Capitulo III

676 20 0
                                    

Cuando desperté a la mañana siguiente, estaba abrazada a Kendall, mi mejor amigo, me gustó tenerlo a mi lado, durmiendo, inspiré su olor… y me levanté de la cama con cuidado, retirando su brazo que me tenía atrapada, con cuidado. Me di una ducha, y me vestí, tenía que ir a trabajar…

Cuando estuve arreglada, salí del cuarto de baño, él aún dormía, así que le dediqué una sonrisa a sabiendas de que no me veía, y salí de la habitación, dejándolo dormir.

La mañana no me iva muy bien, quería estar con Kendall, quería… sexo, pero a la vez me daba miedo llegar a casa, por que sabía que teníamos que hablar de lo que había pasado, no es que fuera algo malo… pero era algo inusual en nosotros, siempre hemos hablado de todo, no hay secretos entre nosotros, pero esto es algo… diferente, no se… bueno cuando llegara a casa hablaríamos, de todas formas si algo tengo claro es que es solo sexo. Y nada más.

Al fin llegó la hora de ir a casa, por fin. El día se me ha hecho bastante pesado, no conseguía sacarme a Kendall de la cabeza, me empezaba a rayar… Cuando llegué, saludé, pero no contestó nadie. No estaría.

Me cambié de ropa, me puse un pantalón corto y una camiseta de tirantas, me dirigí a la cocina, y comencé a prepararme la cena: una ensalada. Cuando terminé de trocear la lechuga, la cogí en un puñado y la volqué en el bold…

-Hola tesoro… -di un salto, lo que no se es como no se me calló el bold que acababa de coger al suelo, me giré y lo vi, mi mejor amigo…-

-Hola Kendall –lo saludé, me miraba sonriendo- ¿Qué pasa? –pregunté-

-Nada…

Me volví, y seguí con mi ensalada. Ahora todos los recuerdos se acoplaban en mi cabeza, todos los recuerdos de anoche… ¡Dios! Tenía que parar a mi cabeza, y aclararle a Kendall que solo fue un polvo sin importancia cuanto antes…

-Kendall, respecto a lo de anoche…

-Fue genial –me interrumpió él, a continuación noté que sus brazos me rodeaban la cintura, y su cabeza se hundía en la curva de mi cuello, me lo mordió, y después me lamió el lóbulo de la oreja. Me estremecí. Me estaba excitando- y me gustaría repetirlo –me susurró-

Me quedé sin palabras, noté como una de sus manos subió hasta mi pecho, y como la otra hizo presión sobre mi centro –ya húmedo- pude contenerme y no gemir, pero me… me estaba excitando demasiado… si dejara de acariciarme, podría despejar la cabeza, y ordenar mis ideas, también podría hablar…

-Kendall… -intentaba hacer que parara, pero sonó como una suplica, o por lo menos él lo captó como tal, me desabrochó el botón del pantalón, me di cuenta por que metió la mano por dentro –del pantalón y de las bragas- sin querer separé más las piernas, y sin querer gemí- Kendall… -volví a probar, pero eso si que sonó como una suplica, ni siquiera reconocí mi voz......

Amigos con Derechos© Kendall SchmidtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora