PROMISE ✓(KSJ X MYG) LIBRO #2 (Finalizado)

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Seokjin se cruzó de brazos mientras miraba los cuadros en las paredes. Arrugó su ceño tratando de entender la fotografía que estaba mirando, entrecerró sus ojos mientras tocaba su mentón.

—Es un perro.

Seokjin se giró y le sonrió a su hermano menor. —Lo iba a decir, claramente es un perro.

Mingyu rió —No te preocupes, la idea es que no se entienda por el ángulo.

El azabache se sentó en la cama mientras veía a su hermano caminar por todo el dormitorio seleccionando algunas prendas y descartando otras.

—¿Necesitas ayuda?

—No Hyung, gracias. Me falta meter lo último a la maleta y estará lista.

—Te voy a extrañar mocoso.

Mingyu rió y se sentó al lado de su hermano mayor y pasó su brazo por el hombro de este —Yo también Hyung, pero puedes ir a vernos cuando quieras, lo sabes.

—Lo sé, ustedes también pueden venir.

Mingyu miró el piso pensativo y luego volvió a mirar a su hermano —¿Sabías que Yoongi Hyung está aquí en Seúl?

El azabache se levantó de la cama y buscó en su bolsillo la pequeña pelota antiestres que tenía guardada —Si, supe que llegó hace dos días.

—Así es... ¿Has hablado con él?

—No, ¿De que hablaríamos? Lo nuestro ya pasó —apretó y soltó la pelotita mientras comenzaba a pasearse por la habitación que su hermano compartía con Dahyun.

Mingyu asintió con una mueca en los labios —Seguramente la señora Hye hará una cena... Y yo tendré que ir Jinnie...

—Lo sé, no te preocupes por mi. Estaré bien.

—Eso espero, estoy orgulloso de ti Hyung, llevas quince días sobrio. Es un gran logro.

El mayor solo asintió y apretó la pelota nuevamente.

—Bien, me iré, debo ir por Holly al veterinario.

—¿Hyung no ha preguntado por Holly?

Seokjin rió mientras se ponía su chaqueta ligera —No creo que haya tenido tiempo de querer saber de su perro.

Mingyu hizo una mueca. Sabía que su hermano todavía no superaba su rompimiento con Yoongi, aunque él dijera lo contrario. No había que ser adivino, ni muy inteligente para darse cuenta que su Hyung aún sufría por su ex novio.

Mingyu no dijo nada más. Su hermano le dio un abrazo de despedida y salió de la habitación.

Hacía calor ese día y Seokjin se quitó la chaqueta a medio camino a su automóvil. Cuando estuvo en el asiento echó su cabeza hacia atrás y cerró los ojos.

Había estado bastante tranquilo antes de saber que Yoongi estaba en la ciudad, había podido volver a dormir pero ahora ya no se sentía tan bien. Se sentía un poco ansioso, todo el tiempo paranoico de poder encontrarlo en algún lugar. Sabía por Jiwoo que Yoongi no había llegado solo a Seúl y eso rompió aún más su dañado corazón.

De nada había servido pasar meses en compañía de otros hombres, de nada servía ahora el haber salido de fiestas y creer que lo había dejado atrás.

Porque no era así, él lo amaba tanto que seguía doliendo. Dolía en cada fibra de su ser, en cada respiración y cada día moría un poco más de él al tenerlo tan lejos.

Pero su historia simplemente era así. No podían seguir en el tira y afloja eterno, por más que lo amara, él no podía perdonar la traición, porque sí, para todo el mundo podía ser un simple beso sin importancia pero para Seokjin había sido lo más doloroso que le habían hecho en la vida. Ellos habían prometido cuidar de su relación, cuidar lo que tanto les había costado lograr luego de tantos infortunios... Y Yoongi  simplemente había olvidado todo por una calentura de una noche.