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¿Había algo más doloroso que decirle adiós a la persona que amas? Los días con Yoongi estaban llegando a su fin y Seokjin tuvo la idea de llevarlo a Daegu para celebrar su cumpleaños número veintitrés y de paso visitar la tumba del padre del azabache.

Seokjin suspiró mientras veía a Yoongi dejar su mochila sobre la cama del hotel más lujoso de la ciudad.

—Quiero llevarte a mi lugar favorito a comer brochetas de cordero.

—Claro bebé.

—Y... ¿Podríamos ir hoy al cementerio? ¿En la tarde?

—Por supuesto. Es temprano aún, podemos hacer eso.

Yoongi miró su ropa y luego miró a Seokjin.

A pesar de que habían hablado un par de veces sobre su padre. Yoongi no sabía muy bien como aguantar el dolor físico que se estaba alojando en su pecho. Se suponía que con los años las pérdidas se iban superando, pero estando en su ciudad de nacimiento Yoongi pensó que jamás había superado la muerte de su progenitor.

Seokjin pareció notar su semblante triste y estaba esperando que el hombre abriera su corazón con él.

—¿Podemos ir al cementerio ahora mismo? —Yoongi mordió su labio y sus ojos brillaron de tristeza.

—Claro. Lo que tú quieras bebé.

Seokjin caminó los pasos que lo separaban de su hombre y lo rodeó con los brazos. Yoongi pasó sus brazos por la estrecha cintura del mayor y se apoyó en él.

—Hace años que no vengo a verlo... Y ahora estoy aqui... —Yoongi negó con la cabeza tristemente —Mi madre quiso que viniera muchas veces con ella y siempre me negué porque no estaba listo y siento que no lo estoy aún.

—Tranquilo bebé —el rubio comenzó a acariciar sus cabellos suavemente, besó su frente y tomó sus mejillas para mirarlo directamente a los ojos —Podemos irnos cuando quieras... Lo que menos quiero es que estés triste.

Yoongi llevó sus manos hasta posicionarlas sobre las del mayor y asintió lentamente mientras una sonrisa pequeña se dibujaba en sus delgados y hermosos labios.

—Estoy bien... Tengo que ir, debo verlo por última vez, ya después pasará un tiempo antes que pueda volver... Debo hacerlo.

—Entonces iremos —Seokjin sonrió y depositó un suave beso en sus labios, pero Yoongi llevó sus manos hacia su nuca para que no se alejara y metió su lengua dentro de esa boca que amaba con locura.

El rubio jadeó y chocó su cadera con la contraria.

Yoongi rompió el beso y ambos sonrieron.

—Mejor salgamos Jinnie.

—Si, porque si no nos movemos terminaré dentro tuyo y no iremos a ningún lado —dijo Seokjin sonriendo.

Yoongi se lamió los labios y se giró para llegar hasta la puerta de la habitación. Seokjin lo siguió y prontamente estuvieron en el ascensor rumbo al cementerio.

Ese día estaba nublado pero no parecía un mayor problema para todas las personas que a esa hora se encontraban recorriendo el lugar.

Seokjin y Yoongi caminaban de la mano por las hileras de tumbas, iban en silencio mientras una pequeña brisa desordenaba sus cabellos.

De pronto el menor paró y Seokjin hizo lo propio.

—Es esa —apuntó una tumba a lo lejos. Seokjin asintió y le entregó el ramo de flores que habían comprado antes de ingresar.

PROMISE ✓(KSJ X MYG) LIBRO #2 (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora