La puesta | | [Emiliaco]

Capítulo 25

Ha pasado un tiempo desde la amenaza de Manu y no ha pasado nada de nada. Yo sabía que Manu podría ser un loco y que no era capaz de hacerme daño.

Los primeros días si tuve un poco de miedo, no voy a negarlo pues si llegué a tener miedo por mi seguridad y la de Emilio, capaz Manu le quería hacer algo a mi novio.

Tomamos todas las precauciones necesarias, Emilio no me dejaba solo en ningún momento, hasta el punto de casi quererme poner un guardaespaldas que obviamente no lo quise aceptar.

Conforme el tiempo avanzó deje de tener miedo. Manu no había hecho nada sus amenazas se quedaron solo como palabras. Empecé a sentirme más seguro.

Estoy en casa de Emilio según vine a hacer tarea y terminamos haciendo botana con comida y viendo películas de terror y romance.

Cuando estoy con Emilio el tiempo se me pasa volando, pierdo la noción del tiempo. Cuando acabó la quinta película que veíamos mire mi reloj y me percate de que eran las casi las nueve de la noche.

—¡No inventes ya es muy tarde! —Exclamó el castaño poniéndose de pie

—El tiempo se nos fue volando —Emilio se levantó a apagar el televisor

—Me gustó venir a pasar tiempo contigo, pero me tengo que ir a mi casa —El castaño agarro sus cosas

—¿Y si mejor te quedas a dormir conmigo mi cielo? —Preguntó el rizado con una sonrisa

—Emi a mi me gustaría pero tengo que volver a casa —El castaño se puso su suéter

—No creo que a tu mamá le moleste, es más si quieres le llamo —El rizado agarro su celular

—No creo que quiera mañana a primera hora tenemos que salir a ver a mis abuelos —Mencionó el castaño

—No perdemos nada con intentar. Además no quiero que te vayas a estas horas a tu casa es muy peligroso —El rizado tecleo el número de suegra en su celular

—Bien —Se sentó en el sofá mientras miraba como su novio colocaba su celular en su oreja

Marque al número de mi suegra, no voy a permitir que mi bebé se regrese solo a casa y más si es de noche. Además si le digo que yo lo llevo no va a querer y yo no le puedo decir que no y mas cuando tiene razón o hace sus ojitos de chachorrito.

—Buenas noches suegrita —Pronunció el rizado

—Buenas noches yerno, ¿que sucede? —Preguntó

—Lo que sucede es que se nos fue el tiempo muy rápido —Comento el rizado

—¿Aja?

—Y ya es noche y no quiero que su hijo se vaya a estas horas a su casa puede ser muy peligroso —Mencionó el rizado

—Si tienes razón es muy peligroso que mi hijo ande solo a estas horas y más por el loco ese de Mamut —La señora estaba de acuerdo con Emilio

—Es Manu —Corrigió el rizado

—Si como sea Mamut, Manu, ¿cuál es la diferencia? —Preguntó

—Bueno que un nombre... —No terminó de decirlo puesto que su suegra lo interrumpió

—No es por ser grosera Emilio, pero tengo cosas que hacer, ¿que me vas a decir? Es que dejé la olla de frijoles en la estufa y no quiero que se me quemen —Pidió Eli de la forma más amable posible

—Bueno yo quiero pedirle más bien decirle, ¿su hijo se puede quedar a dormir conmigo? —Pregunto algo nervioso

—De una vez te digo esto Emi, no es por ser mala pero a mi bebé le di una hora para se viniera y tuvo que haber llegado a casa hace un buen de tiempo. Solo por esta vez que se quede contigo porque no quiero poner en riesgo la seguridad de mi niño. Pero eso sí que no se vuelva a repetir y dile que lo quiero aquí en casa a las ocho de la mañana —Respondió con un leve toque de enojo en su voz

—Si suegra no se preocupe yo le aviso y muchas gracias por darle permiso —Agradeció

—Y le dices eh. Si no para la próxima no le doy permiso de salir contigo. Tienen suerte que mañana sea Sábado

—Si, gracias que tenga buenas noches

La llamada finalizó. Me metí a la aplicación de alarmas y puse un montón de alarmas, la diferencia de cada una era de un minuto si una no me despertaba espero que la otra lo haga. No voy a permitir y ni me daré el lujo de que mi bonito ya no vuelva a salir conmigo.

—¿Que tanto haces en tu celular amor? —Pregunto el castaño

—Pongo alarmas corazón —Contesto el rizado sin despegar su vista de su celular

—¿Y para que? —Pregunto curioso

—Bueno es que un hermoso rey se va a quedar a dormir conmigo —Sonrió quitando su mirada de su celular

—Oh. Bueno entonces yo me voy —Se levanto del sofá

—Jajaja mi amor vámonos a dormir que tu mami te quiere temprano en casa. Dice que si no llegas temprano ya no te dejará salir conmigo —Le quito su mochila y la coloco en el sofá

—Bueno aun son las nueve es temprano, ¿te parece si hacemos algo? —Preguntó el castaño

—Cómo qué le gustaría hacer señor Joaquelongo hongo —Alzó sus cejas de manera coqueta

—No se que te parece ver otra película, ¡o ya se! —Exclamó el castaño con alegría

—¿Que se te quiere mi bebé hermoso? —Pregunto

—¿Y si me das de comer? Muero de hambre —Contestó el castaño con un brillo en sus ojos al pensar en la comida

—Uh. ¿Y como que quiere comer este bebé hermoso? —Preguntó con una sonrisa pícara

—Quiero cenar huevo con salchicha y un vaso con leche sabor chocolate —Pidió el castaño y dio saltitos emocionado

—Bien como usted lo ordene pero será leche blanca —Agarro a su novio por la cintura

—¿Que? Espera Emilio no seas un puerco en verdad tengo hambre —Lloriqueo el castaño

—Bien te haré de comer toma asiento guapo —Le lanzó un beso

—Por eso te amo bebé —Se fue a la mesa para tomar asiento y mientras su novio le hacía de comer el pedía un uber para mañana

[En otro lado]

—Bien se supone que Joaquín ya pidió con anticipación un Uber —Manu miraba aquella aplicación con una sonrisa cínica

—Sip ya está todo listo para mañana —Comentó su secuaz

—Por fin vas a ser mio pequeño —Sonrió mientras tomaba un shot de tequila

Nota de la autora

*Ando de buenas así que les subiré otro capítulo más :)

*Si leen mis demás historias díganme, ¿que otra historia quieren que les actualice? Tengo imaginación y no se cual actualizar así que ustedes díganme :)

*Pd: Vayan a leer mis dos nuevas historias por favor y denles amor🤩