—Ya hay guardias en su búsqueda, avisaremos a todo el reino para que nos ayude.—Dijo mi madre.
—Pronto tendrá a su hijo de vuelta, haremos todo lo posible.—aseguró mi papá con una voz llena de seguridad.
—No saben cuánto se lo agradezco.—Carmín habló con un tono lloroso.
—Es nuestro deber mantener al reino y a todos sus habitantes seguros.—Añadí y mis padres me vieron con orgullo.
Nos despedimos de Carmín y Kira, tomando el camino para ir a el castillo. Una vez en el lugar fuimos al comedor para almorzar, durante la comida nos mantuvimos en total silencio, por un momento me detuve a pensar en que le pudo haberle pasado a ese tritón, vagamente recordé el clan de las sirenas rebeldes que merodeaban el reino, estaba la posibilidad de que ellas fueran las responsables de la desaparición del hermano de Kira.
—Papá, ¿Es posible que las sirenas rebeldes tengan secuestrado a Troy?.—le pregunte.
—Lo consideré, pero luego lo descarté, ya que solo han robado alimentos y muy pocas veces. Ellas se mantienen en su territorio y nosotros en el nuestro.—Habló convencido de sus propias palabras.
Vi a mi madre, ella me sonreía y asentía dándome apoyo para seguir con mi teoría.
—Con todo respeto papá, eso no quiere decir que no sea posible.
—Merlia, se las probabilidades y son realmente pocas, pero si te tiene más tranquila le diré a los guardias que tengan más cuidado con ellas.—Se dió por vencido al notar mi insistencia.
—Gracias de verdad, por tomar en cuenta mi opinión.—Le dije con una gran sonrisa de autosuficiencia.
El me sonrió con diversión y ya terminado el almuerzo nos retiramos a nuestras respectivas habitaciones, una vez ya en la mía empecé a peinar mi largo cabello pelirrojo, que daba envidia a muchas sirenas, puesto que la mayoría tiene el cabello castaño o negro. Según mi padre lo herede de mi abuela paterna, anterior reina de Aqualia.
Me hice una trenza y procedí a salir en busca de mis amigos para advertirles que andaran con cuidado y alertas. Cuando salí les dije a los guardias que daría un paseo, ellos asintieron con respeto y seguí mi camino hasta el centro del reino a ver si me cruzaba con alguno de mis amigos, pero solo logre dar vueltas en vano.
Así que al final decidí ir al hogar de las gemelas con la esperanza de encontrarlos y efectivamente. Se encontraban Nerea, Nereida y Mauren reunidos en frente de la residencia, sonreí con picardía al notar lo cerca que se encontraban el tritón y Nerea, también noté a Nereida viendo a estos últimos de reojo con incomodidad y con leve molestia, ignoré ese hecho y fuí calmadamente a su encuentro.
—¿Cómo están mis sirenas y tritón favoritos?.—Pregunté con alegría.
—Somos con los únicos con quienes te juntas Merlia.—Argumentó Mauren con diversión.
—Eso no es importante ahora, ¿Qué hacían?.—Les pregunté tratando de evitar dar la noticia del tritón.
Después de todo ¿ahora te acobardas?.—Me reprendí a mi misma.
—Nada tan importante, más bien...— Empezó Nerea.
—¿Por qué nos buscabas? Se suponía que estabas ocupada con tus padres.—Termino Nereida la oración.
—De acuerdo, debo decirles algo de suma importancia.—No quise atrazar más lo inevitable, ya que tarde o temprano se enterarian.—En privado.—Recalqué a última parte completamente seria.
Me dieron miradas extrañadas y con confusión, una vez todos dentro de la residencia tomamos asiento en la sala de las gemelas.
—Bueno, lo que debía decirles es que el hermano de Kira, Troy ha desaparecido y no lo han hallado aún.—Dije sin tacto alguno.
Cuanta sutileza.—Me reprendi.
—¿Cómo que desapareció?.—Cuestionó Mauren confundido y preocupado.
Tenía entendido que ellos eran buenos amigos, mientras tanto las gemelas se encontraban estáticas y en total silencio.
—Lo reportaron como perdido sus compañeros de guardia—Expliqué suavemente al verlo perdido en sus pensamientos.—, pero ya han empezado con su busqueda.—Traté de hacerlo sentir mejor.
—¿Ya tienen sospecha de que provocó su desaparición?.—Salió de la ensoñación Nerea.
—Hay algunas teorías, pero todas igual de improbables. Mis padres ya deben estar dando la alerta al resto del clan.—Hable desganada.
—Es muy amable de tu parte venir a decirnos personalmente, Merlia, gracias.—Me dijo Mauren con una leve sonrisa triste.
—No hay de que, son mis amigos, lo hice con gusto.—Le devolví la sonrisa a pesar de que hace un momento dudé en decirles.
—Bueno, dejando de lado ese asunto. ¿Cómo haremos con los simulacros de los pequeños?, no podemos cancelarlos.—Habló Nerea con preocupacion.
—No lo he hablado con mis padres, no se me paso por la mente, aunque igual si dicen que es muy peligroso, podemos hacerlos en la plaza, quizás.—Le respondí no muy convencida.
—Me parece bien ¿hacemos las pruebas al medio día?.—Preguntó ansiosa.
—Si mejor, así les pregunto a mis padres y planeamos todo en la mañana.
Un carraspeo de garganta interrumpió nuestra conversación, Nereida se encontraba viéndonos con atención, cosa que internamente me incomodó de sobre manera.
—Bien y quizás Nereida nos puede acompañar a organizar todo, si así lo desea claro.—Comenté tratando de sonar calmada.
Ya que la mirada insistente de Nereida me estaba incomodando más de lo normal.
—Me parece perfecto.—Me dijo ella con una sonrisa de suficiencia y satisfacción en el rostro.
—De acuerdo, dejando toda esta incómoda situación de lado ¿cómo les fue en el día?.—Cortó Mauren la tensión ya con su característica aura de diversión restaurada.
Reímos y empezamos a hablar los cuatro durante el resto del dia, contando anécdotas e historias graciosas, hasta que anocheció y que decidimos Mauren y yo que ya era hora de volver a nuestros respectivos hogares listos para dormir y descansar, nos despedimos de las chicas con cariño y deseandonos bienestar.
Al llegar al palacio saludé de nuevo a los guardias de turno y procedí a ir mi cuarto.
Una vez ya acostada en mi habitación con los ojos pesados por el sueño, pensé en lo afortunada que era al tener a mi familia completa a mi lado.
A tan buenos y leales amigos como los que poseía, con esos pensamientos en mente dormí con una sonrisa en mi rostro, pese a todo lo malo que estaba empezando a suceder en el reino.
ESTÁS LEYENDO
Siren
FantasyMerlia es la princesa heredera de Aqualia y los habitantes de dicho reino saben lo encantadora que es la dulce sirena, pero ellos no saben de sus escapadas clandestinas hacia la superficie, ya que un número muy bajo de individuos saben el secreto. C...