Rin encuentra su mente a la deriva y sus ojos giran para mirar por la ventana cercana.
Ojos y rostros en blanco, una pistola disparando, el grito cuando Kero apenas lo salvó de recibir un disparo...
Rin suspira para sí mismo y comienza a golpear rítmicamente su lápiz contra su escritorio, aún sumido en sus pensamientos.
'Anoche... ¿qué debo hacer con algo así? Las barreras deberían haberlos protegido. La única razón por la que yo, Kero y Yue no las desencadenamos es porque soy aceptado como parte de lo que las barreras están protegiendo y esos dos tienen una firma mágica lo suficientemente similar debido a estar unidos a mí'.
Rin gime ligeramente, no le gusta esto en absoluto. Según Kero, ese tipo de cosas es, de hecho, algo que Sakura podría hacer.
'Pero Sakura no haría eso... ¿verdad? Además, ella ha seguido adelante.' Rin presiona una mano contra su frente. 'La conocí a ella y a Syaoran en el intermedio, posiblemente no puedan estar cerca'.
"Rin-kun".
'Pero si es verdad, ¿cuál es el propósito detrás de todo esto? ¿Tiene que ver con las Cartas...? el poder puede ser un imán para el peligro...'
"¡Rin-kun!"
Rin salta y se levanta. "¡Sí!"
Sekki le da una mirada seca. "Ahí estas. Esta es la clase de historia, ¿te importa prestar atención?"
Rin asiente, sonrojándose de vergüenza. "Sí. Lo siento Tsukishiro-sensei..."
Sekki lo mira suavemente. "Siempre y cuando hagas tu mejor esfuerzo para evitar que ocurra de nuevo. Ahora, Yamaguchi, ¿te importa leer de la página 30?"
Cuando Rin se sienta y arrastra sus pensamientos de regreso a la clase, se pierde la mirada que Ying Hua le está dando.
Rin tararea para sí mismo mientras cose. Ha sido mucho trabajo, pero se está acercando a terminar todos los peluches de felpa que irán a la organización benéfica que creó Nomura-sensei.
'Vale la pena todo el tiempo que tomó.' piensa Rin felizmente mirando el peluche delante de él. Entonces lo observa bien y gime, sudando ligeramente ante la vista que tiene delante.
"Este tampoco parece un osito de peluche..." Rin suspira y mira a los osos de peluche. O a los que lo serían, si sus orejas no fueran tan malas. Lo ha intentado varias veces y de varias formas, pero no importa que, las orejas nunca se ven bien. Eso lo deja con un montón de ositos de peluche sin orejas. "Al menos los conejos y los gatos están listos, pero estaré con quince menos de los que prometí..."
Rin frunce el ceño mientras toma el oso en sus manos. "Se parece a Kero". Se queja y no es un pensamiento cariñoso. Puede que le guste Kero, pero no quiere darles Keros sin alas a los niños, quiere darles ositos de peluche.
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Herencia de la Magia
FantasyOkumura Rin tiene trece años, el heredero de Kinomoto Sakura y el nuevo maestro de las Cartas Sakura. Con unas dichosas y nada problemáticas vacaciones de verano tras él, Rin sólo espera ser desafiado en la escuela y con respecto a su familia mientr...