—Entonces Yuuko me pidió que me lo llevara para luego desecharlo, un total desperdicio —Ash hablaba de una forma un poco animada con una sonrisa y el entrecejo un tanto fruncido por los tantos intentos fallidos que ha tenido al intentar hablar con el japonés.
Ash sabe que de seguro le está estrobando en su trabajo. El muchacho se ve tan concentrado frente al portátil y siente que sólo lo está retrasando, pero tiene la pequeña esperanza; la cual desaparece con el pasar de los segundos, que el japonés le dé un pequeño tiempo o siquiera trate de escucharlo al igual que el viernes pasado.
Sólo le queda 30 minutos de descanso y al parecer ha vuelto al inicio.
Por otro lado, Eiji se encuentra realmente ocupado con su trabajo. Ha avanzado progresivamente con los últimos encargos que le han encomendado sus superiores antes de que inicien sus clases. No puede verse distraído por nada del mundo. Suspira lentamente al ver su té abandonado por su labor que con una mirada baja en modo de disculpa sujeta la taza y da un pequeño sorbo a su bebida. Mira hacia fuera, ve a las personas pasar; algunos con prisa y otros simplemente disfrutando de las calles acompañados con sus amigos o seres queridos. Luego de un momento, vuelve la mirada al frente y se percata de que Ash su nuevo "amigo" se encuentra viéndolo de reojo y con el ceño fruncido. Bajó la mirada hacia el extremo inferior derecho de su portátil para luego percatarse de que había pasado ya 15 minutos desde que tomó asiento en su lugar y sólo se concentró en su trabajo a pesar de que tenía a alguien acompañándolo frente a él.
Había sido totalmente grosero con Ash, lo ignoró sin siquiera percatarse y ahora estaba muy avergonzado como para iniciar algún tipo de conversación y disculparse con él. A pesar que se había dicho así mismo que se haría su amigo, lo acababa de ignorar completamente. Tal vez ahora ni siquiera le dirigiría la palabra, y no lo culparía, de hecho, si alguien más le hubiera hecho lo mismo él no lo perdonaría. Tenía que disculparse.
—Humm... Lo lamento. —mencionó Eiji con algo de timidez haciendo que Ash volteara algo sorprendido hacia él. —Estaba algo ocupado con mi trabajo. Realmente lo siento mucho.
Estaba sucediendo. Ash pudo ver un pequeño rayo de luz de esperanza al ver como ese joven lo veía algo tímido y sonriéndole al momento de disculparse, se veía tan adorable ante sus ojos.
—Ah, descuida. Debes tener mucho trabajo, lamento quitarte tiempo.
Ash quiere sonar como alguien maduro. Alguien que no guarda rencor alguno. Alguien interesante en el que se puede confiar. Alguien que él vea como su amigo.
—No lo haces en absoluto, de hecho, quiero tomarme un descanso. —Eiji cierra su portátil y la aparta hacia un lado, para luego acercar su pastel de limón y probar una bocada de este. —Esto... al parecer estaremos charlando seguido aquí. ¿Podrías decirme tu nombre? —Pregunta con algo de pena e interés al mismo tiempo. Es decir, "Ash" no parece realmente un nombre realmente, incluso dudó un poco en el momento que lo mencionó hacia Ibe-san. Y también, estaba nervioso por el hecho de que el americano ya se haya presentado con antelación y él no lo haya escuchado por estar concentrado en su trabajo.
—Yo... mi nombre es Aslan. —dice Ash con un claro sonrojo en su rostro. Él simplemente no puede creer que haya olvidado preguntar su nombre y que el interés por cómo se llama se mostrara por el contrario. Está tan feliz —Y, y yo... yo soy camarero.
Ash se dio un golpe mental. 'Cómeme tierra' pensó Ash. ¿Cómo pudo presentarse de esa forma? Quería desaparecer. Quería construir un DeLorean y volver hacia el pasado para darse un fuerte golpe antes de decir tal estupidez.
—Pfft!.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la sonora risa del japonés. 'Dios, es hermoso'. Ash nunca había pensado que alguien se vería tan hermoso al reírse de esa forma. Ese pequeño gesto del japonés hizo que su corazón latiera tan rápido y fuerte que creyó que sería escuchado por todos, sintió que sus mejillas se coloraban al punto de sentirse enfermo. Cada gesto que hacía el japonés le hacía sentir un sin fin de emociones nuevas para él, simplemente era adorable y no podía apartar su vista de él si quiera un minuto.
—Jajaja... lo- lo lamento mucho. —dijo Eiji mientras limpiaba sus lágrimas de tanto reír. —Aslan es un nombre muy hermoso.
Ash nunca pensó que su nombre le gustara tanto hasta ese día. -Gracias mamá-. Concluyó en su mente.
—Ah, yo me llamo Okumura Eiji. Encantado de conocerte. —continuó el japonés con una cálida sonrisa en su rostro.
-Eiji.
-Eiji.
-Eiji.
Repetía Ash en su mente. Ese nombre sonaba tan suave, tan pacífico, tan puro y tranquilo como la persona que lo poseía.
—Igualmente, es un placer conocerte, Eiji.
Ambos jóvenes hablaron de forma animada durante aproximadamente 30 minutos. Los clientes y sus compañeros de trabajo los veían con un claro asombro. Pues hasta hace unos días aquel japonés de cabellos negros sólo se sentaba en aquel lugar y se sumergía a su trabajo sin hablar con nadie.
Era inalcanzable.
Pero, ahora se veía como un joven como cualquier otro, un joven el cual disfruta el tiempo con un amigo.
—Es por eso que tengo un generoso descanso —Ash culminaba de relatar su cambio de horario y su acuerdo con Yukko, claro que sin mencionar a Eiji dentro de su historia.
—Creo que yukko-san es muy amable en cambiar tu horario por tus clases. Es muy considerada.
—Sí, lo es. Supongo que no hay remedio, al fin y al cabo, estaré muy ocupado siendo mi primer año universitario.
—Mmm... —sorbe un poco el té antes de continuar —en qué universidad estudias, Ash?
—A la universidad "B". —dice orgulloso. Aquella universidad es una de las mejores en Tokio y de alguna forma quería presumir en frente de Eiji.
—Ehh~ yo también estudio ahí. Es una buena universidad.
—¿Eh? Espera, Eiji... Eres estudiante universitario?
—Uhm! Lo soy. Estaré en tercer año dentro de poco. —miró confuso el rostro de Ash y suspiró —Estas diciendo que no lo parezco, no es así?
'Por su puesto que NO. No lo pareces en absoluto' Ash no creía que Eiji fuera mayor que él. Es decir, tiene un rostro tan juvenil que el creía sin duda alguna que el japonés aún cursaba preparatoria. Y estaba supuesto a esperarlo.
—Ash —una voz los interrumpe haciendo que el menor volviera su mirada hacia su jefa quién lo llamaba en voz baja mientras daba pequeños toques a su reloj de pulsera indicando la hora.
—Parece que mi descanso terminó. —dice un poco apenado por lo anterior y por tener que irse. Mueve la silla y levanta suavemente las tazas de la mesa para luego dirigirle una suave mirada hacia Eiji. —Espero que algún día me guíes por la universidad, Eiji.
Eiji duda un poco antes de contestar.
—Claro. —menciona sabiendo que aquella vaga afirmación puede disolverse con el tiempo. La universidad es grande, y existe la mínima posibilidad de encontrarse con Aslan. —Nos vemos, Aslan.
Y muestra una vez más aquella cálida sonrisa que Ash tanto ama.
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Creo que de ahora en adelante tardaré en actualizar. Mis clases ahora han iniciado así que estaré más concentrada en eso.Gracias 🌻
Psdt: creo que está avanzando muy lento?????? 🤔
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CAFÉ
RomanceTodos los viernes por la tarde el mismo chico de cabello y ojos oscuros se sienta en el mismo lugar mientras bebe una taza de café, y es que le es imposible apartar su vista de él... al menos quisiera que por un momento esa mirada sea correspondida.