𝒟ℯ𝒶𝓇 𝒻𝓊𝓉𝓊𝓇ℯ 𝓈ℴ𝓊𝓁𝓂𝒶𝓉ℯ♡ ;｢kookgi｣

♡Mentiras♡

—Jungkook, por favor dime dónde demonios estas—decia una muy alterada Jieun al teléfono—llevas una semana desaparecido. No me llamas, ni siquiera tu hermana me contesta ¿Qué está pasando?

Jungkook había contestado el teléfono sin pensar, creyendo que era su alarma. Cubrió su cintura desnuda con una sábana mientras YoonGi trataba de hallarla para no destaparse y seguir durmiendo.

—Jieun, cálmate por favor. Te dije que estoy ocupado.
—¿En qué? Metiendote con alguna golfa seguramente.
—No digas tonterías. SooYoung tiene unos asuntos que le estoy ayudando a resolver.
—No te creo nada. Dime ahora mismo donde estas o iré con tu madre a pedirle la dirección de SooYoung.
—Haz lo que quieras.

Y colgó.

YoonGi dormía con su rostro perturbado por el ruido, pero poco a poco fue relajándose. Era tan bonito. Jungkook acarició el rostro de su amante.

Habían estado follando toda esa semana. Apenas salían y no sabían nada de lo que pudieran hacer. YoonGi le había dado dinero para los gastos a SooYoung. Le había dado tanto que no era necesario que ella doblará aquellos turnos. Pero ella insistía en dejarlos solos y estar trabajando. Su excusa era tener un buen dinero ahorrado para los tiempos difíciles.

—Buenos días cariño—dijo YoonGi con tono adormilado y una sonrisa sarcástica— ¿Dormiste bien entre mis brazos?
—Son demasiado flacos.
—Idiota—rió Min.

Aquella semana se habían convertido en amigos demasiado cercanos. Todo gracias al hilo supuso Jeonguk. Le preocupaba que YoonGi se enamorara de él. No sería de extrañarse. Habían pasado una semana pegados, acostándose y besándose todo el tiempo. Hacían todo juntos.

Jungkook no se consideraba una persona "irresistible". Era tranquilo pero no muy interesante. Era demasiado común. Sin embargo era el alma gemela de YoonGi, un chico que apenas parecía ser cercano a una persona y se estaba encargando demás con el menor. Jeonguk quería pararlo, buscaba una y otra vez lanzar indirectas como "a Jieun le encantaría esto" o "Jieun y yo hacíamos esto juntos todo el tiempo." Pero Min cambiaba el tema de inmediato. Al final Jeon se había rendido y apenas hablaba de su novia.

Después de ir a desayunar, volvieron al cuarto, Jeon estaba seguro que se hubieran vuelto a acostar, de no ser por unos extraños murmullos en lo que parecía ser la sala de SooYoung, murmullos que pronto se transformaron en una conversación para nada agradable.

—Dejame pasar, debo verlo.
—YoonGi no está, ni siquiera sé quién eres.
—¡Soy su maldito novio!

YoonGi apenas escuchó aquello y apartó a Jungkook de un empujón, comenzó a ponerse su ropa y cuando al fin estuvo a punto de salir, la mano del menor lo detuvo.

—¿Qué crees que haces?
—Es Taehyung. Debe estar muy molesto después de que me desaparecí.

Y salió. Jungkook se sintió estúpido. No podía haber pensado que aquello duraría para siempre. Ambos tenían una vida, y en ningún plan de ellos parecía caber la mínima idea de que terminarían juntos y felices para siempre, como la mayoría de las tontas publicaciones de Facebook donde la gente compartía sus trágicas pero lindas historias de amor, que siempre terminaban con el típico happy ending.

El happy ending era el término que se utilizaba para cuando las almas gemelas se unen para siempre. Cuando viven juntos y son "felices".

—¿Me puedes decir por qué mierda no has estado? —se escuchó la misma voz de hacía unos minutos, pero más grave ahora.
—Te dije que me dejaras en paz.
—¿De verdad? Por Dios YoonGi, no puedo creer que realmente me quieras lejos. Deja de ponerme peros y vamos a casa.
—Ya déjame Taehyung. Te dije que no volvería si no hechabas a ese idiota del departamento. Y por lo que sé sigue ahí.
—Ya te dije que SeokJin es mi primo y no lo voy a correr.