Captitulo XIII

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_______Narra Kendall______

Me metí la mano en el bolsillo y sonreí, llevaba en el bolsillo la prueba de mi "delito" la cara de sorpresa de _______ cuando le dije que me llevaba las bragas me acudía a la mente una y otra vez, y cada vez que me viene, no puedo evitar sonreír.

-¿Qué haces aquí? -la voz de mi amigo Chris me sorprendió.

-Eh... nada pasé a decirle a _______ una cosa -no era del todo mentira...

-Pues traes una cara ¡parece que te acabas de dar un revolcón! -uy uy...

-¡Que dices, Bro! ¡Estas obsesionado ¿eh?! -tenía que salir de ese problema.

-Bueno un poco, necesito una mujer ¿Qué te parece si nos vamos de fiesta esta noche? Así no dormimos solos hoy -Uhmm... me hubiera gustado más la proposición si fuera a dormir solo... pero me parece a mi que hoy dormir solo, no voy a dormir solo, de hecho espero no dormir...- ¿Qué dices?

-Me parece que no, no me apetece tengo trabajo -buena excusa, seguro que cae ¡o eso espero!

-Venga ya Kendall, estás siempre igual con el trabajo, parece que solo vives para él, ¡lo que necesitas es una buena ligada! -tuve que morderme el labio para no sonreír, ¡si el supiera lo que acababa de ocurrir!

-Que no, que no Chris, mira mejor llama a alguien mas y van los dos, tengo que acabar... eh... lo que empecé... tengo un asunto pendiente.

-Bueno, bueno, pues tu te lo pierdes Kendall, mañana te contaré como es la afortunada -le dediqué una sonrisa.

-Jejee, mañana me cuentas. -miré el reloj- oye que voy tarde, me tengo que ir.

-Bueno, yo voy a ir a ver a _______ le tengo que entregar estos documentos a tu chica...

-Mi chica no es...

-Mucha suerte que tienes, mira que está buena, pero es algo cerrada, si se abriera un poco-me dijo con picardía, tuve que apretar los puños para no partirle la cara- ¿eh ..que te pasa?

-¡Que te estás pasando, Chris! Te recuerdo que _______ es mi amiga, así que un poco de respeto ¿entendido? -le pregunté con el ceño fruncido, a lo mejor me estaba pasando, pero en ese momento no me importaba.

-Hey, hey, ya, ya, comprendido, nada de meterse con la jefa.

-Exactamente... -o te las verás conmigo, fue mi pensamiento, pero cerré la boca, no quería peleas, y menos en la oficina...- ya nos vemos.

-Ya te cuento mañana.

-si,si... -contesté sin ningún entusiasmo y me fui.

Estaba enojado, verdaderamente enfadado... ¿como se atrevía a hablar así de _______? Le abría partido la cara...

Metí la mano en el bolsillo para coger un cigarro, pero me topé con algo de tela, una tela muy suave: sus bragas. Sonreí. Me metí en el coche y empecé a conducir, mi imaginación voló exactamente hacía la cama que ________ y yo compartiríamos esa noche... y lo que íbamos a hacer... Sin pensármelo dos veces di media vuelta con el coche y me dirigí a un sexshop, entré pero no me entretuve mucho, por que con cada cosa que miraba mi imaginación volaba, me dediqué a pedir, un tanga y un sujetador comestibles, los pagué y salí.

Me lo voy a pasar muy bien hoy... comiéndome a ________.

_____Narra______(t/n)_____

Por fin acabé en la oficina... lo peor fue la reunión con Marco, odio como me come con los ojos, pareciera que fuera un dulce y él tuviera mucha hambre, lo repelo... pero al ser la jefa no me queda de otra que tratar con él... ¡Quien dice que ser jefe de algo es tenerlo todo tirado se equivoca muchísimo!

Llegué a casa... -¡por fin!- después de ducharme y ponerme algo cómodo me tiré en el sofá, encendí la tele y me puse a verla.

-Nada interesante -dije apagando la tele... como siempre. Nunca hay nada interesante en la tele, por lo menos a esta hora, que casualmente es la hora en la que puedo llegar a casa...

Encima hacía calor, llegaba el verano y era insoportable estar, para colmo, el aire acondicionado se había roto... y él técnico no llegaba nunca.

Me dirigí a la nevera.

Algo refrescante -supliqué.

En la parte de arriba... nada. Y en la de abajo, aunque había helados no me apetecía... así que me decidí por un hielo.

Cogí la cubitera, y saqué varios hielos de ella, los metí dentro de un vaso, y me senté en el taburete de la cocina.

Empecé a jugar con el primer hielo, los dedos se me congelaban al igual que los labios, pero por lo menos refrescaba, y a decir verdad me lo empezaba a pasar bien, luchando por no mojarme entera, cuando se acabó cogí el siguiente, primero sorbí el agua que se había derretido, probé a frotarme el hielo por los labios, y el agua acabo recorriéndome el cuello, rápidamente me lo sequé con la mano, hice lo mismo y me volvió a pasar lo mismo...

-¡Estate quieta! -me di tal susto, pegué tal brinco que casi me caigo del taburete. Pero por

suerte, Kendall me sujeto.

-Me asustaste imbécil -fue lo primero que le dije. well, no era una buena bienvenida, pero me

había asustado. Él me sonrió, y yo me quedé desconcertada.

-Es que te iba a secar el agua... -dijo con voz seductora, obviamente lo pensaba secar... y si él

no me hubiera asustado, ahora no se me habrían metido las gotas entre las bubis...

-Obviamente -fue mi respuesta. No se que tiene, ni como lo hace, pero tiene el poder de hacer que

mis pensamientos huyan...

-Es que... -empezó a decir, tragué saliva- si te secas... no puedo hacer esto -dijo pasando la

lengua por mis labios, mi respiración comenzó a ser entrecortada- ni esto -continuó, y pasó la

lengua por donde el agua había pasado...

-Kendall... -susurré. De repente tuve mucha más calor, mis pensamientos eran extraños, bueno, eran

eróticos: Kendall y yo en la cama... haciendo muchas cosas...

Él me dedicó una sonrisa, y cogió otro hielo del vaso, me giró y se puso frente a mí.

-Abre los labios -me dijo, la verdad no me lo pensé, entreabrí los labios, y él pasó el hielo,

y luego la lengua, de mi garganta se escapó un gemido. Él se separó y se metió el hielo en la

boca, lo tenía entre los labios, y comenzó a quitarse la ropa, la chaqueta cayó en el sofá junto

a la corbata, después la camisa los siguió y un poco más tarde los pantalones,Kendall estaba en

boxers y calcetines, me dieron ganas de reírme, se veía gracioso, pero antes de que me diera

cuenta, me comenzó a quitar la camiseta y mis pantaloncitos...

-Pero que...

-Shh -siseó- Me acabo de dar cuenta de que me encanta el hielo -dijo con una sonrisa que hizo

que mi corazón se acelerara- Ahora estamos en igualdad -añadió, refiriéndose a la ropa- Bueno

no... tu tienes algo más -y echó las manos a mi espalda para desabrocharme el sujetador- Ahora estamos igual.

Amigos con Derechos© Kendall SchmidtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora