Eight.

57 5 2
                                    

Harry.

- No lo se, joder -paso las manos por mi pelo, desesperado. Tatum no ha despertado desde que la bajé del auto, hace más de dos horas.

- Debes calmarte, Harry, seguro el efecto pasará -su comentario me pone más nervioso y me cabrea por completo.

- ¡¿No lo entiendes?! ¡Le ha dado éxtasis! ¡Le ha dado mas de una jodida pastilla con alcohol! ¡No se como no ha muerto! -golpeo la pared con fuerza, irritado.

- No sé por que te importa tanto, Harry, es sólo una perra más para ti ¿no? -la diversion cubre su voz, y no es que me moleste que le diga así.

- Zayn, joder -paso de su comentario y paso las manos por mi cabeza, empuño mis manos y maldigo en silencio-, vete a la mierda.

Lanzo el celular contra el sofá. Camino hasta mi habitacón encontrandome a Tatum entre sábanas revueltas y enroscadas a su cuerpo. Se revuelve inquieta, susurrando palabras que yo no comprendo. Me acerco un poco a la cama.

- Will... No te vayas... ¡Pero te amo!... N-no... ¡No! -apreta las sábanas entre sus manos, por un segundo siento lástima por ella.

Me acerco a la cama, incándome sobre esta para poder despertarla, espero que no le haya pasado nada o Miles no volverá a ver la luz.

- Tatum -sacudo su hombro y tiembla ante mi tacto.

- ¡No me toques! -¡Pero de qué coño va!- ¡Aléjate, Miles! -hago una mueca, entendiendo que ella piensa que soy él, comienza a llorar, aún sin abrir los ojos.

- Tatum -elevo la voz-, Tatum, abre los ojos... Joder -la tomo en brazos, sacudiéndola de los hombros.

Tatum

En el momento que abro mis ojos unos verdes me hacen reaccionar. Es como si todo lo que paso hace un rato estuviese pasando otra vez, me siento acorralada, agobiada y aunque Harry no me ha hecho nada, la sensación de asco me invade por completo. Comienzo a temblar, a sentirme cada vez más débil e inferior ante su cuerpo imponente.

- ¡Alejate! -chillo, desesperada. Quiero ir donde Nana, quiero ir a casa y no salir nunca más para no tener que toparme con situaciones como esta otra vez- ¡D-dejame ir, Harry! -su agarre en mis hombros se apreta y sus facciones se endurecen- m-me haces daño -jadeo. Me suelta y retrocede hasta bajar de la cama, nuestros ojos cruzan y por un segundo parece herido. Su semblante cambia radicalmente.

- Yo, Harry Styles, te he traido hasta mi casa y hasta mi habitación, te he cuidado y hasta he sentido lastima por ti -ríe, siento como el sarcasmo brota de sus labios-, no se puede ser amable con zorras, por lo que veo. Debería haberte dejado allá y dejar que Will te salvara el trasero -le miro perpleja ¿de que Will habla? ¿por que dice su nombre como si fuese una mierda? Mi corazon se detiene y me siento cada vez más enferma que antes, mis ojos pican pero me niego a mostrarme debil ante el.

- ¿D-de quien hablas? -pregunto en un susurro de voz, sentandome derecha en la cama.

- Del hijo de puta que gemiste desde que te traje de la discoteca -gruñe, saliendo de la habitación, dejandome con un nudo en la garganta y haciendome sentir peor que cuando desperté.

Dios mío, debo llamar a Charls, debo irme de aquí e ir a mi casa, con mi mamá. No puedo seguir cerca de este chico, es peligro puro, es como si se hiciera más fuerte con el dolor ajeno. El no es amable conmigo, sólo me ha salvado el trasero para luego el mismo no tener cargo de conciencia y poder dormir tranquilo por las noches.

Joder, que mareada me siento.

Me pongo de pié, notando que mi falda ya no está en mis caderas, si no tal y como cuando salí de mi casa. Tomo mi móvil que esta escondido entre las sabanas, pero este no es el mío. Es el de Harry. Comienza a timbrar y no puedo evitar que la idea de contestar cruce por mi mente.

BURN /《 H.S》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora