Death Of Today - Tomarry

Parte 2 | CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

Advertencias: Bueno, lo que viene en general con las batallas; muerte, sangre, masacre. La mayoría de estas advertencias son para el próximo capítulo.

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Parte 2 | CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

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Su rostro.

Lucius había visto antes esa expresión. Ciertamente nunca en el hombre frente a él pero sí en la de quienes sentían que algo estaba fuera de su control y no había nada que pudieran hacer para detenerlo.

Claro que su rostro estaba esculpido en la más fina máscara de indiferencia, pero Lucius no era tonto. Detrás de esa ficticia construcción podía notar la impotencia y la preocupación. El Señor Oscuro estaba sintiendo y experimentando algo humano. Y Lucius era el primer Mortífago, tal vez después de Izar, en ver algo tan vulnerable en su Señor.

Habiendo decidido apartar la vista de la escena frente a él, Malfoy solo pudo voltearse hacia el Señor Oscuro. Los ojos carmesí no se habían movido de Izar. Como si ni Dumbledore, ni los Potter ni Lucius estuvieran presentes.

Las barreras se ondearon cerca de sus pies sorprendiendo al rubio cuando una corriente eléctrica subió por sus piernas. Al mirar al suelo y a través de el velo dorado notó que Izar trataba de alcanzar sus pies, todo el tiempo esforzándose por mantenerse lo más erguido posible. Rápidamente Lucius se inclinó para oír mejor al chico.

"Izar," jadeó acercando una mano a las protecciones antes de retirarla nada sorprendido de no haber podido tocarlas. Observando de cerca el cuerpo tambaleante del mago, Lucius se preguntó por qué el chico se acercaba a él y no al Señor Oscuro. ¿Seguramente... querría hablar con su amante?

"Tontos," emitió en un susurro ronco. Lentamente, el chico comenzó a reír detrás de su máscara dorada. Una lástima que su último recuerdo de él sería con ese artefacto y no el rostro perfecto por detrás. "¿Solo van a quedarse ahí? El Ministerio está aquí..." Sorprendentemente, Lucius consiguió entender las palabras a pesar del temblor de su voz.

El Señor Malfoy se apartó y observó sus alrededores y al Ministerio que se acercaba. Tenía su atención centrada en el grupo de Mortífagos que permanecía inmóvil sin comprender qué demoraba a su Señor.

"Ve," ordenó el Señor Oscuro. Aparentemente había oído a Izar a pesar del tono de su voz.

"Mi Señor," exclamó Lucius echando una mirada a James y Lily Potter. "¿Y usted?"

"Yo tengo que estar aquí y tu allá. Vete."

Lucius se vio en una encrucijada. Admiraba a Izar bastante como para quedarse a ayudarlo en cuanto pudiera; también le intrigaba el drama detrás de las lealtades de los Potter. Pero sabía que esas tentaciones iban en segundo lugar comparadas con su lealtad hacia el Señor Oscuro. Y el solo imaginar que éste optaba dejar la batalla para quedarse a cuidar a un chico cuya escancia se desvanecía lentamente probaba sus sospechas de que Izar era más que solo un juguete para el Señor Oscuro. Eran amantes, sí, ¿Pero a qué extremo?

"Le deseo suerte, Mi Señor. Los veré a usted y a Izar en el campo de batalla."Naturalmente su tono era natural y tranquilo. Aunque en la realidad esas palabras dejaron en su boca un sabor amargo. Ya no habría más Izar. ¿Acaso los Mortífagos quedarían atrapados como animales? ¿Encerrados por barreras fortificadas con el espíritu de un chico que había sacrificado tanto por esta guerra? Era repugnante el solo pensarlo. Y aun más cuando Lucius se dio cuenta que esperaba que los Potter tuvieran éxito.