Okumura Rin tiene trece años, el heredero de Kinomoto Sakura y el nuevo maestro de las Cartas Sakura.
Con unas dichosas y nada problemáticas vacaciones de verano tras él, Rin sólo espera ser desafiado en la escuela y con respecto a su familia mientr...
Exclama Rin mientras sostiene el regalo final que ha hecho para Navidad y sonríe. Él sabe que es pronto, pero nunca está de más tener las cosas hechas y listas. Nunca se sabe qué podría ocurrir que arruine las cosas después de todo y su vida está llena de ese tipo de incidentes.
Realmente no puede esperar para ver las caras de todos cuando les de sus regalos y en silencio espera que les gusten a todos.
Colocando el regalo terminado en su regazo, Rin se inclina hacia atrás hasta que está acostado en su cama, mirando hacia el techo. Se siente como si hubiera tomado una eternidad llegar a este punto y parte de él se siente agotado por ese pensamiento. Estos días pacíficos son agradables y son algo que atesora. Especialmente desde que hizo las paces con Ying Hua y se han encargado de todas las pruebas adicionales escondidas en la ciudad.
Ahora realmente puede relajarse y disfrutar de todo por lo que ha trabajado.
Rin sonríe hacia el techo sintiéndose mareado por haber hecho algo bien por una vez en su vida. Por tener talento en algo, incluso si es algo de lo cual no puede presumir demasiado.
Y seguro, Yukio todavía está ocupado con su escuela cram, pero parece que están saliendo juntos más que antes. Es realmente agradable poder hacer eso incluso si él no está aquí hoy gracias a dicha escuela.
—Esta Navidad será buena— Se sienta nuevamente y gruñe mientras con cuidado va a esconder su regalo destinado a Kero. La pequeña criatura mágica está en la sala de juegos, lo que le dio a Rin mucho tiempo para terminar su regalo con suerte. —Espero que a todos les guste lo que les hice.
Rin se inclina sobre su cama y saca la caja grande que está escondida debajo, quitándole la parte superior después de eso. Cuenta los regalos envueltos y los revisa, asegurándose de que no hayan sido alterados. Cuando está satisfecho con todo lo que hay allí y se ha asegurado que nadie los haya tocado, elige una pequeña caja vacía. Pone eso en la cama y decide sacar el papel de regalo, las tijeras y la cinta.
Acomodándose después de deslizar la caja debajo de su cama, Rin se dispone a envolver el regalo y terminarlo.
—Después de esto, soy libre hasta que tenga que regalarlos.
Con eso en mente, Rin se toma su tiempo para envolver el regalo de Kero mientras la emoción lo atraviesa. Realmente no puede esperar hasta Navidad ahora.
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—Entonces, ¿tienes algún plan para Navidad Ying Hua?
La pregunta de Rin hace que la chica parpadee antes de registrarlo, haciendo que una suave sonrisa aparezca en sus labios. Ambos están sentados en una mesa en Sugar Bell comiendo sus propios postres. Ying Hua se decidió por un pequeño lote de beignets, mientras que Rin está trabajando en unos buñuelos de manzana. Faltan pocos días para la Navidad y, sin ser sorprendente, Rin está ocupado con cosas navideñas, etc. Ella imagina que vivir en una iglesia significa que estas fiestas son un poco más grandes para su familia que para cualquier otra persona, por lo que es comprensible.
