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Mis padres me habían enseñado a no espiar a las personas o meterme en asuntos donde no debía. Sin embargo, la curiosidad me ganaba y aquí me encontraba, detrás de la pared escuchando la conversación de Hoseok con otra persona que desconocía. Ahora mismo estaba aplicando el idioma ruso. Por supuesto que lo entendía a la perfección.

— Te he dicho que no lo hagas — Susurró, escuché como soltó una quejido molesto — No, no quiero que lo mates. En unos segundos estaré por allá.

Dicho eso, colgó la llamada. Me despegué de la pared para disimular que a penas me hacía presente. Hoseok me sonrió a lo cual le devolví la sonrisa, ¿que tramas Jung?

— Tengo que ir a la empresa para arreglar ciertos papeles, ya sabes.

— De acuerdo, avísale al chófer. También tengo que salir a la empresa o los empleados terminarán por matar al nuevo — Soltó una risita, de acuerdo, creo que aquellas palabras al teléfono móvil no eran en literal. Me sentí más tranquila.

— Bien, nos vemos en un rato para la comida en el restaurante — Bese su mejilla y salí del departamento, presioné el botón del ascensor y esperé algunos segundos para que la puerta se abriera.

Justo en ese momento, una persona más se adentró pero no le tomé importancia debido a que mi mirada estaba enfocada en verificar que llevara todo lo necesario en mi bolso.

— Vanya — Aquella voz ronca que no podía confundir con ninguna otra. Levanté mi mirada hacía Taehyung, puedo jurar que cada día se veía mucho mejor. Ese traje en color negro y ajustado a su cuerpo era tan... wow.

— Hola — Dije, sonreí pero sin mostrar mi dentadura.

— ¿Irás de paseo? — Colocó sus grandes manos dentro de sus bolsillos, fruncí mis labios y negué sin mirarlo.

— Me gustaría pero ahora soy la nueva imagen de Chanel. Por lo tanto, debo acudir a diversos eventos y ese tipo de cosas.

— Ya, entiendo. Me alegra que Sunhee te haya colocado como la imagen, te lo mereces.

— ¿De que hablas? — Fruncí mi entre cejo, Kim no hablo hasta que salimos del ascensor. Solo había pocas personas cerca de nosotros, lo cual me gustaba. Siempre he odiado estar rodeada de tantas, me sentía sofocada.

— Sunhee es la presidenta de Chanel aquí en Seúl, ella fue la que se encargó de ello. Además porque tus padres son los dueños, por supuesto que serías la que tenga que aparecer en diferentes carteles, imágenes y todo lo demás — Se encogió de hombros, asentí. Era verdad, ellos mismo me llamaron para decirme que sería la imagen de la marca de ahora en adelante. Solo porque mis padres así lo quisieron, yo tenía planes de hacerlo con Dior. Pero bueno, tal vez después.

— Si, estás en lo correcto.

— Vanya, nos veremos más seguido. ¿Lo sabes, no?

— Eh, no. ¿Porque tendríamos que hacerlo? — Desvíe mi mirada de él a mi bolso para sacar mi teléfono móvil. Le hice una seña al chofer indicando que debíamos irnos.

— Recuerda que aquellos departamentos donde ahora estás viviendo, son míos. Así como también tengo demás negocios y soy accionista de algunas empresas. Entre esas, Chanel.

— Si, lo recordé. Bueno, solo te emociones en hablarme. No somos amigos — Me adentre al auto en la parte trasera, el vidrio se encontraba abajo por lo que aprovechó a seguir hablando.

Mari Infidele  | KTH | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora