Entre el Amor y el Poder Jikook

Dodici

El castaño se encontraba en la sala de juntas totalmente solo analizando la forma en la que los caballeros de los Min y Seok al igual que los suyos estaban ordenados. Mordió sus labios un poco al ver que él era el encargado de matar al Rey Jeon, ¿Por qué se sentía así? ¿Por qué sentía esa opresión en el pecho? Lo ignoró y una mano se apoyó en su hombro, volteó y era el Duque Seok.

—Mis caballeros deben de atacar por detrás—Indicó el rubio llevando su cabello para atrás—Es mejor.

—¿Estás seguro?

—Sé de estas cosas y créeme que todo va a salir perfectamente bien.

La puerta se abrió con fuerza, llamando la atención del Rey Park y del Duque Seok.

—¿Que haces aquí? ¿Acaso no te dije que no necesitaba tu maldita ayuda?—Dijo Jimin mirándolo con suma seriedad.

—Me necesitas—Respondió Taehyung—Te voy a ayudar.

—¿Y él quién es?—Señaló el más grande de la sala confundido.

—Es el primo del Rey Jeon—Respondió—Pero no es igual a él, Tae me ayudó bastante en cuanto a la recuperación del palacio y se lo agradezco. Pero hace unos días me trató de una forma incorrecta.

—¡Estabas apunto de matar a mi primo antes de la guerra! Tenías que esperar.

—Como sea—Rodó los ojos—¿Por donde atacarían los guardias de este tipo?—Preguntó el Rey mirando con atención el mapa.

—Podría atacar el pueblo—Señaló el rubio analizando todo.

—No, el pueblo no debe de pagar por culpa de su Rey—Susurró el castaño.

—En la guerra el pueblo saldrá afectado, no podemos impedirlo—Taehyung se acercó al mapa.

—¿Que pasaría con los niños y sus padres? ¡No podemos hacer eso!—Gritó con furia el Rey, dándole un leve golpe al mapa.

—Jimin, tranquilízate.., Aunque no ataquemos el pueblo en la guerra que iniciará pronto ellos saldrán afectados—El moreno lo tomó de los brazos.

—¡¡Yo sé más que nadie que es quedarse solo en el mundo!! ¡¡No quiero que esos pobres niños mueran o se queden solos!!—Sollozó.

—Rey, mantenga la calma por un momento—Sugirió el Duque—Haremos lo posible para que el pueblo no resulte afectado.

Jimin abrazó el cuerpo de Taehyung con fuerza mientras sollozaba ¿Como podía pasar de ser un maldito a un completo llorón? El Duque miró al moreno suspirando decepcionado y dirigió su vista al mapa.

El menor se alejó del moreno y trató de secar sus lágrimas, pero no podía.

—Te-Tengo que irme, hablemos más tarde—Y salió corriendo de la habitación, tratando de que sus sollozos no se escucharan, salió del palacio y caminó aún llorando a una pequeña puerta la cual llevaba a un lugar lleno de rosas estas extrañamente no estaban marchitas pero ¿Por qué? Si hace años no entraba aquí. Miró a su alrededor y Jungkook estaba frente a él oliendo una rosa blanca.

Se acercó lentamente al mayor con la rosa en mano, con su diestra desocupada lo tomó de la mano.

—¿Por qué lloras, mi pequeño?

—¿Acaso te importa? ¿Te importa como me siento?—Un sollozo escapó de su boca y el mayor empezó a acariciar su cabello.

—Te amo, ¿Lo sabes, no?