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Taehyung me había dejado pensando, ¿que quería decir? Lo único que hice fue mirarlo, él hizo lo mismo pero ninguno de los dos dijimos algo. Me solté de su agarre y entré al departamento sintiendo mi corazón casi salirse. Hasta que cerré la puerta detrás mí y me deslicé por ella hasta caer al suelo, fue cuando lo escuché hablar una vez más. Él solo había repetido lo mismo, no acercarme a Seokjin.

— ¿Que te sucede? — La voz de Hoseok me hizo dar un brinco, negué rápidamente con la cabeza. Lo seguí con la mirada, era tan precioso, aún recuerdo cómo estaba loca por Hoseok. Tomó asiento en el sofá sosteniendo una copa en su mano izquierda, portaba un traje en color negro ajustado a su cuerpo.

— Nada, es solo que estoy muy cansada. ¿Porque no has dormido? Pasan de las tres de la mañana, Jung — Me levante el suelo y me deshice de mis zapatos de tacón, estaba muy cansada pero al parecer Hoseok no. Se mantenía fresco, con aquella copa de vino entre su mano, después lo vi encender un cigarillo y bueno, cualquier mujer caería con verlo de esa manera. Pero vamos, era demasiado tarde y mi mejor amigo tal vez creía que eran las diez de la noche.

— Tiene poco que llegue, ya sabes que son horarios diferentes y bueno, todo eso. No importa... mejor dime, por lo que escuché, volviste a ver al famosísimo Kim Taehyung — Sonrió en grande, pero en forma de burla. Asentí desviando mi mirada hacía cualquier lugar que no fuera Hoseok. Siempre me había advertido no salir con él por causas desconocidas.

— Fue impresionante ¿sabes? Después de tanto tiempo, solo que me advirtió sobre Seokjin. No lo entiendo — Realice una mueca con mis labios, empece mi caminar hacía la habitación y lancé los zapatos al suelo sin importarme donde y cómo cayeran. Solté un suspiro de cansancio y empecé a deshacerme de mi vestido, la confianza entre Hoseok y yo, era muy grande. Llegando al punto de no importar vestirnos frente al otro.

— Bueno, tal vez tenga razón. En fin, olvidemos ese tema. Si gustas podemos hablarlo mañana — Bebió el último trago de su copa y la deposito en el buró de mi habitación. Aún mantenía el cigarillo, no me interesaba ni me molestaba — ¿Que tal si dormimos juntos? Han pasado muchos días desde la ultima vez.

Y así era, Hoseok es un hombre sumamente ocupado debido a la cadena de restaurantes y demás negocios que manejaba. Ha ganado demasiado dinero últimamente, lo cual es bueno, quiero decir, me enorgullece porque comenzó desde muy abajo. Hasta el punto de no tener ni siquiera para un poco de carne.

Acepté su propuesta, mientras él se deshacía de su traje, aproveche para desmaquillarme. Cuando esto sucede, siempre pienso sobre lo que me sucede más a fondo, no entiendo el porque. Así que, en mi mente se encontraba Taehyung y Seokjin. Aquellos hombres muy guapos que en cierto punto, me divertía estando en compañía de ellos. Pero la gran pregunta era: ¿porque Taehyung decía que Jin es una mala persona? Desde que me conoció me ha tratado muy bien. No veía el problema.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos en cuanto Hoseok llegó a la habitación con solo un short y una playera con el logo de Balenciaga. Le sonreí en grande y me lancé a sus brazos, lo había extrañado demasiado.

— Reserve en un restaurante que se encuentra cerca, noté que es nuevo.

Por fin, nos acostamos. Tal vez para las demás personas podría resultarles incómodo el dormir con tu mejor amigo, pero en mi caso, era todo lo contrario. Creo que no había absolutamente nada de malo.

— Eso me perece muy bien, creo que ya es hora de que me regales un poco de tu tiempo — Solté una risita, Jung asintió.

— Por supuesto, es solo que últimamente he estado demasiado ocupado y bueno, ya sabes. Las empresas siguen creciendo y a medida de eso, la mayoría del tiempo es para el trabajo.

— Me alegra que así sea, Hoseok. Has esperado mucho por esto.

Conversamos un poco más, le conté mi plan de vida en Seúl lo cual le pareció excelente, aunque me había confesado que todo es mejor en Rusia. Si, lo era pero, el vivir allá ya no era de mi agrado. No me sentía cómoda, después de tantas cosas que sucedieron, preferí dar un cambio drástico. Elegí Corea del Sur por Hoseok, había venido un par de veces pero por temas de trabajo. Y me pareció genial.

Al día siguiente, me desperté por la voz fuerte y dura de Hosoek, parecía estar gritándole a alguien. Me levanté con pereza para salir de la habitación, efectivamente, se trataba de mi mejor amigo quien discutía por teléfono. Y pero en su idioma natal, coreano. Entendía ciertas palabras pero no al cien por ciento, debía inscribirme a clases de dicho idioma, me haría mucha falta, además, Hoseok me ha enseñado un poco y es por ello, que entiendo algunas. Son seleccionadas porque de verdad estamos hablando de un idioma verdaderamente difícil.

Miré a Hoseok quien me hizo un ademán con su cabeza, indicándome el almuerzo que reposaba en la mesa. Le sonreí en grande y me desplome en la silla, siempre solía consentirme demasiado. Él siguió hablando pero ahora de una forma más tranquila, mientras tanto, yo estaba entretenida en el delicioso almuerzo que constaba de huevos con tocino, pan tostado y mermelada. Bonita combinación.

— ¿Todo bien? — Me atreví a preguntarle, él asintió seriamente. Realice una pequeña mueca con mis labios y preferí seguir en lo mío. Había veces que Hoseok estaba de mal humor por ciertos negocios que no salían como lo planeaba o discusiones con sus empleados. Era difícil tenerlo de jefe, en serio.

Mi teléfono móvil resonó por toda la planta de abajo dando aviso a un mensaje de texto. Me levanté con rapidez, podía ser algo urgente. Pero no, en realidad se trataba de Taehyung. Quien me había envido una fotografía de Seokjin en un escritorio de estilo Victoriano, sostenía una copa entre su mano izquierda y sonreía pero sin mirar a la cámara, al rededor de él había armas, de diferentes estilos.

— ¿Quien es? — Preguntó Jung desde el comedor, trague la comida y deje a un lado el móvil. Regrese con Hoseok un poco confundidas por lo que había visto.

— ¿Conoces a Seokjin?

— Si, nos hemos topado algunas veces. ¿Porque?

— ¿Está dentro de alguna organización o algo así? — Lo mire fijamente, Hoseok frunció el entre cejo y negó.

— No, tal vez viste armas. A Seokjin le gustan mucho, es una rara y... peligrosa colección que posee. Ten cuidado, cuando está ebrio suele volverse otra persona y no quiero hacerle daño por lastimarte.

Era muy curioso que Hoseok conociera a los dos, quiero decir, mi mejor amigo es sumamente amigable y demás. Pero, había algo que no me cuadraba. ¿Como sabía Jung que Kim había enviado una fotografía de esa manera? Ni siquiera lo había comentado y él parece que lo ha adivinado. Esto era muy raro. Y lo supe desde que Hoseok trajo consigo miles de hombres para que custodiaran la casa y claro, a él. Antes no era así, además, solía hacer muchas llamadas misteriosas y todas en diferentes idiomas que desconocía. Solo capte una palabra en coreano: " No le dispares", mientras Hoseok trataba de mantener la calma, lo había escuchado a escondidas.

Mari Infidele  | KTH | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora