- ¡Papá! ¡Papá!
Harry miró por encima del sándwich de mantequilla de maní y mermelada que había estado preparando, para encontrar a Katie corriendo hacia la cocina, tan rápido como sus pequeñas piernas le permitían. Él soltó una risita y caminó directamente hacia la niña de tres años, cargándola entre sus brazos y balanceándola con su cadera.
- ¿Qué está mal, bebita? - Harry dijo arrullándola mientras Katie lo miraba con sus preciosos ojos azules.
- ¿Papi vendrá pronto? - dijo chillando. Harry sonrió y asintió, rozando su mano contra los pequeños rizos de la niña.
- Sí. Debería estar aquí pronto, bebé. - Harry aseguró, bajándola, - Por ahora, debes comer un poco.
Katie subió a la silla, sentándose expectante mientras Harry ponía el sándwich de mantequilla de maní y jalea sobre la mesa. Ella sonrió y tomó un cuarto del mismo con su pequeña mano.
- ¡Gracias! - ella canturreó. Harry sonrió y besó la punta de su cabeza.
- De nada. - él respondió. Harry tomó otro plato con comida y lo colocó sobre la mesa. - ¡Emily! ¡La comida está lista!
Emily caminó dentro del cuarto, su cabello castaño moviéndose tras su espalda con cada paso que daba, mientras sus ojos verdes miraban a Harry. La pequeña de siente años, sentándose en la mesa junto a su hermana.
- Gracias, papá. - Emily dijo mientras tomaba la mitad de su sándwich. (¡Papá, quiero cortarlo como una niña grande!)
Harry le dio una sonrisa y después revisó su teléfono en busca de algún mensaje o llamada de Louis. Nada. Como desearía que no tuviese que revisar por las llamadas.
Harry se embarazó de Emily cuando tenía dieciséis años. Ahí fue cuando los problemas empezaron. Louis no estaba actuando como él mismo, actuaba completamente como una persona distinta. Los dos chicos habían comprado una casa juntos, y poco tiempo después. Harry se había (accidentalmente) embarazado de Katie. Ahí fue cuando Louis empezó a ser horrendo.
Él bebería alcohol con las niñas alrededor, e iría a discotecas y dejaría a Harry con un bebé llorón y una quejumbrosa niña de cuatro años. Después de un tiempo, Louis se había mudado. Visitaba a las chicas una que otra vez, lo cual Harry pensaba que era una mierda absoluta. Louis no quería ser un papá, solo quería ser el papá "genial", el favorito de las niñas.
- ¿Estará aquí papi pronto? - Emily preguntó, su boca llena de sándwich. Harry miró por encima de su teléfono y sonrió hacia la pequeña niña.
- Debería estar aquí en cualquier momento, Em. - Harry respondió. - Así que deberías acabar tu sándwich antes de que venga.
Emily asintió, tomando otro mordisco de su sándwich de mantequilla de maní y mermelada. - ¡Papá, he acabado! - Katie gritó, juntando sus manos llenas de mermelada y aplaudiendo. Harry sonrió para después tomar un papel de cocina mojado y pasándolo por las pequeñas manos de su hija.
- Buen trabajo, bebé. - Harry felicitó, besando la mejilla de Katie y provocando que ella suelte una risita. Solo ahí, hubo un golpe en la puerta.
- ¡Papi! - Katie chilló, bajándose de la silla y corriendo lejos de Harry hacia la puerta. Katie trató de alcanzar la manija de la puerta, pero ella no era lo suficientemente alta. Harry caminó y la alzó en sus brazos antes de abrir la puerta.
Louis estaba ahí, sonriendo ampliamente cuando vio a Harry. - Hola, Hazz. - él saludó. Katie le sonrió mientras extendía sus brazos para que la tome.
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daddy cool. AU! ; larry stylinson.
Fanfiction-Escucha, - dice Harry duramente sentándose sobre la cama. -No interrumpas... ni siquiera hables. Escucha. Quiero lo mejor para mis hijas, y a veces, creo que tú no lo eres. No eres constante con tus visitas y solo te importa en ser "genial", el pap...