Two.

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— Lindo pijama, Tate —imito su voz con tono de burla cuando entro completamente en la casa, Charli pega una carcajada.

— Joder. Son muy guapos, de hecho, el moreno era... Uhm... ¿como explcarlo? Delicioso.

— ¿Delicioso? ¿Ahora eres caníval?.

Su sonrisa se estira aún mas— Algo así, en realidad. ¡Abue, ya llegamos!.

— ¡Lo sé! —grita mi abuela desde la cocina, ambas caminamos hacia ésta, pasandole todo lo que compramos, regalandole un paquete de galletas— Sus tazas estan en su habitación.

— Gracias Abue —decimos al mismo tiempo, ambas besamos su mejilla y nos vamos a mi habitación.

— Oye, tía.

— ¿Que?.

— ¿Que crees que haga esa rubia con ellos?.

Arqueo una ceja, muerdo mi labio, pensando— Bueno, no creo que esten jugando a los hotwheels.

Charli me mira de esa forma, esa que solo indica travesura. Pega la oreja a la pared, que da con alguna habitación de ellos. Abre los parpados exageradamente, temo que se le salgan los ojos— Oh mi Dios,Tate, ¡Escucha!.

Pego mi oreja a la pared, pero no escucho ruido alguno, hasta que:

¡Joder, si! ¡No paren! ¡Ah!... Me... Me vengo ¡Aaaaaah siiii Diooos!.

Pero... Pero... ¡Que ha sido eso! —cuestiono con las mejillas sonrojadas, por vergüenza ajena.

— Dios, que exagerada, esta chica cree que está en una película porno. ¿Has oído cuando dijo «No Paren»? —en su rostro puedo ver lo cómico que encuentra esto, en cambio, yo ya no podré mirar a la cara a mis nuevos vecinos. Joder. Tendré que deshacerme de esa pequeña burbuja de esperanza de una relación (aunque sea amistosa) con Harry.

— Si, he oído todo perfectamente —mi voz sale un poco mas brusca de lo que tenía planeado.

Charli deja pasar mi tono— ¿«No parennn» Entiendes? ¡Estaban haciendo un trío! —carcajea, su rostro se pone rojo, y la risa ya es muda, comienza a aplaudir y aletear y no puedo reprimir una risa.

— Este chocolate esta exquisito —¿cambio de tema? ¿donde? Charli me examina con la mirada.

— Bien, cambiemos de tema, he oído que Miles anda tras de ti ¿eso es verdad?.

— ¿Miles? ¡Estas loca! —su ceja se alza, demonios, me conoce tan bien—... Si, es verdad. Pero no me interesa, la verdad es que no me atrae en lo más mínimo, ¿es guapo? ¡Joder, si! ¿Es popular? Si, y ahí está el problema: Es jodidamente engreído, cree que por estar repleto de tatuajes y perforaciones es lo suficientemente atractivo para follarse a cualquier chica, pero maldición, hay más, digo ¿lo haz escuchado? Sólo habla de él y de las fiestas a las que va y las mujeres que se folla, ¡Vamos, tiene dieciocho! ¡Que madure!.

— Joder, chica, no lo soportas —murmura charli, sorprendida.

— No tolero a gente sin cerebro, por eso, agradece que te hablo —bromeo, ella hace una reverencia.

— Bueno, muchas gracias por su atención, señorita Salvatore.

— Hablando de atención, ¿donde demonios se ha metido Emma? No ha llamado y no estaba en línea.

— ¿No te ha dicho? ¡Fue a una cita! —aletea sus manos, río por la acción.

— ¿Estas bromeando? ¿Con quien? —mis parpados se abren al máximo, Emma es muy tranquila, demaciado, para salir con chicos.

— Justin McCann, de último grado, tiene diecinueve. Es muy guapo, ¿tienes internet acá?.

— Yep, ve tú por la computadora, me meteré bajo las sabanas.

— ¿Esta en...?

— El living. En algún lado.

Tapo mi cuerpo y me apego a la pared, agradecida de que mi cama sea de una plaza y media. Charli vuelve con la Mac en la mano, la deja en mi regazo y quita su ropa mientras yo entro a Facebook, su pijama es una polera manga larga y un short que le llegan mínimo tres palmos más arriba de la rodilla. Mi pijama es una polera manga corta, que me llega a medio muslo, de hombre y unas pantaletas. Charli se acuesta a mi lado y entra a su Facebook desde Chrome Incógnito , así podemos estar ambas en la red social. Teclea un par de veces y voltea el monitor hacia mi. Santa mierda. Es un jodido dios griego, es jodidamente guapo «No más que Harry», dice mi subconsciente. Su cabello es color miel, acomodado hacia arriba, sus ojos son mieles y sus labios rosados, en la foto, sale con unos pantalones holgados de arriba, y muy apretados de abajo, una polera que deja ver su torso por los lados, y sus brazos igual, cubiertos de tinta.

— Esta muy, muy bueno, ¿como nunca lo he visto en la secundaria?.

— No va muy seguido, al parecer.

— Charli.

— ¿Si, Tate?.

— Bésame —broméo, y frunzo los labios, llenos de saliba—. Bueno, esta pregunta es muy estúpida, pero ¿crees que tenga oportunidad con Harry? No he podido dejar de pensar en el y...-

— Si, sinceramente. Te miraba como si te fuera a follar ahí mismo.

— Si bueno, no lo creo tan así. Te recuerdo que ahora mismo está follando con la súper modelo.

— No puedes pedir que no folle con chicas, si el no es nada tuyo.

— Vaya, me alegras la vida, rubia.

— Vale, castaña. Oye, ¿tienes un cigarrillo por aquí?.

— Oh, buena idea —paso por encima de ella y abro la maleta, paso la cajetilla por delante—. Solo mentolados, nena.

— Mucho mejor.

Toda la parte del departamento tiene balcón, por lo que mi habitación, la de mi abuela y el living lo tienen. Genial. Salimos al aire libre, joder, que bien se siente. Saco mi encendedor, enciendo mi cigarrillo y le paso éste a Charli.

— ¡Eh, nena! ¡Lindas piernas!.

Oh, maldición.

BURN /《 H.S》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora