Flores de cerezo ➳ HyunSung

Epílogo.

Nadie estaba preparado para dejar ir a Jisung, específicamente, nadie.

El dolor de perder a un amigo, hermano, hijo, ídolo, conocido, o compañero, era más doloroso que cualquier cosa.

Recordar su último abrazo, última charla, tiempo compartido, su último "adiós", todas las cosas que les gustaría decirle.

Nada se comparaba con la perdida de Han Jisung.

Minho había estado aislado y cerrado desde aquella última noche con Jisung, los chicos creían que algo le pasaba, pero seguramente tenía que ver con el estado de Han, que obviamente le afectaría al ser su mejor amigo.

Les extrañaba que Jisung ya no respondiera o al menos les diera los buenos días, como solía hacerlo desde que lo habían ingresado y para avisarles que no tendría internet, pero luego de dos días del aniversario, ya no había señal alguna de su querido amigo.

Pero poco les sorprendió, cuando entró su manager, miró directamente a Minho, asintió, y se sentó frente a los otros siete miembros.

-Chicos... Jisung ha fallecido.

Fue una bomba sin prevención.

Ninguno lo creyó, ninguno quería creerlo, hasta que Minho se rompió haciendo más y más fuerte su llanto.

El ambiente había cambiado cruelmente, sus caras transformado; algo les faltaba.

Cuestión de segundos para que el más joven se cubriera la boca sin creerlo y los ojos del líder se llenaran de lágrimas.

-¿C-como? -preguntó tembloroso.

Inclusive su manager, conteniendo todo el dolor que al igual que los miembros sentía, no podía hablar a la perfección.

-Han llevaba combatiendo con una enfermedad hacía un año... Hanahaki Disease... Hoy se lo ha llevado. Lo siento mucho chicos.

Allí fue cuando todos entendieron.

No solo el líder, sino los demás, comenzaron a culparse por no haberse dado cuenta de lo obvio, comenzaron a cuestionarse cómo esto podría haberse evitado, entre tantas cosas.

El dolor que había, no dejaba de incrementar.

-Min... Minho... ¿Tú lo sabías? -habló el líder entre lágrimas.

Recibiendo como respuesta simplemente una mirada y asentimiento.

-¿Por qué no nos lo dijiste? -dijo Seungmin sin dejar de llorar.

Antes de responder, se levantó lentamente y corrió a su habitación para volver allí con una caja.

-Mejor que nos lo diga él... -murmuró limpiando sus mejillas mientras sacaba una carta con "Stray Kids" escrito en su frente.

Lee se la otorgó al líder, y este la abrió tembloroso, negándose a creer que todo había sido perfectamente preparado por su dongsaeng.

-"Chicos..." -comenzó a leer tembloroso, evitando que su voz cohibida interrumpiera su lectura. -"Supongo que para cuando lean esto, ya sabrán todo y yo habré pasado a mejor vida... Seguramente se encuentran todos en un círculo llorando, y con Chris leyendo esto... Ay chicos... Ya los extraño de solo decirlo. Primero que nada, solo ustedes, la agencia y mi familia saben esto, pero las noticias tendrán otro informe. No quiero que sepan de mi último año de sufrimiento. ¿Saben? Me aterra el tener que contarles todo esto, pero creo que se los debo... Había una vez, un chico que se enamoró de otro chico; el primero, no quería aceptarlo, porque para el mundo, y una parte suya interna que no quería aceptar, aquello estaba mal visto... Cuestionó sus sentimientos y los retó... Demasiado mala su jugada, cuando retas al destino, aquel puede darte vuelta el juego. ¿Recuerdan a mi hermano? También fue víctima de esto, pero él decidió el camino fácil... No lo juzgo, pero no era el que yo quería tomar. Arrancarme los sentimientos, dejar de ser yo, sentir, amar, respetar. Han Jisung sería un simple envase vacío, ¿Aquel es el chiste de la vida? Para nada. No creí que de todas las personas en el mundo, justamente a mí me tocaría agonizar de esta amarga, pero dulce, forma. Yo elegí irme, elegí dejar mi marca en el mundo, y contento de aquello. Aquel chico, nunca correspondió de mis sentimientos, y no lo culpo, porque a veces las personas no están hechas para estar juntas, pero pese a la amargura que me otorgó, lo recuerdo como una sonrisa, tan sincera como la que él tenía en su rostro. Me niego a darles nombre, aquel chico, si quiere, lo dirá, sino, no lo obligaré. Minho me ha jurado y acompañado en este proceso, no lo molesten ni insistan, él es un tumba en cuanto a este tema. Por favor, no lo culpen a él por no decir ni hacer nada; porque hizo más de lo que piensan. Tampoco se culpen a ustedes, que no me cuestionaran todo hizo todo este proceso más fácil de lo que podría haber sido... Esta carta está llegando a su final, pero quiero que sepan, que Han Jisung, al que conocen y siempre fui, se ha ido feliz, alegre y completo, sin arrepentirse de sus acciones o de quien fue. Sigan rompiendo records, usen las canciones que les he dejado, recuérdeme con una sonrisa y sean el mayor fuerte que STAY tenga en sus vidas, porque así como son la nuestra, nosotros la suya. No lloren ni peleen, levántense de las cenizas y recuerden día a día que Stray Kids se creó para llegar a cualquier parte del mundo. Serán eternamente 9, permitan que STAY les llene el vacío que he dejado, y ustedes sanen sus dolidos corazones. Los quiere, Han Jisung." -finalizó la carta antes de largarse a llorar junto a los demás miembros.

Ninguno esperaba aquellas palabras tan sinceras de Han, pero que en ese preciso instante nada dejaba de doler.

Minho, tratando de aparentar ser fuerte, siendo de los que más rotos y débiles, comenzó a entregarle a cada uno de los miembros, las cartas individuales que Han había preparado, pero cuando llegó el turno de Hyunjin, sacó su propia carta de la caja, y le entregó la misma con su contenido adentro, disimulando como el mejor actor que pudieras conocer.

Hwang tembloroso miró el contenido y otra vez comenzó a llorar.

Aquel libro, sólo podría significar una cosa; que Jisung tenía demasiado para decirle, y él creía saber exactamente por qué.

Tomó la caja entre sus brazos y la sostuvo con fuerza, antes de unirse al abrazo que Chris había invitado a los chicos a tener.

Ninguno estaba bien, tenían un dolor común; pero el tiempo sanaría y honrrarían el nombre de Jisung, recordándolo cada día que les fuera necesario.

Al fin y al cabo, siempre serían 9, y se tendrían el uno al otro.

Fin.