30. LIBRERÍA

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Todo el camino estuvimos platicando y riendo.

Hasta que por fin llegamos a nuestro destino. Yo estaba muy confundida —¿me trajiste a un centro comercial?, no entiendo.

-no voy arruinar la sorpresa, tú solo déjate llevar.— mientras el busco un lugar para estacionarse.

-está bien.— el estacionamiento estaba vacío, ya que como era entre semana no había tanta gente; fue muy rápido conseguir un lugar. — estamos en A18

-perfecto, ahora— me extendió su mano, para entrelazarlo con la mía.

Caminamos, observando algunas tiendas hasta que  Stephen quiso comprar un cono de helado de chocomenta.

Se veía tan tierno con su helado que aveces le quedaba restos de helado en las mejillas, yo con mi mano se las limpiaba para después robarle de su helado. El helado se empezó acabar entre los dos y nos comimos los restos, hasta solo quedarnos con la servilleta.

-tápate los ojos— lo hice, cerré mis ojos y me puse mis manos para taparme pero luego sentí unas cálidas manos también.

Estuvimos caminando que para mi era un buen rato y ya empezaba a sentir pánico de que me iba a secuestrar y yo ofreciendo voluntariamente.

Pasan los minutos y nos paramos— ya puedes abrirlos— dejo de sentir sus manos y yo voy bajando las mías hasta solo quedarme con los ojos cerrados.

1.....2......3.....

Abro los ojos y me encuentro en una librería, mi semblante estaba más que confundido—¿que hacemos aquí?

Suelta una risita, luego cambia su expresión más seria— te debo una disculpa de cómo me comporté de una manera infantil, se que lo que hice esta mal, y por eso te traje a una librería....... Vas a poder agarrar todos los libros que quieras y yo los voy a pagar como un regalo de lo siento, ¿me perdonas?

Su expresión cambió a leña y vergüenza. Me recordó a un niño pequeño siendo regañado por su madre, por el motivo de que había dejado manchas de barro por todo el pasillo por no haberse quitado los zapatos en la entrada.

Me lleno de ternura— claro que te perdono, al fin de cuentas todo va a seguir normal, los chicos me van a molestar y no quiero sonar como una masoquista...... Pero ya estoy acostumbrada a estos tratos.— levante mis hombros para luego bajarlos y no poner mucha importancia al tema.

Se quedó unos segundos callado — eso no volverá a pasar, todos me tienen respeto. Mañana será un día diferente, ya no hablarán del tema. Te lo prometo.

Doy unos dos pasos para ya quedar cercas de su cara, me pongo de puntillas y lo beso para luego alejarme— entonces quedas perdonado.

Sonríe y me abre la puerta para después el entrar. Ya adentro se escucha la campana que esta arriba de la puerta avisando que habían llegado nuevos clientes y todos los trabajadores pusieron atención en nosotros, y como si fueran una manda de Leones viendo a sus carnadas, de acercaron.

-"¿los podemos ayudar?"

-"buenas tardes mi nombre es Alejandra, ¿quiere que los atienda?"

-"yo soy Tom, ¿buscan un libro en especial?"


Una señora mayor, les hablo— ¡Cálmense!, no ven que están asfixiando a los jóvenes.

DEMON ® | TERMINADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora