Capítulo 8

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-Hoy será un gran día -decía Arling mirándose en un espejo mientras acomodaba su cabello con una cinta blanca.

-Tienes razón capitana. Y haré que así sea. Debemos dejar esta fecha en la historia de nuestra nación- expresó Anastasia.

Mientras tanto los chicos comenzaron a levantarse. Tenían un dolor de cabeza fuerte por el exceso de alcohol de la noche anterior.

-¿Dónde estamos?- preguntó Len tomándose la cabeza del dolor.

-Hasta que logran despertar.
Unos amables ciudadanos que nacieron en nuestro reino nos dieron posada. Nos conocimos en la taberna el día de ayer mientras ustedes seguían bebiendo-
respondió Arling con una ligera risa.

Mientras tanto Aby, Ángela y Andy estaban en camino hacia la plaza central que era el punto de encuentro.

-Mff -era el sonido que hizo Aby con su expresión- recuerdo este olor, creo que es del humano.

-No puedo creer que tengas ese poder, el de olfatear a las personas y luego recordar su aroma para encontrarlos- comentó Ángela muy sorprendida.

Las muchachas comenzaron a seguir a Aby quién estaba siguiendo el olor de Len. Comenzó a escabullirse entre las calles del lugar. Esta vez era un poco más precavida para no llamar la atención como la vez pasada.

Luego de unos minutos de búsqueda Aby se detuvo en frente de una casa de 3 pisos. Parecía que ese era el lugar.Aby estaba dispuesta a entrar pero las muchachas detuvieron su intento.

-Tienes que ser precavida pequeña - expresó Andy- No querrás meternos en apuros otra vez. Debemos buscar la forma de poder verificar si ahí es donde está Len y el resto del equipo.

-No hay tiempo para pensar un plan- comentó Aby ya que al parecer no le creían- Estamos a tres horas de la ceremonia por ende no hay tiempo que perder. Por favor, les pido que confíen en mí.

La pequeña se acercó a la puerta y dió unos ligeros golpes con la intención de esperar una respuesta. Cómo era de esperarse la dueña de casa abrió la puerta.

-Me he perdido. Por favor ayúdame- expresó Aby y comenzó a llorar para que la persona cayera en su mentira -por favor tenda piedad de una niña indefensa. Lo único que le pido es una posada por esta noche ya que no tengo donde dormir- dijo con unos tiernos ojos.

-Bueno, no puedo decir que no a tanta dulzura- expresó la dueña de casa-Pasa por favor. Pero, solamente será una noche- expresó con una sonrisa.

-No se preocupe señora. Ese tiempo es más que suficiente, por cierto, mis amigas también quieren entrar. ¿Es posible?

-¿Cuáles amigas? -exclamó la dueña de casa

- Las que están atrás - comentó Aby señalando a Andy y Ángela.

Las muchachas un poco nerviosas entraron al domicilio y empezaron a subir al segundo piso. Estaban siguiendo a Aby mientras ella seguía olfateando.
Al parecer Len y el resto del equipo estaban en el segundo piso porque cada vez el olor era más fuerte.
Una vez frente a la puerta la pequeña la abrió con un fuerte empujón sin alguna razón. Todos los miembros del piso estaban sorprendidos mirándose los unos a los otros.

—Ven que tenía razón —decía Aby mientras daba muchas saltos de felicidad.

—Pues, debo admitir que cada día me sorprendes más —comentó Ángela acercándose a Aby dándole un abrazo.

—Excelente trabajo Aby —expresó la capitana —veo que todo este tiempo de entrenamiento contigo ha valido la pena.

—Yu yu yu, gracias por el apoyo chicas, pero , debemos darnos prisa para interrumpir esa ceremonia.






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