사십팔 ; 48

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Cinco días.

Cuatro noches.

Y estaba viajando a casa de sus padres.

Ellos eran consciente de que sería la última vez que cenarían con su hijo y lo abrazarían, pero su hermano... Su falta de sentimientos lo había llevado a anteponer una reunión de trabajo antes que con su familia.

Aquello, le había recordado a Jisung lo que no quería llegar a ser, y el por qué estaba tomando esa decisión.

Pasaron todo el tiempo abrazados en el sofá, comiendo, riendo, viendo fotos de pequeño, y pasando un tiempo cálido en familia.

Cuando las risas en un momento de la noche cesaron, Jisung se dió cuenta de que sería su oportunidad.

—Padre... Madre... Ustedes saben que he crecido feliz, ¿Cierto? —ambos sonrieron y asintieron. —Estoy siendo tan injusto con ustedes... Lo siento tanto... Pero mi corazón no podría estar más agradecido de su amor y apoyo. —comenzó a sentir sus ojos llenarse de lágrimas. —Madre... De ti me llevo el amor más puro que he sentido en mi vida... Tu protección, tu apoyo y confianza... Serían irremplazables. No me gusta ser el causante de tu dolor en este momento, ya que lo único que mereces es ser feliz.

Su madre negó rápidamente con lágrimas cayendo por sus mejillas y limpiando las de su hijo.

—Soy la madre más orgullosa; de tener un hijo tan fuerte, valiente, sincero, fiel a sus ideales y trabajador... Sin duda no cambiaría nada de ti. —apoyó su cara en el cuello de su hijo. —Te amo Hannie, esto duele, pero te recordaré todos los días con una sonrisa como tu siempre tuviste. —besó su mejilla.

Tomó aire relajándose y miró a su padre.

—Supongo que tu dureza me hizo parte de quien soy hoy... —soltaron ambos una risa irónica. —Sin duda, me has enseñado lo que la vida no habría estado dispuesta a enseñarme... Sé que tal vez no he sido el mejor hijo, o hemos tenido nuestras disputas, pero padre, has sido mi gran ejemplo de superación. Me llevo tantas cosas increíbles, juegos, recuerdos, nunca creas lo contrario... Has hecho mis diecinueve años inolvidables. —ambos se sonrieron y abrazaron sin importarles nada.

—Les digo esto ahora porque dudo de mis fuerzas en el hospital, ya que apenas ahora las tengo... Gracias. Jamás olviden de que me han dado todo lo que un gran hijo podría pedir.

Poco importándoles todo lo que los rodeaba, los tres se abrazaron, y como cuando Han todavía era joven, chico y risueño, durmieron juntos hasta la mañana; donde Jisung dejaría una nota para su hermano, y se iría a su último destino.

Flores de cerezo ➳ HyunSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora