Saint Seiya Omega: Spin Off

Capítulo 1: La Batalla contra Absu

(Primer recuerdo)

-¿Karen no tienes miedo de morir? Tanto tu padre como Seiya, ambos Caballeros Dorados de Sagitario y uno siendo un Caballero Legendario, han muerto por ser Caballeros de la Casa de Sagitario. ¿No tienes miedo de ser la siguiente?- uno de los alumnos de Palaestra, Hilios de Murciélago, me dijo para molestarme

-Hilios tiene razón, los Caballeros de Sagitario están destinados a morir, me sorprende que aún sabiendo tu destino hayas elegido ser una Mujer Caballero, creo que te vendría mejor ser una de las Doncellas de Athena- Saito de Caimán me dijo ahora, ¡hasta aquí!

-¡Cállense! Mi padre fue uno de los mejores Caballeros Dorados de todos los tiempos, Seiya siguiéndole y honrando su memoria y sus deseos se convirtió en el segundo mejor Caballero Dorado de Sagitario que yo haya conocido; además les puedo asegurar que ha sido uno de los mejores maestros, aparte de mi padre y los maestros aquí en Palaestra, con el que he tenido el honor de entrenar. Y para mí es un honor ser el Caballero de Bronce de Sagitario, así que ¡déjenme en paz!- les dije y salí corriendo de ahí, mi joya armadura en forma de corazón de color rosado combinado con morado y con la flecha de Sagitario en color dorado en el centro rebotando en mi pecho como el colguije de mi collar. Luego de correr por un rato sentí los brazos de alguien rodearme en un ligero abrazo.

-No les hagas caso a esos ineptos Karen, sabemos que tu estarías dispuesta a dar tu vida con tal de honrar a tu padre y a Seiya- me dijo Souma de León Menor, uno de los pocos amigos que tengo aquí en la escuela. Lentamente sentí como Souma me soltó.

-Tiene razón Karen, después de Edén, eres el Caballero más fuerte de la escuela, así que no tomes sus palabras en serio. Eres una chica muy fuerte, de nobles sentimientos y gran corazón; en pocas palabras eres mucho mejor que ellos- dijo Ryuho de Dragón, hijo del legendario Shiryu de Dragón y amigo de Seiya, Ryuho y yo entrenamos juntos con su padre antes de entrar a Palaestra, se podría decir que es mi mejor amigo; siempre ha estado ahí para mí.

-Sólo ignoralos, ellos no saben de lo que están hablando. Estoy segura de que si supieran por todo lo que has pasado no dirían esas cosas, a veces las personas dicen cosas sin pensar... Como Hilios y Saito hacen la mayoría de las veces que abren la boca- Yuna de Águila me dijo esta vez, abrazándome pues las lágrimas que había logrado contener hasta ahora comenzaron a caer de mis ojos

-No los escuches, esos idiotas sólo son Caballeros por interés personal, ni siquiera nosotros sabemos como entraron a esta escuela en primer lugar. Comparados contigo no son nada, tú eres mejor que ellos, nunca lo olvides Karen- me dijo Haruto de Lobo; otro amigo mío y alguien a quien yo aprecio mucho. Una vez me encontraba sola en mi habitación llorando por todos los comentarios ofensivos que recibí de varios alumnos de Palaestra por haber decidido quitarme mi máscara, Haruto apareció en mi balcón, viéndome por primera vez sin ella; existe la regla de que cuando una Mujer Caballero es vista sin su máscara, ella debe de amar o matar a esa persona, y Haruto me había visto, al preguntarme si lo mataría le contesté que no tenía la más mínima intención de hacerlo y en lugar de criticarme se quedó conmigo y me consoló toda la noche. También me contó algunas cosas de su pasado, cosas que no le había contado a nadie; esa noche el lobo solitario consiguió una arquera que lo cuidaría por siempre.

-Tal vez sea el nuevo del grupo, pero no permitas que sus palabras te afecten; eres una increíble Mujer Caballero y ya quisieran ellos tenerte como amiga Karen- me dijo Koga de Pegaso, el nuevo y la "reencarnación de Seiya", al menos para mí, me recuerda tanto a él; al igual que Seiya, Koga nunca se rinde y es igual de impulsivo y testarudo.

-Gracias chicos, no sé que haría sin ustedes- les dije, limpiando las lágrimas de mis ojos y en ese momento sonó la campana, indicando que teníamos que ir a clases. Fuimos a nuestra respectiva clase y todos tomamos asiento.