4

6.2K 813 239
                                    

Félix estaba en silencio frente suyo, con su cabello apuntando a todas direcciones, una camiseta negra de mangas cortas que dejaba ver los vendajes en sus brazos. Su rostro tenis ojeras y una marca violeta en la mejilla, con sus labios resecos. HyunJin estaba sorprendido por esa avista del más joven, no pensaba que alguna vez lo vería de esa manera y ahora temía en que podía empeorar su estado.

El menor se acercó lentamente y con un notable nerviosismo, apoyando simplemente su frente en el pecho de HyunJin sin tocarlo más, sin abrazarlo. Hwang se quedó quieto dejando que Félix escuchará los latidos de su corazón por el tiempo que desease, maldiciéndose a sí mismo por la velocidad que estos tomaban siendo la cercanía la causante de esto.

Sonrojado hasta las orejas el menor se separó de su cuerpo y le hizo una seña para que entrara a la habitación, abriendo la puerta dándole permiso para que pudiera ingresar.

La habitación era simple, aunque en una pared había varios posters de distintos videojuegos y en una repisa varias figuritas de acción. La cama estaba desecha con una de las almohadas tirada en el suelo, por el resto todo estaba arreglado como si casi no se hubiera levantado de la cama.

Félix le apuntó a la cama queriendo decir que podía sentarse en esta, HyunJin le hizo caso sentándose en el borde más ordenado y dejando su mochila sobre su regazo. Vio al menor abrazar una almohada contra su pecho buscando seguridad en esta.

— Podemos ir abajo si te molesta que este aquí —ofreció en un tono calmado, pero Félix negó con la cabeza, aun cuando la mayoría de su rostro estaba cubierto por la almohada— Traje esto para ti —buscó en su mochila acercando al menor los post-it amarillos junto a un lápiz de gatitos que había comprado hacía una semana para Félix.

El menor tomó ambas cosas antes de escribir en uno de los post-it.

«Gracias por preocuparte por mí»

HyunJin le respondió con una sonrisa, sacando una de sus libretas. Había apuntado todo lo posible durante la semana solo para que Félix no se perdiera nada.

— Primero matemáticas ¿Sí? —Félix asintió, acercándose un poco más para ver los apuntes.

Explicó el tema lo mejor que pudo, afirmándose en los post-it color amarillo, los que contenían datos importantes. Félix parecía entender todo, incluso completó varios ejercicios correctamente.

— Tenemos tarea de esto ¿Podemos hacerla juntos? —preguntó sacando las copias que la profesora le había entregado en donde estaban los problemas a resolver— Hicimos unos en el tablero, estos —apuntó al cuaderno del menor en donde había resuelto los primeros.

Félix un poco sonrojado asintió, escondiendo un poco más la cabeza en la almohada haciendo que solo se notarán sus ojos y su cabello.

La presencia del mayor no era molesta, le gustaba mucho, pero no podía evitar sentirse cohibido algunas veces.

— Apuesto que no me ganarás —animó HyunJin dejando la hoja con los problemas entre ambos, había aprendido que retar a Félix en las materias donde era más confiado daba algunos frutos.

Ambos en su mundo iniciaron a revolver los problemas con rapidez, HyunJin a veces perdiendo el tiempo en el pálido rostro de Félix y como este mordía la goma de su lápiz al sacar mentalmente una multiplicación muy compleja, admiraba esa faceta del chico.

Entre tantas distracciones Félix terminó todo primero, dejando que Hwang admirara una hermosa sonrisa con hoyuelos incluidos y sus ojitos haciéndose pequeños, una sonrisa que sería mucho mejor si no existieran ojeras bajo esos hermosos ojos.

— Está bien, me ganaste —se rindió devolviéndole la sonrisa— ¿Qué quieres de premio? —Félix tomó los post-it.

«Un helado de frutilla»

— Está bien, el lunes después de clases ¿Qué dices? —Félix asintió ligeramente.

Después que HyunJin terminara los problemas siguieron con las materias de arte, diseño solo tenían que hacer un dibujo usando una fotografía y tu técnica favorita, en caso de ambos, acuarela. En dibujo debían hacer un retrato de alguien muy querido.

Aún tenía tiempo de sobra para hacer ambas por lo que no se preocupaba.

— Y como último, literatura —dejó de lado los apuntes que había sacado para Félix y sacó un libro de su mochila— La verdad me llama la atención de este libro.

Félix parecía querer decir algo, su vista estaba fija en el libro como si esperara que HyunJin le leyera los pensamientos, miró momentáneamente hacia el mayor para después empezar a escribir en la notita.

«¿Podrías leerlo conmigo?»

— ¿Quieres que te lo lea? —preguntó lentamente a lo que Félix asintió.

Se acomodó dejando la espalda contra una pared, iniciando a leer lo más entendible posible ignorando como Félix le miraba, demostrando que toda la atención estaba en el mayor.

Ninguno de los dos notó que la puerta fue abierta por una señora que venía dispuesta a intentar persuadir a Félix para que se levantara de la cama y comiera un poco. La señora admiró como su sobrino estaba recostado en la cama con la mirada fija en el otro chico y como este leía un libro en voz alta.

Cerró nuevamente la puerta sin hacer ruido y bajó las escaleras, encontrando a sus dos hijos peleando por quien elegiría el próximo videojuego.

— ¿Quién es el que está con Félix? —preguntó causando que SeungMin se cayera del sofá por la impresión.

— Hwang HyunJin —respondió Chan tranquilamente— ¿Por qué?

— Bokkie está muy tranquilo, me sorprendió verlo así —se sentó en el otro sofá— ¿Son compañeros de clase?

— Ajá.

— Channie tuvo la idea de buscar a alguien que ayudara con los temas a dar y Bokkie habló sobre él —SeungMin inició el juego que eligió su hermano anteriormente— No fue mala idea, si está con Hwang HyunJin no debería volver a pasar otra vez.

— ¿Fue él quien los ayudó?

— Sí, junto a su amigo.

— Fue nuestro error, omma. No debimos dejarlo solo —Chan hizo un puchero.

Los pasos de HyunJin alertaron a todos, el castaño apareció con su mochila al hombro.

— Oh, buenas tardes —se inclinó ante la presencia de la tía de Félix— Hwang HyunJin, un gusto.

— Bang MinSoo, madre de Chan y SeungMin —se presentó con amabilidad— ¿Ya te vas?

— Mi madre me llamó, tenemos cena familiar y no puedo llegar tarde —anunció acercándose a la entrada— Nos vamos, que tengan buenas noches.

Salió casi corriendo de ahí por lo cohibido por encontrarse con la mujer de la nada, olvidando avisar que Félix había caído dormido luego del tercer capítulo ya que en su cabeza solo puede pensar en lo bonito que se veía mientras abrazaba su peluche de gatito el cual le mostró emocionado luego de terminar el segundo capítulo. 

In your armsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora