Salir a caminar de la mano con HyunJin se había convertido en una linda tradición de los viernes al salir de clases, una parada en la heladería mientras bromeaban y reían manchando el rostro del otro con helado.
Ir a la casa de Chan, hacer las tareas juntos hasta que HyunJin tuviera que irse, despidiéndose del menor con un abrazo hasta la próxima vez que se verían, normalmente siendo el próximo lunes.
Luego de sacar las fotografías sobre qué iban a pintar cada uno tomó un camino en sus propios proyectos, ambos haciendo algo a espaldas del otro ya que no querían que lo vieran, no todavía.
En el aula todos veían que se encontraban haciendo, Chan algo parecido a una ciudad apocalíptica y HyunJin algo como un enorme e imponente lobo blanco.
HyunJin llevaba noches en vela iniciando decenas de veces el boceto inicial, intentando conseguir la mejor imagen posible, luego esforzándose en no cometer un error.
Tenía tiempo, estaba terminando su obra pero también estaba cansado mental y físicamente ya que había estado ayudando a ChangBin en su mudanza como todo amigo, cobrando su trabajo en comida.
Se tomó el lujo de faltar el viernes estando todo su día encerrado en su apartamento, en aquella habitación destinada a sus obras.
Faltaba cada vez menos, cada vez encontraba algo mejor que colocar.
Tazas de café rodeándolo y empaques de fideos instantáneos llenando la papelera, música sonando en las pequeñas bocinas que habían sido regaladas por JinYoung.
Cuando un bostezo escapó de sus labios el celular anunció la llegada de una llamada, confundido lo tomó y contestó sin ver de quién se trataba.
— ¿Hola?
— ¡HyunJin! —gritaron JiSung y MinHo.
— ¿Qué quieren, mocosos? —preguntó revolviendo si cabello, causando sin querer que se manchara de pintura.
— ¿Podemos ir esta tarde a su depa?
— ¿Ustedes y cuántos más?
— Chan, YongBok, ChangBin, JiSung, mi novio y yo —dijo MinHo con tranquilidad.
— ¿Tú novio?
— Chan-ah y ChangBin se llevan bien con él, dale~
— Ustedes traen comida y limpian antes de irse.
— ¡Claro! —aceptó JiSung sin dudarlo.
— Nos vemos en cinco horas, Hwang HyunJin.
— ¡Le quiero! —se escuchó a Félix gritar antes que la llamada se cortase.
HyunJin miró su celular con una tonta sonrisa en los labios, mirando la hora.
Decidido se levantó y guardó con cuidado tanto su obra como sus materiales antes de salir de esa habitación, yendo entonces al baño y tomando una ducha.
Colocó la alarma para dentro de tres horas y media, lanzándose a la cama y cerrando los ojos a la espera que el sueño lo venciera, cosa que no tardó en pasar.
Soñó con un hermoso paraje en medio del bosque, recordando entonces su obra que estaba siendo planteada en ese lugar. En un lugar hermosamente igual a ese.
Un espectro blanco apareció entre las sombras, teniendo forma de lobo y siguiendo a un joven alto y de cabello castaño; al otro lado un hermoso joven rubio apareció siendo seguido por un espectro de lobo negro como la noche.
Ambos chicos compartieron una mirada más que significativa, casi era como si sus almas pudieran reconocerse en ese instante.
En silencio ambos chicos se acercaron, uniendo las palmas de sus manos en el aire y creando una gran cúpula brillante que los protegía de todo.
Entonces despertó por el sonido de la alarma. Tenía todo claro.
Se levantó de un salto, tambaleándose un poco por el movimiento repentino pero logrando mantenerse de pie y pudiendo correr hacia su estudio, acababa de imaginar algo perfecto.
Tomó uno de los lápices de dibujo y una hoja de tamaño grande, plasmando en ella la imágen que había sido creada en su mente.
Varios intentos después pudo verla y sonreír, pasando entonces sobre las líneas un rotulador negro para hacer su idea básica, en la noche se ocuparía de transportarla al lienzo.
Apenas pudo guardar su boceto y sacar la basura de la papelera cuando alguien introdujo el código de su puerta, siendo envuelto por los brazos de alguien. Cuando pensó que se trataba de Chan unas manos cubrieron sus ojos.
— ¡Adelante! —el grito de JiSung se escuchó sorpresivamente cerca.
— ¡Están robando en mi casa! —gritó causando muchas risas, encontrando entre todas la risa de Félix lo que le hizo sonreír a él— ¿¡Por qué me tapan los ojos!?
— Es una sorpresa.
— ¿Por qué siento que me olvidé de algo?
— Porque lo hiciste y estoy muy dolido —le recriminó ChangBin.
— Lix~ —estiró sus brazos en busca del pálido, este río entre dientes y se acercó— Dime por favor que no es once de agosto.
— No es once de agosto —respondió con el mismo tono de HyunJin, haciendo reír a todos.
Se había olvidado del cumpleaños de su mejor amigo.
Bueno, no del todo, tenía un regalo listo y todo, pero no recordaba que era ese día.
Esperó por varios minutos más antes de ser liberado, encontrando su hogar totalmente decorado con cosas en celebración a ChangBin.
Miró a su amigo haciendo un puchero, este al verlo negó con la cabeza cruzándose de brazos y mirando a otro lado.
— Binnie~ —lloriqueó acercándose para abrazar al más bajo— Lo siento.
— Me tendrás que pagar la comida por una semana para tener mi perdón.
— Tengo algo que sé que te gustará como regalo, no me dejes más pobre —le hizo cosquilla— Sé que me amas.
— ¿Me pintaste algo? —se volteó sorprendido, amaba el trabajo de su amigo, HyunJin asintió aún apenado— Ok, parte de mi perdón está comprado.
— Baboso —volvió a abrazar a su amigo con fuerza— Te quiero.
Chicos gritando, bailando, riendo fue lo que siguieron, la música sonando lo suficiente fuerte como para que un vecino tocara con una escoba o algo así el techo para que le bajarán a esta.
El dichoso regalo que HyunJin tenía listo es un dibujo de un entrenador Pokémon con razgos similares a los de ChangBin con un enorme Snorlax tras él y un pequeño munchlax entre sus brazos.
Arriba de ellos estaba el nombre de ChangBin con una letra estilizada, perfecta para los gustos del menor. La sonrisa que le dedicó Seo sin duda hizo válido todo el tiempo dedicado a esa pintura.
— Tienes mi perdón, simple pecador —dijo ChangBin haciendo reír a todos— ¡Quiero comida!
— Hyung —Félix se metió entre los brazos de HyunJin en busca de su atención.
— ¿Bonito? —sintió como el menor se acurrucó entre sus brazos.
— No te olvides de mi cumpleaños también, por favor —escapó de brazos del mayor.
— ¡Lee Félix! —le reprimió riendo, causando carcajadas del pecoso las cuales se podían escuchar sobre las voces de los otros seis presentes.
Amaba ese sonido.

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In your arms
Fanfic«Los brazos de HyunJin siempre serán el refugio perfecto para Félix» #14 hyunlix [06/10/21]