♪ S y m p h o n y ♪ - YoonTae

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—Tae, apúrate, hay que bajar a desayunar.

—Ya voy —gritó desde el baño.

—¿Quieres que te ayude en algo? —preguntó Jimin.

Se abrió la puerta del baño.

—Soy ciego, no un tonto. —vociferó Tae.

—Bueno, bueno, perdón.

—Sólo... pásame el bastón. —dijo Tae con una sonrisa.

Después de que el pelinaranja se lo pasara, fueron a la cocina en la planta baja.

—Buenos días chicos.

—Buenos días, mamá.
—Buenos días, señora Kim.

—Yo no sé qué tiene de buenos.

Todos se sorprendieron por una cuarta voz.

—Sung... pensé que ya te habías ido.

—No, aún tengo tiempo para desayunar.

—Bien... Ya siéntense chicos. —les mandó la señora Kim.

Jimin asintió y Tae sólo se quedó callado.

—¿Cómo vas en la danza, Jimin? —preguntó la señora Kim para romper el silencio.

—Bien, me sigo preparando para el evento, a pesar de que falta mucho, me siento nervioso.

—Lo harás bien. —le sonrío.

—¿Y tú cómo vas con las clases de piano, Taehyung? —esta vez, preguntó el señor Kim.

—Bien, avanzo cada vez un poco más.

—¿Tú solo? Digo, porque hace una semana no veo al instructor.

—Vaya, no estás nunca en la casa, pero te enteras de todo, felicidades. —dijo Taehyung con una falsa sonrisa.

—Tae... —lo llamó su mamá.

—Tranquila mamá, no voy a pelear. A menos que él empiece —murmuró esto último.

—Sólo espero que esta semana ya haya uno, tienes que seguir preparándote.

—Ajá, como digas. —dijo el pelinegro, sin entusiasmo.

—Taehyung... —murmuró Jimin.

—Bueno, ya terminé, ni este inconveniente me iba a quitar el hambre y no puedo dejar pasar tan exquisita comida que sólo puedes preparar tú, mamá. —dijo Taehyung, con una sonrisa.

—Estuvo muy rico todo, señora Kim. —siguió Jimin.

—Qué bueno que les gustó, ahora váyanse, el chófer los está esperando.

—Hasta luego, mamá.

—Hasta luego, TaeTae.

🎶

Taehyung se encontraba en el salón donde se practicaba piano, solo.

Escuchó unos pasos acercarse a él.

—Hola, Tae.

—Oh, no esperaba tenerte por aquí, Namjoon hyung.

—Pues ya que no tienes instructor, quería pasar para hablar sobre la cancion.

—Cierto... faltan menos de 3 semanas.

—Sí, y tenemos que terminarla cuanto antes. —dijo el pelirubio un poco nervioso.