JiMin, un esclavo sumiso y tímido. JungKook un hombre muy posesivo con lo suyo.
Un mundo donde los seres humanos libres deben poseer un esclavo.
JungKook desearía no vivir en ese mundo.
Desearía no esclavizar a JiMin.
Un inocente.
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La noche estaba realmente fría y JiMin se removió en la cama, frunciendo su ceño al sentir aquel frío. Normalmente no sentía una pizca de frío por el calor que emanaba JungKook. Buscó con su mano a su lado, pero solo encontró un espacio vacío.
Abrió sus ojos y buscó en la oscuridad de la habitación, encontrando a JungKook sobre su escritorio bajo la tenue luz de la lámpara. JiMin miró el reloj y suspiró cuando vio que eran casi las cuatro de la mañana.
No era la primera vez en esa semana que se despertaba en la madrugada para encontrarse a JungKook encorvado sobre un libro, estudiando para sus exámenes finales.
JungKook había decidido especializarse en Ciencias Políticas, así que se la pasaba mucho tiempo tragando información de viejos libros.
—Quiero cambiar el mundo. — le había dicho JungKook cuando habían conversado acerca de a cuál carrera entraría y JiMin había sonreído. Su novio era la persona más enfocada y decidida del mundo; si se enfocaba en algo, no se detenía hasta lograrlo.
Y eso incluía desvelarse seguido para mantener sus notas perfectas.
JiMin se levantó despacio y caminó hasta JungKook, posando sus manos en sus hombros y dando leves masajes. JungKook gruñó con satisfacción y tiró su cabeza hacia atrás, recostándola sobre el abdomen de JiMin.
— ¿Quieres un café? — preguntó JiMin agachándose para besar la frente del mayor. Las veces anteriores había intentado hacerlo dormir, pero siempre era en vano, así que lo mejor era ofrecerle su ayuda en lo más mínimo que pudiera.
JungKook sonrió al escucharlo y cerró los ojos, disfrutando en pequeño masaje.
JiMin subió sus manos y empezó a acariciar el rostro del ojinegro, rosando sus dedos en las bolsas bajo los ojos de mayor.
—Realmente deberías dormir. — dijo JiMin con un suspiro y pasó sus dedos por el cabello de JungKook. —Pero dime si quieres que te prepare un café.
—Sé que debo dormir, pero no me puedo dar el lujo. — dijo JungKook después de unos segundos y movió su silla para estar sentado mirando en dirección a JiMin. El menor aprovechó y se sentó sobre su regazo, rodeando sus hombros con un brazo y con su mano libre acarició la mejilla de JungKook. — Con los exámenes junto al MDL, no he tenido el chance.
JiMin frunció su ceño y asintió en entendimiento. Con el paso de los meses, JungKook y TaeHyung se habían convertido en las manos derechas de Seokjin y junto con toda la organización, habían estado planeando la primer protesta del movimiento.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de JiMin con la idea.
Todo estaba siendo planeado minuciosamente; se habían logrado comunicar con los demás grupos secretos de liberación cerca del campus y habían logrado incluso encontrar aliados dentro de la fuerza policial, pero JiMin no podía evitar sentir temor al lado de la emoción.
—Eres mi héroe. ¿Sabes? — dijo JiMin después de unos segundos y JungKook lo miró con una sonrisa y expresión confundida. —Mi Superman. Mi Super JungKook.
JungKook soltó una pequeña risa y acarició el costado de JiMin. —Estás empezando a delirar y el que debería delirar por falta de sueño soy yo.
JiMin soltó una pequeña risa y luego besó a JungKook. El beso fue lento y lánguido por el cansancio de JungKook, pero no menos cargado de amor.
—Por favor vamos a dormir. — susurró JiMin y lo miró directo a los ojos. —Ambos sabemos que ya te sabes toda la información. Mañana tenemos reunión temprano con Seokjin, todavía podemos descansar un poco.
JungKook lo dudó unos instantes y estuvo a punto de negarse, pero la pesadez en sus párpados le indicaba que tan pronto intentara leer otra vez el libro, se quedaría dormido. Asintió y JiMin sonrió satisfecho, se levantó y jaló a JungKook de la mano hasta guiarlos a la cama.
El menor se acostó y para su sorpresa, JungKook recostó su cabeza a su pecho. Normalmente era JiMin durmiendo sobre JungKook; el mayor solo hacía aquello cuando se sentía realmente cansado
—Consiénteme. — murmuró JungKook contra su pecho y JiMin rió suave mientras pasaba sus dedos por el cabello ajeno.
En cuestión de segundos, JiMin pudo escuchar y sentir los ligeros ronquidos de JungKook sobre su pecho y cerró sus ojos para descansar.
Sería una larga mañana de reunión la que tenían por venir.
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ESTOY MUY SOFT KSKISKS
Mis padres y yo les amamos o c
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