Capítulo 3

112 10 0
                                    

-¿Y qué estabas haciendo antes de que llegara?- preguntó Kyle mientras caminábamos al área de comida- Porque veo que compraste un regalo... ¿es para mi?-

Hace un par de horas Kyle había llegado al centro comercial. Ambos ya habíamos terminado con las compras navideñas para nuestra familia.

-Es un secreto, pequeño Kyle-

-No soy pequeño, tú eres la pequeña.- caminó indignado hacia una mesa- ¿Qué vas a querer comer?-

-No lo sé... tal vez una hamburguesa- me encogí de hombros- ¿tú?-

-Lo mismo. Iré por ellas. Tú quédate aquí y cuida las cosas- me señaló y después caminó hacia el lugar donde vendían las hamburguesas.

¿Estás ocupada?- Tony.

Sonreí al leer el mensaje de Anthony. Hace un par de minutos me mandó un mensaje avisándome que ya había llegado a Inglaterra.

Nop- Gaby.

Al instante mi celular comenzó a sonar avisándome que Anthony me estaba llamando.

-¡Hermana!- exclamó cuando contesté.

-¡Hermano! ¿Qué tal el viaje?- pregunté mientras sonreía.

-Algo cansado, pero por fin estoy con mis padres-

-Me alegro demasiado, amigo-

-¿Qué ha pasado de nuevo en tu vida?-

-Nada interesante... ¡espera! Sí, ha pasado algo que nunca pensé que pasaría-

-¿Qué pasó?- preguntó y escuché un ruido del otro lado de la línea- Te escucho desde un lugar muy cómodo-

-Lo qué pasa es que minutos después de que te fueras vine al centro comercial para las compras navideñas. Así que primero pase a comprar el regalo de Kyle a la tienda de deportes y justo donde estaba el objeto que quería, había un chico viendo el estante y no me dejaba agarrar lo que yo quería-

-¿Y qué era lo que tú querías?- preguntó y yo bufé. No quería decirle porque Kyle estaba a unos cuantos metros de mi y podría escucharme.

-Un balón de básquetbol- susurré- en fin. Kyle vendría también así que debía apurarme. Así que después de terminar de mensajear con mi hermano, el chico volteó y yo...- me interrumpió.

-Te enamoraste de él. Siempre te enamoras de chicos del centro comercial, Gabrielle-

-Déjame decirte que yo ya estoy enamorada de este chico desde mucho antes de haberlo visto hoy en la tienda de deportes-

-Espera... ¿Te encontraste con Nat Wolff?-

-Exactamente.- sonreí- Tuvimos un hermoso contacto visual que tuve que romper porque necesitaba apurarme.-

-¿Hablaron de algo?- preguntó con cierto interés.

-Solo del balón de básquet, luego de eso lo dejé ahí porque había huido corriendo hacia la caja para pagar el objeto...- nuevamente me interrumpió.

-Antes de que prosigas con tu historia tan interesante... ¿por qué dices objeto en vez de balón?-

-Porque Kyle está por aquí y no sabe cuál es su regalo, bobo- rodeé los ojos.

-Bien, puedes seguir-

-Bien. Como decía, tuve que correr dejando a Nat ahí solo. No pude decirle lo importante que es para mi y mucho menos pude abrazarlo- bufé- solo yo tengo esa suerte.- levanté la mirada para ver si Kyle ya venía y pude encontrarme con esos ojos castaños mirándome desde el Starbucks que se encontraba en frente mío- Oh rayos...- murmuré.

-¿Pasó algo?- preguntó Anthony desde el otro lado de la línea.

-Yo... Nat está en el Starbucks que está en frente de donde estoy sentada. No deja de mirarme- podía sentir como mis mejillas se calentaban.

-¿Y qué haces ahí sentada? Deberías de aprovechar que Kyle no está contigo para ir a pedirle una foto o por lo menos decirle lo mucho que significa él para ti.-

Vi como Nat comenzaba a caminar hacia mi dirección.

Creo que estoy soñando.

-Está caminando para acá- murmuré nerviosa.

-Bien, entonces te hablo más tarde, enana. Bye- se despidió y colgó.

Vaya que es un gran amigo- noten mi sarcasmo.

-Hola- saludó Nat con una sonrisa y se sentó frente a mi.

Agradezco que haya una larga fila en las hamburguesas y así Kyle no llegue y arruine este momento.

-Hola- sonreí nerviosa.

-¿Por qué te fuiste corriendo?- preguntó posando una mano debajo de su barbilla.

Este hombre era aún más guapo en persona.

-Yo...- respiré profundo tratando de controlar mis nervios- mi hermano iba a venir al centro comercial y... el balón era para él, así que necesitaba apurarme con ello. Lamento haberte dejado así- sonreí apenada.

-No te preocupes, solo se me hizo extraño que salieras corriendo así de la nada.- sonrió- Soy Nat.-

-Ya lo sé- reí. Al parecer lo pensé en voz alta.- Digo, ya lo sabía... soy tu fan desde hace mucho tiempo- reí con nerviosismo y él me miró sorprendido.

-¿En serio?-

-En serio.- sonreí sonrojada- Es por eso que también huí corriendo- reímos- no pensé que fueras tú el chico que no me dejaba escoger los balones hasta que volteaste-

-Vaya... no pensé que fueras mi fan. Hablo de que no te comportas de una forma exagerada. Solo saliste corriendo- rió.

-Yo... tampoco sé cómo es que estoy tan tranquila hablando contigo.- sonreí- Siéndote sincera me sentía muy mal por haber actuado así y desaprovechar la oportunidad de decirte cuánto significas para mi-

-Ahora estoy aquí y soy todo oídos.- sonrió y me tomó de la mano- Puedes decirme lo que sea que salga de tu corazón. No te juzgaré-

-Bien.- carraspeé- Te sigo desde que tenías tu show en la televisión con Alex y tus amigos. Y te admiro a ti y a tu hermano por todo el esfuerzo y dedicación que le ponen a la música y a la actuación. Amo su música y las películas en donde salen. Y siempre estaré agradecida por todas esas sonrisas que me has sacado-

-Muy lindas palabras. Yo agradezco que me apoyes a mi y a mi hermano desde hace tiempo. Eres una verdadera fan- sonrió.

-Y bueno, para no desaprovechar del todo el que hayas venido aquí hablar conmigo... ¿puedo tomarme una foto contigo?-

-Por supuesto- sonrió y se levantó al igual que yo, saqué mi celular y puse la cámara frontal para así tomar una selfie.

-De verdad te lo agradezco demasiado- sonreí y él me abrazó tomándome por sorpresa.

-No tienes nada que agradecer, chica de ojos azules tan profundos como el mar-

¿Me recuerdas?-Nat Wolff  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora