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Todo inicia el día en el que Jimin, un carajito sifrino, acostumbrado a lujos toda su vida (Viajes, ropa buena, educación en escuelas y liceos privados, entre otras vainas) por cosas del destino tiene que volver a usar el transporte público.

Había quedado la noche con Jin para que lo pasara buscando temprano para así evitarse todo ese trote al que claramente no estaba acostumbrado el problema era que... Su cola había amanecido nada más y nada menos que volcao' por andar de arrocero en unos quince años la noche anterior. Qué belleza vale ¿Con quién cuenta Venezuela?

Así que ni modo, le tocó respirar hondo y aceptar las vainas como eran. Hoy, después de casi seis meses sin subirse a un bus lo iba a tener que hacer.

Malayo sea el día en el que su papá se puso a confiar en esos aceites quemaos que empezaron a vender por ahí. Jimin estaba 100% seguro que lo que había jodío el carro había sido eso, pero como su papá era terco y no le gustaba que le porfiaran las vainas... Calladito se veía más bonito. Que se bajara de esa mula, porque eso era embuste que de un día para otro le iban a arreglar el motor al carro.

Lo único que quedaba era: Acostumbrarse a su nuevo estilo de vida y más nada.

El pelinaranja se vio una última vez en el espejo, se metió su teléfono por dónde no le daba el sol, se embolsilló sus llaves y por su puesto agarró un cambur para comérselo en el camino, ya en la uni se iba a comparar algo de desayuno o en su defecto que alguno de sus panas se lo brindara, una de dos.

─ ¡Me voy! ─ Anunció mientras se encaramaba su bolso, rápidamente su mamá salió de quién sabe dónde y se le acercó con una sonrisa

─ Te cuidas por ahí, mira que hay mucho loco en la calle ─ le dijo mientras apoyaba sus manos en los hombros de Jimin que a su vez estaba asintiendo frenéticamente

Ese no quería decir nada, pero estaba nervioso y asustado.

No quería que lo robaran o peor, que agarrara el bus que no era y terminara botado por el Rincón de Monagas...

Él era pila, pero cuando los nervios lo atacaban era totalmente lo contrario.

Salió de su urbanización con el Jesús en la boca y se paró en la parada asustadito porque no había ni un alma por ahí, solo él. Esperó pacientemente por cinco minutos y cuando ya se quería poner a llorar, a lo lejos se veía un 20 placa blanca doblando por la esquina.

Jimin suspiró aliviado y esperó a que llegara a la parada, cuando lo vio más o menos cerca se percató que el bus ese tenía una calcomanía toda fea que decía "Azuquita"

Ya le estaba dando como que piquiña... ¿O sería un ataque de ansiedad a primera hora de la mañana?

¡HOSPITAL, AMBULATORIO, TERMINAL, SALIENDO, PASAJE EN MANO! ─ Gritó el chamo que aparentemente era el colector. Jimin le calculaba uno o dos años más que él... ─ ¡SUBIENDO Y PAGANDO, VAMOS QUE TODAVÍA QUEDA PUESTO! ─ El chamo volvió a gritar a pesar que el único ser en esa parada era Jimin y su cara de espanto.

El bus no era que estuviese full, pero tampoco estaba vacío, quizás ni puestos tenía... Ay no, como que se estaba arrepintiendo. ¿Le quedaría muy lejos la universidad si se iba a paticas?

De mala gana se sacó los riales del bolsillo y se los dio al chamo... Pensándolo bien, a lo mejor le había pagado de más... Pero ajá, no se iba a poner a discutir con un colector, eso sería una marginalidad de su parte y él era todo menos marginal.

─ Dale mi reeey que no tenemos todo el día ─ Jimin se hizo el que no escuchó, simplemente se subió y se terminó sentando en los puestos de en medio...

Cómo le había explicado su mamá; Atrás se sentaban los malandros para cantar la zona, Adelante la gente propensa a que les pegaran un quieto (Porque ajá, en caso de que se subiese algún malandro a robar no les iba a dar chance de guardarse las cosas) y luego estaban los puestos de en medio... Dónde podías estar pila de ambos lados y cuidar tus cosas al mismo tiempo.

Así que bueno, gracias a su mamita por sus sabios consejos.

Casi llegando a la parada de la universidad ese autobús se puso full hasta las metras, Jimin no entendía como carrizo iba a hacer para bajarse... Y de paso, a esa hora, había una gente con un violín que qué va, lo cargaban mareado.

─ ¡PARADAAA! ─ Dijo Jimin mientras se levantaba e intentaba hacerse paso entre ese poco e gente Coño... Permiso ¡Ay! ─ Alguien como que le había tocado una nalga... Dios mío... Bueno, pa todo había una primera vez ¡EPA CHAMO, PARADA! ─ gritó por última vez y el autobús echó un frenaso Chamo te recomiendo que le bajen un poquito a la música que ve, tempranito y hacen a la gente pasar arrechera, permiso Le dijo al colector mientras se bajaba Haciéndole perder el tiempo a uno ah, que arrecho Dijo Jimin en voz baja

─ Así me gustan, arrechones, nos vemos después Catire El chamo le lanzó un beso y Jimin quedó como en shock en plena parada...

— ¿Ca... catire? — murmuró Jimin mientras evaluaba todo lo que acababa de ocurrir... 








Nota de la autora:

Esta historia fue escrita en 2019 por ende, hay términos, referencias a situaciones cotidianas, memes, canciones, etcétera, que hacen referencia a esos tiempos (escribo esto en 2024).

Por lo mismo decidí no editar ni modificar aquellas cosas así que disfruten su lectura y recuerden los viejos tiempos de venecoland.

¡LLEVAME PA TU CASAA! «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora