Cinco.- Rey.

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Las nubes pintaban de gris el cielo de Asgard, se sentía de una extraña manera, era el día de la coronación de su nuevo rey.

Nadie en aquel lugar estaba feliz, solo el nuevo rey, quien sonreía de manera sínica, mientras silbaba una melodía, caminando por los pasillos.

—Todo está listo —pronunció Fandral.

—Genial —respondió Thor.

Todos en Asgard se encontraban parados frente al gran balcón, Thor camino hacia ellos, con una capa roja, una sonrisa, mientras su madre se acercaba para colocarle la corona.

—Espero que ahora seas feliz —pronunció Frigga

—Lo seré —se acercó más a la orilla del gran balcón y abrió sus manos —Arrodillarse ante su nuevo rey.

Y así lo hicieron, cada ser en Asgard se arrodillo para dar sus respetos a su nuevo rey.

(...)

Los días pasaron en Asgard, la quien fue la reina no salía de su habitación, la tristeza de haber perdido a su esposo y el que su hijo hubiera sido el causante de aquella muerte, hacían que su alma doliera.

—Tu madre no come —dijo Sif a su rey, el cual estaba recostado en su trono.

—Que molestia.

—Si sigue así pronto morirá, ¿sinceramente eso deseas? —le cuestionó

—Tal vez.

—Entiendo, yo solo cumplí con decirte, lo que hagas después, será por tu propia decisión.

Thor hizo una mueca, pues en el fondo de su frio corazón, amaba a su madre.

Se levanto de golpe, para caminar hacia la habitación de su madre, a la cual al llegar abrió de golpe.

—Levántate —ordenó

No hubo respuesta ante aquello, después de suspirar, se acercó a ella y la tomo del brazo.

—Vendrás conmigo.

—Espera Thor, me lastimas. —suplicó la aun reina madre.

Arrastrada por él, llegaron ante Heimdall, quien miro a su rey con extrañeza.

—Envíala a Midgard —ordenó

—¿Cómo?

—Si ella quiere morir, que muera en ese lugar y no en mi palacio.

—¿Está seguro de esto rey? —preguntó con un sentimiento de tristeza, Frigga fue siempre una dama amable con todos en Asgard, fue una reina digna.

—Está bien Heimdall —Respondió Frigga.

—La has oído —Dijo Thor.

Heimdall sin mucho por poder hacer, pues ahora aquel era su rey, aunque sus acciones no le gustaran, tenía que obedecerlo.

Abrió el portal para mandar a su reina a Midgard

—Adiós hijo mío.

Fue lo único que pronuncio para después marcharse, Thor no hizo ningún gesto, se dio la media vuelta y camino hacia su trono.

(...)

Mas de 100 lunas habían pasado, los nueve mundos estaban en paz, pues, aunque Thor era cruel y despiadado no era tan mal rey, a pesar de todo Asgard progresaba más rápido en todos esos años al mando de Odín, aunque Odín, fue amable con su reino y le gustaba evitar las guerras, tenía algunos fallos que Thor pudo comprender y corregir. Revivió a las Valkirias, su grupo elite de guerreras, también su nuevo ejército era comandado y entrenado por fieles compañeros de lucha.

Una noche en su habitación, después de una guerra, aquel rey miraba la luna con el cuerpo herido. Con la mirada llena de nostalgia y la mente inundada de pensamientos.

—Al parecer tus pensamientos están llenas de remordimientos.

Thor giro su rostro para mirar, a quien había interrumpido sus pensamientos.

—Loki —apenas pudo pronunciar.

—Pensé que me habías olvidado del todo —respondió

—No lo he hecho —se acercó, pero este dio paso para atrás —así que físicamente no estás aquí

—No lo estoy.

—Entonces dime a que debo el honor de tu visita.

—Laufey se siente traicionado por ti, y quiere una guerra, quizá en poco se desate una, solo vine avisarle Rey

—¿Qué ganas con decirme esto? —Preguntó Thor acercándose a él sin tocarlo.

—Nada y a la vez todo —aquella mirada era una mezcla de nostalgia y tristeza.

—Gracias por venir, gracias por recordarme por qué estoy haciendo esto.

Sabiendo que si lo tocaba desaparecería, se acercó a él y lo abrazo.

—Pronto iré por ti, solo espérame. —pronunció antes que Loki desapareciera.

Quizá aquello no era del todo una promesa, pero en la mente de aquellos dos, así fue. Era un extraño sentimiento, pues, aunque no se conocían del todo, había algo que los hacía sentir una presión en el pecho, un calor en lo profundo, una conexión.

Después de aquello, la puerta sonó.

—Soy Sif, ¿puedo pasar? —pronunció con suavidad.

—Adelante

—Lamento interrumpirte, pero quise venir a curar tus heridas, si me lo permite.

—Claro —Se sentó en la orilla de la cama, dándole la espalda

—Perdone que pregunte, pero al parecer escuche una voz en su habitación —Dijo mientras curaba sus heridas

—No había nadie más, solo mis pensamientos y yo.

—Ya veo, puedo decirle algo

—Adelante

—Poco a poco he visto su cambio, aunque hay cosas que no me gustan y he visto esa oscuridad en su mirada, en lo profundo de su alma, sé que es como si estuviera buscando algo que había perdido, no sé cómo explicarlo, es como si le faltara una parte de ti —abrazo suavemente su cuerpo —Yo no sé si pueda llenar ese hueco, pero por favor permíteme quedarme a tu lado.

—Gracias Sif, pero no puedo corresponder tus sentimientos —Soltándose, para levantarse y tomarla del rostro —Eres muy hermosa, una guerrera fuerte, una Asgardiana que cualquier hombre quisiera tener, pero yo no puedo ser ese hombre que deseas, ya que este frio y oscuro ser, quiere alguien con todo su ser.

—Dime ¿Quién es? —preguntó con desesperación

—Debería volver a tus aposentos —Sonrió.

—Está bien.

Sif salió para dejar a Thor recostado en la cama mirando hacia el techo.

—Todo lo que hecho no es correcto, toda esa oscuridad que poco a poco me fue consumiendo, me hace sentir de una manera solitaria, pero tome la decisión de hacer lo que me propuse, aunque me hundiera más, lo único que desee para calmar esta triste alma, es que esa persona que aparece en mis sueños desde que era un niño, seas tu Loki, quiero que tu seas esa razón por la cual mi alma se consume en la desesperación. 

Reincarnationem - Thorki-AU- ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora