JiMin, un esclavo sumiso y tímido. JungKook un hombre muy posesivo con lo suyo.
Un mundo donde los seres humanos libres deben poseer un esclavo.
JungKook desearía no vivir en ese mundo.
Desearía no esclavizar a JiMin.
Un inocente.
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—Quiero a este.
—Joven, en los otros pasillos tenemos nuevos ingresos. — Dijo el guía al llegar a su lado. — Vamos para que vea a los nuevos y después decide cuál quiere.
—No, quiero a este.
—Este acaba de ser devuelto por no saber seguir órdenes. — Dijo el hombre que traía al esclavo del pelo. — Le recomiendo ir al pasillo de los nuevos y recién entrenados.
—Dije que quiero a este.
—Joven, de verdad-
— ¿Dónde puedo dejar la queja de que no me están brindando un buen servicio? — dijo JungKook mirando a ambos hombres, quienes ahora tenían expresiones desconcertadas. — He dicho que quiero a este.
Los hombres intercambiaron miradas y luego el guía miró a JungKook con una sonrisa forzada.
—Bien, sígame para hacer los trámites. — Dijo el guía y señaló a la salida. — Mi compañero alistará a su esclavo para que se lo pueda llevar tan pronto termine el papeleo.
JungKook empezó a seguir al hombre, pero antes de cruzar la puerta, se volteó y miró al hombre que "alistaría" al pobre esclavo.
—No quiero recogerlo con un rasguño más. — Dijo JungKook y el hombre lo miró con una ceja levantada. — Ahora es mí... posesión y lo quiero en buen estado. Es mío, así que cuídenlo.
El hombre asintió y levantó del brazo al arrodillado esclavo. Satisfecho, JungKook salió del pasillo y siguió al guía.
Los trámites fueron más rápido de lo que esperaba y rápidamente vio como cruzaba el joven esclavo por la puerta del pasillo. Ahora venía con la piel limpia y traía una camisa y pantalón color café.
Venía caminando con la cabeza gacha y con las manos a la espalda, su cuerpo en total sumisión.
—Aquí tiene la información del esclavo C-301. — Dijo la mujer y le entregó a JungKook un folder con un par de papeles. — En caso de devolución, tráigalo consigo. Muchas gracias.
JungKook miró a su madre y ella asintió. Juntos empezaron a caminar al auto, el joven esclavo siguiéndoles los pasos. JungKook caminó hasta la puerta y la abrió para el chico.
El esclavo frenó cuando vio la acción de su nuevo dueño.
—Vamos, entra. — Dijo JungKook con un tono amable y el esclavo se atrevió a mirarlo a los ojos un instante.
La sonrisa que vio en ese instante fue lo que lo impulsó a entrar al auto y tomar asiento. Se sorprendió aún más al ver a su dueño abrocharle el cinturón, como si fuera un niño... un niño libre.
Estaba acostumbrado a que lo transportaran en las cajuelas de los autos.
—JungKook... — Dijo su madre cuando ambos habían entrado al auto.
—Sácanos de aquí, mamá, por favor. — Dijo JungKook mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.
Su madre no dijo nada, solo encendió el auto e inició el camino hacia su casa.
A mitad del camino, JungKook no aguantó más.
—Mamá detente... — Murmuró y su madre se orilló lo más rápido que pudo.
El auto no había frenado del todo cuando JungKook ya había salido de aquel y ahora vomitaba todo el contenido de su estómago a la orilla de la calle.
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La historia es algo "Fuerte" por el aspecto de que va a haber un trato algo desagradable de personas hacia los "esclavos".
POR FAVOR NO SEXUALICEN LA ESCLAVITUD.
Al menos no en este fic, quiero tomar las cosas algo serias y espero lo mismo de ustedes. Respeto a los personajes y si no están deacuerdo con algo que pase, diganlo, pero de forma correcta.
