Okumura Rin tiene trece años, el heredero de Kinomoto Sakura y el nuevo maestro de las Cartas Sakura.
Con unas dichosas y nada problemáticas vacaciones de verano tras él, Rin sólo espera ser desafiado en la escuela y con respecto a su familia mientr...
No todos los días los compañeros de clase de Rin lo ven realmente feliz de estar en la clase de gimnasia. Dado que la mayoría de las veces no se le permite hacer mucho, generalmente se enfurruña en las líneas laterales con una mirada triste en sus ojos. Hoy no es diferente, pero en lugar de estar triste, Rin está más que emocionado. ¡Después de todo, en unos pocos días su clase irá a Kioto para su viaje escolar y él podrá ir!
¡Nada puede reducir su emoción, incluso el ser empujado a un costado durante gimnasia!
Una sombra aparece sobre Rin mientras mira el campo lleno de estudiantes jugando fútbol. —Chico, Rin-kun, seguro que estas feliz. No creo haberte visto sonreír tanto en gimnasia.
Al mirar al creador de la sombra, Rin ve a Ying Hua, quien le sonríe dulcemente. —Oh, hola Ying Hua, ¿qué estás haciendo?
La chica se sienta al lado de Rin mirando alegremente hacia el campo. —Oh, solo estaba tomando un descanso y te vi solo. Estás realmente feliz de estar aquí, así que tenía curiosidad por saber porque estas tan emocionado.
Rin se ríe nerviosamente ante eso, abrazando sus rodillas un poco más cerca de su cuerpo. —Ah, bueno, estoy realmente entusiasmado por nuestro viaje a Kioto. ¡Nunca antes había podido hacer un viaje así! Mi familia nunca ha sido capaz de pagar algo así.
A pesar de que su energía se desinfló un poco al final, Ying Hua se encuentra entendiendo a Rin. Ella sabe bien que su familia tiene muy poco dinero teniendo en cuenta que vive en un monasterio. Así que al final, un viaje como este sería algo muy importante para él en comparación con ella. Después de todo, ella viajó a un mundo completamente nuevo, por lo que Kyoto es un poco decepcionante a pesar de sonar muy divertido.
Ying Hua misma ha estado en la ciudad, pero solo en su mundo, por lo que también está ansiosa por ver este Kioto, aunque no tanto como Rin.
— Eso emocionaría a cualquiera— señala Ying Hua. —También estoy emocionada ya que nunca he estado en este Kyoto.
Rin parpadea sorprendido por eso. — ¿De Verdad? Quiero decir, pensé que al menos ya lo habrías visitado considerando todo la cosa de...— Hace una pausa mientras mira a su alrededor y ve que son los únicos en el área antes de continuar. —Viniendo de otro mundo.
— Bueno, he estado en mi Kyoto y en otras partes de Asia, pero no he podido visitar este. — Ying Hua se encoge de hombros. —Tengo curiosidad por ver qué hay de diferente aquí en comparación con allá.
El chico también siente curiosidad, sabiendo que su mundo está lejos en el futuro en comparación con este. —Bueno, entonces ambos veremos algo realmente nuevo. Me alegro de no ser el único ahora que lo mencionas. Casi pensé que estaba siendo tonto.
Ying Hua casi pone los ojos en blanco, pero se detiene sabiendo bien cómo Rin se ve a sí mismo. —No, Rin-kun, es perfectamente normal.
Después de eso la clase de gimnasia pasa tranquilamente con los dos haciendo planes para su viaje a Kioto.
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