Capítulo 9

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A la mañana siguiente...

Ya era Navidad, mi época favorita del año.
Eran las diez de la mañana y todos nos encontrábamos tomando chocolate caliente y galletas mientras abríamos los regalos de Navidad.

A mamá y a papá le habían gustado los regalos que les di, y yo amé los regalos que me dieron mis hermanos y Lance, que fueron ropa, zapatos, un bolso, un unicornio de peluche y un libro.

-¡Oh te amo, hermana!- exclamó Kyle cuando vio su regalo.

Sabía que le gustaría.

-Solo me dices que me amas cuando te regalo algo que te gusta- dije y mis padres rieron.

-En eso tienes razón, peque. Lo mismo me dijo a mi- habló Violet mirando mal a Kyle.

-Lo siento, hermanas- dijo Kyle sin dejar de mirar su balón de basquetbol.

-¿A ti te gustó el regalo que te di, Lance?- pregunté con una sonrisa burlona.

Sabía que no le había gustado.

-Claro que sí, ojitos- sonrió de una manera muy falsa.

Reí- Puedes ponértelo. Como te gustó mucho, puedes presumírselo al mundo- sonreí malvadamente.

-Es una gran idea- murmuró haciendo una mueca.

Un mes después...

Había regresado a la universidad y a decir verdad me sentía muy contenta por eso.
Anthony había regresado de Inglaterra la semana pasada. No nos habíamos visto, puesto que tenía que hacer unas cosas de su trabajo.

Y respecto a Violet y Lance...

¡Ellos se van a casar!

Justo en año nuevo, Lance le pidió matrimonio a Violet. Ella nos habló esa misma noche mostrándonos su anillo y diciéndonos que estaba muy emocionada.
La boda será en Inglaterra, ya que ambos viven allá, al igual que la familia de Lance.

-¡Hermana!- exclamó Anthony al verme entrar en la cafetería.

-Hola, hermano- sonreí y fuimos a pedir nuestra comida.

-¿Qué tal los últimos días de vacaciones?- preguntó y después pidió su comida, al igual que la mía.

Él ya sabía que era lo que me gustaba.

-Algo aburridos, exceptuando que tenía que ir a trabajar, ¿y los tuyos?- pregunté agarrando mi Sándwich de jamón y queso, junto con mi jugo de manzana.

-Muy estresantes. Me había atrasado con el pago de mi departamento.- bufó y negó con la cabeza- Por cierto, tengo algo que contarte- comenzamos a caminar hacia una mesa.

-¿Es algo importante?- pregunté entrecerrando mis ojos.

-Demasiado-

Llegamos a nuestra mesa y nos sentamos.

-¿Qué es lo que tienes que decirme?- pregunté dándole una mordida a mi Sándwich.

¿Me recuerdas?-Nat Wolff  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora