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Seokjin apretó sus piernas con sus brazos y escondió su rostro ahí. Ya no estaba llorando, había logrado calmarse usando la respiración y recordando los consejos de su psicóloga.

Se sentía solo, tan solo y vacío. Pero tenía que luchar contra eso, no podía caer en la tentación de tomar nuevamente. Eso solo lo haría retroceder en todos sus pequeños avances, que eran mínimos pero significativos.

Respiró nuevamente y sintió alivio cuando escuchó el citófono, Jiwoo tenía la manía de hacer que el conserje anuncie su visita, a pesar de tener una llave.

Descolgó el aparato y sin escuchar mucho accedió a la visita. Se quedó esperando por su amiga y cuando la puerta fue golpeada la abrió enseguida.

Su boca se abrió y no supo que decir cuando Yoongi, sí, su ex novio, el hombre que amaba a pesar de todo entró a su departamento sin siquiera titubear.

—Noona no podía venir y me envió a mi —Yoongi lo miró unos segundos y luego desvió la mirada. No podía soportar los ojos llenos de ira del mayor.

—Sal de aquí, yo no te invité.

—Lo sé, ya te dije Noona...

—No me importa —lo interrumpió —no quiero verte, por favor sal de mi departamento.

Yoongi arrugó su ceño —No, no me iré. Puedes ignorar que estoy aquí, no te dejaré solo.

El azabache rió —¿Qué es esto? Una especie de lástima o ¿quizás el arrepentimiento hablando por ti?

—Hyung...

—¡No me digas así! —Seokjin tragó —aléjate de mi, por favor —sus piernas temblaron, el llanto era inminente, se iba a quebrar nuevamente.

—No. Ya te dije, no me iré y puedes gritar o patalear pero yo no me iré. No te voy a dejar solo. No de nuevo.

Seokjin negó con su cabeza y las lágrimas volvieron a salir de sus pequeños y cansados ojos —No hagas esto... ¿No te das cuenta que me duele que estés aquí? Me duele... Mierda, vete ¿si? Voy a estar bien.

Yoongi negó y se acercó lentamente, el azabache se tensó cuando quedaron frente a frente.

—No estás bien y quiero acompañarte. Puedes... —tragó nervioso al tenerlo tan cerca, podía sentir su calor, su respiración en su rostro, pero debía enfocarse en ayudarlo, en que confiara nuevamente en él —puedes odiarme todo lo que quieras y odiar el hecho de que este aquí, pero no me iré.

Seokjin paseó sus ojos por todo el hermoso rostro de Yoongi, miró sus cejas, su bonita nariz y sus labios tan bonitos y apetecibles.

Pero y aunque anhelara el poder tenerlo entre sus brazos de nuevo, él no se podía engañar a sí mismo. Seokjin se conocía y sabía que era un hombre rencoroso, él no era de los que perdonaba tan fácil, estaba mal lo sabía, pero tenía rabia contra Yoongi. Todavía estaba enojado.

—Haz lo que quieras —Seokjin se alejó por la sala y se metió en su habitación.

Yoongi suspiró y llegó hasta la cocina. Miró las botellas de vino vacías y su corazón se apretó en su pecho. Le dolía tanto pensar en Seokjin borracho y solo.

Tomó una a una todas las botellas y las metió en una bolsa. Se acercó al lavaplatos y arrugó su ceño al ver parte del vino tirado ahí, acumulado.

Abrió la llave y dejó que todo el licor se drenara. Luego puso la tetera a hervir y comenzó a preparar un desayuno rápido.

Cuando quince minutos después tenía todo listo lamió sus labios nervioso, pero se armó de valor y con manos temblorosas levantó la bandeja y caminó hasta la habitación que tantas veces habían compartido.

PROMISE ✓(KSJ X MYG) LIBRO #2 (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora