o n e.

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YoonGi llegó al pequeño departamento que compartía con su pareja, agitado de haber corrido tanto. Había sentido unas horas antes como su omega lo llamaba, a lo cual no tardó en apresurarse a llegar con él.

—¿Jiminie? —dijo, a lo que no hubo respuesta—. Cariño, ¿dónde estás?

Un sollozo lastimero, el cual le recordó al de un cachorro herido, alcanzó a oírse. YoonGi supo al instante que se trataba de su pareja, así que corrió hacia donde su conocido olor —una suave mezcla de durazno y limón— provenía. Éste lo llevó al baño, que estaba cerrado con seguro.

—¿JiMinie, estás bien? —tocó la puerta suavemente, mientras el leve llanto seguía escuchándose—. Amor, ábreme. No quiero usar mi voz de mando contra ti.

Su pareja pareció reaccionar a su advertencia, pues unos momentos después, un pequeño omega con sus gruesos labios abultados y los ojos llorosos, apareció tras la puerta del baño, ahora abierta.

—¿Por qué lloras? —dijo preocupado.

—Oh, Yoonie —abrazó al alfa, rodeando su cuello con sus brazos—. No me vayas a dejar.

—¿Porqué lo haría?

JiMin soltó tímidamente al alfa, y entró al baño de nuevo. Unos segundos después, él había vuelto, pero con un pequeño objeto de plástico entre sus manos. YoonGi lo tomó para verlo mejor y sintió que su corazón se detenía en ese instante.

Era un test de embarazo.

Positivo.

—Jiminie, cariño —dijo, sonriendo, y con los ojos cristalizados—. No pensé...

—L-lo lamento —dijo el omega, con la voz rota—. Sé que no querías ser padre aún y... Y que probablemente después... Después de esto ro-rompas nuestro lazo... Y-y...

De tantas lágrimas, JiMin no podía continuar. YoonGi lo atrajo hacia él, para que hundiera la cabeza en su cuello y aspirara su olor para calmarse. Poco le importó si las lágrimas y mocos del menor manchaban su ropa.

—Hey, no voy a romper nuestro lazo, ¿ok? —se apresuró a decir, abrazando al omega por la cintura—. Solo estoy... algo sorprendido... y muy emocionado, también.

—¿No me dejarás? —preguntó JiMin, sacando la cabeza de la curvatura de su cuello y mirándolo con sus ojitos llorosos.

—Claro que no, cariño —una de sus manos lo sostuvo por la cintura, mientras la otra acariciaba su aún plano vientre—. Ni a ti, ni a nuestro cachorro.

👶

De tanto que investigué sobre embarazos para este fic, el Google seguramente piensa que estoy embarazada, así que más vale que le den amor a esta cosa.

Bye bye!

—by Coelli

Pregnant | Yoonmin + Omegaverse ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora