DEMON ® | TERMINADA |

22. HOSPITAL Y UNA NOTA

Estaba enfrente de la puerta, me estaba muriendo de miedo de que podría encontrarme ahí adentro.

Di un suspiro y dando  vuelta al picaporte.

Lo primero que me asalta al abrir la puerta fue el fuerte olor a medicamentos, luego fue el sonido del pip de los monitores y lo último, el pálido chico que se encontraba postrado en una fea cama del hospital. Me mantuve fuerte y no dejé que todo me hiciera flaquear.

Estaba durmiendo, me acerque para tomar asiento en un silla que estaba ahí, le agarre su pálida mano por instinto.

-lo siento tanto, todo esto es por mi culpa .......no debí de haberte besado

Mi corazón se rompió.

Empecé a llorar, algunas veces sollozaba pero me tapaba la boca para no despertarlo.

"Eres una cobarde"

Lo sé, ¿crees que no me eh dado cuenta de eso?, soy una maldita cobarde, por eso no merezco vivir

"Creo que concuerdo contigo"

De repente se abre la puerta, era un doctor.

-buenas noches

Yo le devolví el saludo.

-no se preocupe por el joven, dentro de una semana podrá volver a su hogar, mientras lo queremos tener en observación por si acaso.

-muchas gracias

Se acercó para checar que todo estuviera bien en las máquinas y luego se fue.

Ya les había avisado a los chicos, que Stephen estaba bien. Decidieron venir mañana para visitarlo. Hace poco Álex y Alice vinieron, mientras yo estaba con la policía.

Me acerque a su cara y bese su frente, delicadamente — buenas noches, mi lobo feroz— el sueño me apoderó, fui cerrando los ojos mientras me apoyaba a mi brazo.

(...)

Que bueno era volver a ver la casa; estaba escondido en los arbustos, viendo como una familia era feliz.

Estaba una niña de unos 13 años viendo la tele con sus papás.

La casa no estaba como antes, le hicieron remodelación.

Estaba observado a la mujer; muy sonriente, disfrutando del momento, pero se podía ver sus ojos rojos, mientras que el hombre que está a lado abrazaba a su esposa, la niña se empezaba a quedar dormida.

Cundo acabo la película, cargaron a la niña hasta su curto para acostarla en las sábanas rosa.

La besaron en su  coronilla y se alejaron.

-Bueno se acabó el momento — me puse mi capucha negra y me fui alejando de aquella casa. La sombra era mi amigo, ya no era el mismo chico, flacucho, el tiempo se puso a mi favor.

Mi cabello ya no era castaño, ahora era negro como la noche, mi cuerpo ya no era tan delgado de lo común, tenía más músculo y mi cuerpo estaba marcado.

Ya no tenía la misma mentalidad, ahora estaba más serio de lo normal.

Fui hacia una dirección muy conocida para mi.

Estaba enfrente de la casa, puede notar que le faltaba una pintada a la casa, también que el césped estaba más largo.

En si, la casa estaba más desgastada.

Me quede una 1 hora observando el lugar, no tenían las luces prendidas en ningún cuarto. Supuse que no había nadie.

Me acerque a la puerta, claro estaba cerrada, busqué una ventana que estuviera abierta.