In your arms

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— Como el día de hoy es lunes y estamos en las últimas horas sé que están estresados y también que no quieren escucharme hablar sobre artes plásticas porque se van a dormir, Lucas es el ejemplo —todos miraron al chino que había terminado dormido en la silla como la mayoría del tiempo— Por lo que hoy haremos lo siguiente.

Rebuscó en la caja que traía en brazos al llegar sacando varios paquetes de arcilla para moldear.

— Harán un llavero para ustedes mismos o si quieren darlo a alguien lo pueden hacer, también traje las pinturas y agradezcan que hice unos cuantos tratos para tener estas horas con ustedes —rodó los ojos sacándole una sonrisa a más de uno de sus alumnos— Un paquete será suficiente para dos personas, háganse en grupo.

— Fue un gusto verte hoy —dijo ChangBin tomando sus cosas y acercándose a Jung WooYoung ya que ese día el que siempre se sentaba con él había faltado.

HyunJin rodó los ojos levantándose y caminando directamente al asiento junto a Félix el cual la mayoría del tiempo estaba desocupado; le sonrió al menor siendo correspondido segundo después.

— Buenos días, Lixie~ —saludó dulcemente.

La manito de Félix se colocó sobre el pecho de HyunJin en forma de saludo, pudiendo sentir el corazón del chico golpear contra su palma. Habían tomado esa costumbre que a ambos les gustaba mucho.

— También extrañaba sentarme contigo —afirmó HyunJin correspondiendo la sonrisa que el pecoso le entregaba.

El profesor dejó frente a ellos el paquete de arcilla y dos pares de guantes sin interrumpir.

— Ten —le entregó uno de los pares y la mitad de la arcilla— ¿Te gustaría escuchar música?

Félix asintió, pero apuntó al profesor.

— Fácil —volteó hacia su profesor—Seonsaeng-nim ¿Podemos escuchar música?

— Mientas no interrumpan a los demás, sí.

HyunJin sonrió en agradecimiento y volteó, sacando su celular del bolsillo de su abrigo.

— ¿Quieres recomendarme una canción? —preguntó abriendo Spotify y dejando el celular a disposición del menor.

Le vio teclear por unos segundos mientras buscaba la canción, un sonido de piano se le hizo conocido por lo que no pudo evitar sonreír al reconocer la canción. Conocía esa voz, pero no esa canción. Pudo ver cómo Félix modulaba las palabras con sus labios como si cantara, sacándole una tonta sonrisa al mayor.

Se dedicó a crear lo primero que se le vino a la cabeza, dispuesto a dárselo luego a su mayor como regalo lo que en verdad iba tomando forma de un pequeño koala.

Cuando tuvo que dejarlo secar notó que el mayor estaba concentrado en buscar una canción.

— ¿Sabes algo Lixie? Siento que cuando compartes una de tus canciones favoritas con alguien estás compartiendo una pequeña parte de tu alma —una melodía desconocida empezó a sonar en los auriculares, Félix tomó uno de los post-it' s escribiendo en él.

«¿Por qué?»

— Si es tu canción favorita es porque tiene algo que la hace especial para ti, algo hizo que no fuera una canción más entre todas. Es cosa de emociones.

«¿Qué canción es?»

— Hug de Seventeen —HyunJin pareció sonrojarse ligeramente, siguiendo con su llavero.

Elegían las canciones a ratos o dejaban que el reproductor eligiera por ellos, pasando un rato bastante tranquilo sin notar que había cierta chica grabando a «la amistad que todos quisieran tener». Sí, se habían vuelto una pequeña tendencia ante los cuidados que se daban entre ellos.

Acercarse a Félix ahora era de temer, no por su discapacidad, si no por quienes le guardaban la espalda. Desde aquel día en que defendió al chico y a sus primos se vio en la obligación de hablar con el grupo más temido por parte de la secundaria en general, no llegaba a entender porqué le tenían miedo cuando su líder, Lee TaeYong desde pequeño había sido un amor de persona.

Si bien ya no era parte oficial del numeroso grupo, no dejaba de ser considerado como uno de ellos. Todos le tenían a ese grupo, sabían que no tenían miedo de pelear si lastimabas a uno de sus miembros o a un amigo de uno de ellos; solo era cuestión de tiempo a que vinieran por ti.

NCT no jugaba cuando de la seguridad de sus miembros está en juego.

Por ello luego de una presentación un poco incomoda por la gran timidez de Félix que se escondía de los veintiún pares de ojos tras HyunJin, Hwang pudo hacer que su protección se transmitiera igualmente para Hwang HyunJin, los hermanos Bang y claramente a Lee.

JiSung por petición de ChangBin ya que el chico a pesar de a veces parecer alguien problemático y con quien no meterse no era más que una pequeña ardilla que debía ser cuidada de cualquier daño. Palabras dichas textualmente por Seo.

Félix mordió su labio hasta que terminó de moldear su obra, mirando entonces hacia el horno que su profesión había traído.

— ¿Terminaste? —la profunda voz de su profesor le hizo dar un pequeño salto antes de encogerse en sí mismo y apegarse más a HyunJin.

Le entregó como pudo su pequeña creación ganando una sonrisa de ese hombre antes que se fuera a colocarlo en el horno. Respiró profundamente hasta calmarse nuevamente, tocando entonces el hombro de HyunJin para llamar su atención.

— Cuddle? —preguntó el mayor con una tierna sonrisa en labios.

Félix asintió sonrojándose inmediatamente, Hwang le sonrió dulcemente recordándose totalmente contra su mesa, pasando uno de los brazos por la espalda de Félix. El menor se apoyó en el hombro de HyunJin, pudiendo ver lo que el mayor estaba haciendo.

Habían descubierto uno de sus límites actuales, Félix poco a poco se abría más en cuanto al contacto físico con HyunJin con pequeñas demostraciones.

Donde estaba apoyado podía escuchar el latido de su corazón, fuerte y estable, aunque un poco acelerado. En secreto adoraba escuchar el corazón de HyunJin.

— ¿Te gusta? —le enseñó la figurita, se trataba de una llama o una alpaca.

Félix no demoró mucho en escribir algo.

«¿Eres tú?»

La sonrisa de HyunJin y la pequeña risita que pudo escuchar supo que le había hecho sonrojarse.

— Tengo que levantarme, Lixie~

El menor se separó sonrojándose nuevamente ganando de esa manera una sonrisa de HyunJin en cambio. Cuando ambas figuritas estaban listas para pintarse ambos volvieron a estar en su mundo, pintando cuidadosamente las figuras evitando cualquier error.

— Listo —HyunJin se levantó para colocar sus figuritas en el lugar donde iban a secarse, pero fue detenido por Félix.

El azabache terminó de pintar la coronita que tenía su gusanito para levantarse igualmente y caminar junto a HyunJin hacia el objeto que estaba en la ventana.

— ¿Qué hicieron ustedes? —preguntó ChangBin apareciendo de la nada.

— Una llama y un koala ¿Qué hiciste tú, enano?

— Yo hice esto —mostró dos llaveros, una ardilla y un lobito.

Félix escribió rápidamente.

«Son lindos»

— ¡Gracias! —Seo se dirigió al soporte en donde las figuras se encontraban secándose.

Durante la espera de la hora de irse y luego de limpiar sus áreas de trabajo, Hyun y Félix se encontraban apoyados en la mesa de sus asientos, mirándose mutuamente.

Aún estaban escuchando música, está vez una de las canciones favoritas de Félix. Mirarse parecía más interesante que tener una de aquellas conversaciones que tenían a base de gestos. Lo pálido de la piel de Félix siempre era algo que sorprendía al mayor, sus ojos castaños llamaban la atención junto a las pecas que adornan sus mejillas de una manera tan preciosa.

— ¿Quieres ir por un helado?

Y nuevamente aquella sonrisa tan linda que hacía sus ojitos chiquitos se mostró solamente para HyunJin.