En mi casa me encontraba.
Sola.
Sin mi madre.
Sin mi padre.
Sin mi hermano.
Sola.
Mi padres no querían que fuera, porque segú ellos lo iba a pasar mal. Y razón que tenían.
Lo estoy pasando mal.
Todo ha sido por la rata de Natalia.
Me senté en el sofá, no tenía otra cosa mejor que hacer.
Puse la tele.
Este no me gusta. Ya he visto este capítulo. Repetido. No me gusta.
Así estaba mientras cambiaba de canal.
¿Por qué no está Andrea o Alma?
O los gemelos.
...
Son las 17:07 y estoy con Dani.
Andrea y Alma tenían asuntos familiares.
Jesús... Jesús no sé.
D:¿Estás mejor?
Se sentó en la cama a mi lado.
Encogí los hombros.
D:Venga sonríe, no será nada grabe.
Me volví a encoger de hombros.
D:¿Va ha estar todo el rato así?
Volví hacer el mismo gesto anterior.
Me imité a hablar.
A:¿Y Jesús?
D:Está en casa.
A:¿Y por qué no ha venido?
D:No te quiere ver mal Amy.- dijo acariciándome la cara.
No hablé.
D:Vamos hacer algo, no me tengas aburrido.
A:El que.
Si alguna vez no te encuentras ven por mí, mi alma vive en silencio piensa en tí, solo tú me das la paz. Se me ha olvidado olvidar...
Sonó el móvil.
Sí he quitado a Pablo Alborán, mi ídolo.
Pero esta canción me transmite algo.
Jesusiano.
¿Lo cojo?
D:Cójelo. Es Jesús.
A:Anda, no sabía leer.
Lo cogí.
J:Amy.
A:Jesús.
J:Ven a mi casa con Dani. Ya.
A:Vale.
Colgué.
A:Tenemos que ir a tu casa. Tu hemano nos necesita para algo.
Tras decir eso cogí a Dani de la muñeca, la tiene bastante huesuda. Bajamos y salimos de casa.
Vivimos al lado, así que vimos a Jesús nada mas salir por la puerta.
A:Jesús.
J:Tu madre me ha dicho que te lleve al hospital.
A:¿Y por qué no me ha llamado a mí?