Narra Thomas
Esa voz yo la conocía, se me hacía vagamente familiar. Me dirigí al punto de encuentro acordado y lo que vi, confirmó mis suposiciones.
La voz era emitida por Agustina. Ella volteó a verme, nuestras miradas se encontraron, ella sonrió, y sin más, se abalanzó sobre mi y nos unió en un furtivo abrazo que yo no tardé en corresponder.
Empecé a sentir que mi hombro se humedecía. La apreté más contra mí y sin darme cuenta, ya estaba llorando. Se me escapaban cualquier cantidad de sollozos y sentía que nos estábamos comunicando todo lo que sentíamos en ese momento.
Ella se fue separando de mis brazos y yo no puse resistencia alguna. Se sorbió su nariz y puso toda su atención en mí.
Sus ojos color marrón oscuro, expresaban todo tipo de emociones, tantas que no podría nombrarlas.- Lo siento, solo me emocioné - dijo bajando su cabeza - es que, me desperté y ya nada era igual, todos estaban inmóviles, y parecían no estar respirando, y yo me asuste y...- no pudo terminar su oración ya que la interrumpí.
- Tranquila - dije secando las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas pintadas de un color carmín que la hacían verse aún mas adorable de lo que ya lo era - yo estoy igual, me pasó lo mismo, me asuste, creeme, bastante, pero yo creo que estando contigo no tengo porque temerle a nada, nos ayudaremos mutuamente para llegar al fondo de esto ¿si? - propuse tomando sus manos. Ella tenía su cabeza gacha, por lo que me vi obligado a soltar una de sus manos y tomar su mentón para que me viera a los ojos; funcionó, nuestras miradas se conectaron, ella sonrió y asintió.
- Sería un gusto tenerte de socio Thomas Edison - dijo componiéndose y volviendo a ser la misma de antes.
- Nada de formalidades, eres mi compañera, no mi asistente, por eso tendré que pedirte que me llames Thom o Thomi, como prefieras -
- Bien, Thom, tu lo dijiste, somos compañeros, por lo tanto podrás llamarme como tu prefieras, no te pongo opciones, quiero un nuevo apodo - dijo con una sonrisa que me volvía loco y no sabía porque.
- Ok, am... - dije pensando en algún apodo gracioso pero amable - rulitos -
- No, ese se lo inventó Mike - dijo negando.
- Umpalumpa -
- Ese es de Nate -
- Umpalumpa con rulitos -
- Ese está muy quemado - dijo con cara de aburrimiento.
- Tina -
- Todos me llaman así, incluso mi hermana -
- Tini -
- ¿Tengo cara de querer llamarme como esa tabla con extremidades de alambre? - dijo señalándose.
- Bien, mala mía - dije restándole importancia - ¿qué te parece?... - hice una pausa para pensarlo bien - Agus -
- No está mal, pero quiero ver que más tienes -
- ¿Agululú? - pregunté de manera condescendiente.
- Definitivamente no -
- ¿Qué te parece si me ayudas? - propuse con una sonrisa. Ella puso cara de confusión frunciendo su seño, cosa que me permitió seguir - nombra cosas que te gusten -
- Ho, entiendo - dijo relajada - bien, me gusta el chocolate, la nutella, las galletas oreo, las películas de terror, acción, ficción, drama, animadas y un poco las de romance - hizo una pausa para recuperar el aire y luego prosiguió - me gusta la musica pop, la cumbia, la cumbia-pop y el K-pop-
Estaba a punto de decir algo más pero la interrumpí.- ¿El K-pop? ¿Te gustan esos chinos gay? -
- Déjame decirte una cosa amigo - dijo tomando su pose típica para discusiones - primero, no son chinos, son coreanos, por algo se llama K-pop -
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Cuidado con lo que deseas
Fiction généraleAgustina, es una chica que tiene un problema con la suerte, es muy torpe y solo quiere que las cosas le salgan bien por una sola vez en su vida. su fiesta de 15 años se acerca y con ella, un deseo dará a la vida de Agustina un giro inesperado, poni...