedido asta ese momento.

- ¿Que te parece si vamos a aquella cafetería y me cuentas que te pasó? - preguntó a la ves que se paraba y me ofrecía su mano para ayudarme.

- Claro - dije tomando su mano para hacer impulso y levantarme.
Una vez que reunimos las cosas, nos dirigimos a la cafetería. Dios que rico que olía allí dentro, parecía el cielo.

Narra Thomi

La verdad es que estaba interesado en saber que accidentes le habían ocurrido durante su corta vida. Anoche me propuse, que si quería saber bien que sentía por ella, debía conocerla bien, ya se que nunca terminamos de conocer a una persona, pero quiero saber lo suficiente de ella para confirmar si es lo que aparenta.

Entramos a la cafetería y les juro que el olor era para morirse, pero no me moriría, aun no.
Como acto de reflejo, busqué con mi vista algún climatizador. Lo encontré y busqué su control. Cuando lo hallé, pulsé el botón de ON y lo encendí.

- Gracias - dice Agus abrazándose a si misma para generar calor.

- No hay de que - digo revolviendo su, ahora mojado cabello.