007

3.6K 240 34
                                    





¿Se acuerdan de las palabras que me había dicho Seokjin? Dándome a entender que deseaba estar conmigo. Pues si, así sucedió. Habían pasado once meses desde entonces, llevábamos una relación muy linda aunque habían momentos donde discutíamos demasiado fuerte. Sin embargo, nos arreglábamos.

— Ya deberías saberlo, es una relación tóxica la que llevas con Seokjin, parece que cada día se esfuerzan en empeorarla — Me dijo Jimin, tuve el gusto de conocerlo en una fiesta de personas importantes. Él también era parte de la línea de empresarios, quiero decir, de los mejores que había en Corea del Sur, según fue lo que entendí cuando mi novio me lo explicó. Al principio, se había molestado por tener una gran conexión con Park, pero tuve una gran charla con Jin para aclarar todo.

— Mmm... esta vez no te lo negaré. Es cierto, pero supongo que todo mejorará.

— Vanya, debes comenzar a tomarte esto serio. Es un tema complicado y delicado, una relación tóxica no es cualquier cosa. Además, estás embarazada. No pudo creer que no te hayas cuidado, no tienes quince años — Me reprochó, coloque los ojos en blanco y bebí de la pajilla el líquido oscuro. Café.

— Fue planeado, no un descuidó — Confesé, Park abrió sus ojos como platos y comenzó a toser. Creo que el líquido fue mal procesado.

— Levanta los brazos — Le indiqué, Jimin me obedeció y su tos fue disminuyendo hasta que estuvo tranquilo con sus ojos lagrimeando.

— Ahora explícame eso, ¿como que planeado? Estas loca, Vanya. Acabas de entrar a la mejor etapa de tu carrera como modelo — Siguió comiendo del pastel de chocolate que ahora se me antojaba, ah sufrís demasiado con los antojos.

— Lo sé pero al ser hija de la señora Chanel, tengo beneficios — Alce mis cejas una y otra vez, Park soltó una carcajada y continué hablando — Seokjin converso conmigo muy seriamente hace tres meses. Él me dijo que deseaba un bebé y bueno... me pidió permiso para que así fuera. Así que accedí, por que también quiero.

— No puedo creerlo, pensé que había sido un descuido tuyo. ¿Porque no me lo dijiste? — Fingió lucir ofendido. Le robe un poco de pastel y no me equivocaba al sentir el delicioso sabor en mi boca.

— Por que no lo vi como algo importante, quiero decir, sabría que te tomarías bien el embarazo así que no le tome mucha atención a ese punto. Después de todo, este bebé va creciendo muy rápido ¿no crees? Mi vientre ya se nota un poco — Y si, así era. No entendía porque, pero me gustaba.

— Si, comienzas a verte muy diferente. Se que Seokjin te tratará muy bien, él es así. Y siempre ha querido un bebé, también con la excusa de pasar más tiempo en casa. Ya sabes que con las empresas suele estresarse demasiado, supongo que con su llegada, lo hará sentirse mucho mejor — Sonrió con aquella bonita sonrisa que poseía, asentí de igual manera con mis músculos de los labios ensanchados, demostrando mi felicidad.

— Supongo que Taehyung no está contento, eh.

— No lo sé, me da igual. Al que no le gusto mucho la idea fue Hoseok, se volvió como un total loco gritándome por todo el departamento y aún más cuando le avisé que me iría hacía la casa de Jin — Realicé una mueca con mis labios, Jimin suspiró y terminó de comer el trozo de pastel.

— Jung piensa que te protege pero se interpreta de otra manera, Vanya. Solo no le tomes tanta importancia, debería apoyarte en tus decisiones como el mejor amigo que es.

Estuve de acuerdo con sus palabras, conversamos un poco más y decidimos irnos del lugar. Quería llegar a casa para descansar, desde que me enteré del embarazo, me siento tan cansada y los síntomas han llegado rápidamente. Ah, pensé que no sería así pues según mi madre no tuvo dificultades para el suyo. Sin embargo, claramente son cueros y organismos diferentes.

Jimin me llevo hasta la casa de Jin donde actualmente vivía, me despedí de él prometiéndole que nos veremos mañana. Visualicé el auto de Kim fuera, por lo tanto, se encontraba en casa. Desde ya estoy embarazada, toma como pretexto el faltar un poco a sus empresas y decidió colocar a un hombre que tiene de confianza para que se encargue de la empresa.

— ¿En donde estabas? — Preguntó en cuanto entre, Seokjin se encontraba de pie frente a mí con un cigarrillo entre sus dedos. Que asco.

— Primero, apaga eso. Te he dicho miles de veces que si vas a fumar lo hagas en el jardín no dentro. El olor me causa náuseas — Le reprendí, Kim asintió y obedeció mis palabras, se dio la vuelta para colocar el cigarillo en el cenicero. Después me miró con sus manos adentradas a los bolsillos delanteros de su pantalón.

— Te hice una pregunta, ¿donde estabas? — Alzó sus cejas pobladas, deposite mi bolsa en el sofá y me desplome en el.

— Con Jimin en la cafetería — Respondí con mis ojos cerrados, solo podía escuchar los pasos de Seokjin dirigiéndose a no se donde... ah, a mi lado.

— Esta bien, ¿te sientes mal? ¿Necesitas que vayamos con el ginecólogo? — Sentí su mano grande en mi vientre, dando pequeñas acaricias casi nulas. Abrí mis ojos y lo vi, me acurruqué en su pecho.

— No, es solo que me siento muy cansada... ah, ¿sabes? Tengo un antojo.

— ¿Ahora cuál es? — Sonrió, amaba su sonrisa, era tan... guapo. ¿Acaso Kim Seokjin era real? Me acomodé un poco para mirar su rostro, fruncí mis labios y tuvimos contacto visual por mucho tiempo. Hasta que me besó, si, él adivinó cuál era mi antojo.

— Has acertado — Dije cuando habíamos parado. Jin me tomó de la cintura para sentarme en sus piernas.

— Te ves muy linda con tu vientre en crecimiento, ¿va muy rápido no crees?

— ¡Si! Justamente eso le decía a Jimin, pero es normal, cada embarazo es diferente. Aún así siendo el mismo cuerpo — Me encogí de hombros, Seokjin no borraba su sonrisa mientras me miraba en cada movimiento que hacía. Comenzaba a ponerme nerviosa así que mejor me recosté en su pecho, por segunda vez.

— Vanya, ¿te gustaría casarte después de tu embarazo? — Esa pregunta causó que me levantara de golpe y en el acto, golpeara mi cabeza con su mandíbula. ¿Kim Seokjin quería casarse conmigo? Oh, Dios mío. Esto... deseaba gritar ahora mismo pero me contuve.

— Lo siento, lo siento — Dije entre risas, Jin negó divertido y me miró.

Me cargó entre sus brazos hasta nuestra habitación y me colocó en la cama con mucho cuidado. Lo único que hice fue deshacerme de mis tenis blancos, vestía un conjunto deportivo demasiado cómodo, así que aproveché a sólo acostarme con rapidez.

— ¿Y bien? ¿Que piensas? — Observe sus movimientos mientras se deshacía de su saco y corbata.

— ¿Tú estás seguro de casarte conmigo? — Mordí mi labio inferior, Seokjin sonrió en mi dirección lo más grande que pudo y asintió, se adentró a la habitación de baño por algunos minutos y después salió con el cabello húmedo y su pijama. Aún era temprano pero nos gustaba pasar el tiempo acostados, conversando sobre diversos temas o mirando alguna película. La mayoría de las veces solía comer algo. Esta vez, tuve antojo de leche con galletas de chispas de chocolate. Ah, que delicioso. Las necesito.

— Por supuesto que si preciosa, si no lo estaría, ni siquiera te hubiera preguntado. Podemos comenzar a planearla, es en poco tiempo pero supongo que estamos a tiempo.

— Si, debe ser un mes después o.... dos. No lo sé, depende cuál sea mi parto — Se adentró a la cama junto a mí.

— Tienes razón, que sean tres meses después para asegurarnos. ¿Que dices? ¿Tú si deseas casarte conmigo? — Susurré un "por supuesto que si" cerca de sus labios, Seokjin sonrió y volvimos a unir nuestros labios en un baile lento y delicado.


De acuerdo, nunca pensé que terminaría casada y embarazada en cuanto llegué a Seúl. Después de todo, las cosas irían bien, ¿no?

Mari Infidele  | KTH | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora