el capii 6 wiiiiiiiiiiiiiiii cxbvckjszxnvkj..
EXO se estaba presentando en muchos programas de música, con su nueva canción wolf, verlos en TV mientras trabajaba en el café se había vuelto rutina en estos días. Sentía una diferencia ahora, ya no sentía tan inalcanzables a ninguno de ellos, era una sensación extraña, pero se sentía bien. Sehun había dicho que en 3 días estaría libre, pero esos 3 días se convirtieron en una semana y 4 días. Después de todo yo no era tan cercana a él... solo le debía un móvil.
– Suiren, ¿estas libre saliendo del trabajo? –me pregunto Yongsuk.
– Lo siento, hoy doblo turno también.
– ¿Por qué has estado trabajando tanto? ¿Necesitas dinero? Puedo prestarte si quieres, puedes pagarme luego.
– Muchas gracias, pero creo que si aceptará tú dinero me sentiría mal, quiero pagarlo por mi cuenta, gracias por preocuparte.
– Si tienes tiempo salgamos de nuevo... ¿Estaría bien para ti?
– Claro.
– El día de tu descanso, el sábado ¿esta bien?
– Si, me parece muy bien –sonreí.
Estos últimos días había estado trabajando tanto que necesitaba tomar complejo b y vitaminas para mantenerme despierta en clases.
– ¿No te estas sobre esforzando? –me preguntó Vania cuando entre a casa por la madrugada.
– Ya llevo la tercera parte del móvil –sonreí– si trabajo dos semanas más podre pagarlo completamente.
– Te dije que te ayudaría a pagarlo, no hagas esto, en verdad luces muy cansada y pálida.
– No creo que sea justo que me ayudes con el pago, después de todo fui yo quien lo arruino.
– ¿Haces esto por qué firmo tus discos y nos trajo carne?
Reí.
– Imagina que algún integrante de block b te regale una foto personal de Zico y que te de una nota escrita de su puño y letra.
– Moriría seguramente, es emocionante con solo imaginarlo –dijo ella agitando las manos.
Después de unos minutos más de platica fuimos a la cama directamente.
La alarma sonó como todas las mañanas, pero mi cuerpo pedía a gritos descanso.
Me levante y fui a la escuela, durante el último módulo comencé a sentirme muy mal y después de tratar de llegar a enfermería no recuerdo más.
Cuando desperté estaba en casa, acostada en la cama. Pensé rápidamente en el trabajo al ver la hora.
– Tal vez debería reportarme como enferma –dije mientras veía la hora en el pequeño reloj digital que teníamos en una mesilla cerca a la cama.
– Así que eres de ese tipo de persona –dijo una voz masculina a mi espalda.
Me gire inmeditamnte.
– ¿¡Qué haces aquí!? –pregunté atónita al ver a Sehun sentado en una silla cerca a la cama.
– Tu amiga me dejo pasar, dijo que iba al súper, parecía muy sorprendida cuando abrió la puerta y me vio, ¿Tambien es exo fan?
– No diría fan, solo escucha alguna de su música, pero ese no es el punto ¿Qué haces viéndome dormir? Además, ¿Cómo sabías en que universidad estoy? ¿Qué hay de mi nombre?
– Tuve tu móvil por tres días, ¿No crees que eso es suficiente?
– Eso no explica el porque me observabas dormida hace sólo unos minutos –fruci el ceño.
– Parecía que necesitabas descansar –dijo girando su cabeza hacia la ventana.
– No, no lo necesito –dije levantandome de la cama y buscando una sudadera inmediatamente, después de todo no traía sujetador.
– Acerca del móvil....
– Ya casi, dos semanas más y ter– él me interrumpió.
– Olvidalo....
– ¿¡Qué!?
– Te dije que lo olvides, no necesito el dinero, ni otro móvil... Luhan-huyng tenía razón, sólo fui egoísta y egocéntrico.
– ¡Pero yo quiero pagarlo!
– ¿¡Qué clase de chica rara eres!? Primero no querías hacerlo ¿Y ahora si? ¡Si haces esto por Luhan-hyung olvidalo!
– Estoy de acuerdo, al principio lo hice por él, pero estoy agradecida por todo lo que hiciste ¡En verdad quiero pagarlo!
– Bien, si tanto quieres pagarlo, pagame de otra forma que no sea dinero, de todas formas no lo necesito.
– ¿De qué forma...?
Él levanto la ceja.
– ¡Pervertido! –fue lo primero que se vino a mi mente.
– ¿¡Qué!? ¿¡Pervertido dices!? ¿Crees que yo? Já, en verdad ¿Eres tonta?
Su tono de piel se volvió rojo puro.
– ¡Tú lo insinuaste!
– ¡Por supuesto que no! ¡Tú tienes una mente muy distorsionada!
Reí, más que por que fuera gracioso, por la incomodidad de la situación.
– ¿¡Y ahora ríes!? ¡Aish, en serio!
– Deja me tener un poco de orgullo –dije volviéndome sería– Acepta el poco dinero que logre recaudar.
– No quiero el dinero, comprame algo con ese dinero y tal vez lo acepte.
– Pero...
Se levanto de golpe de la silla y tomo mi celular de la mesilla.
– ¿Tienes saldo? –me preguntó.
Asentí.
Se colocó mi móvil en la oreja después de teclear algo, su móvil comenzó a sonar desde su bolsillo.
– Aquí esta mi número, si se lo pasas a alguien más estas muerta –dijo con una expresión un tanto intimidante.
– Ok –conteste.
– Y si me entero que volviste a desmayarte jamás te presentaré debidamente a Luhan-hyung.
Sonreí.
– Ok –conteste de nuevo.
– El sábado estoy libre, ¿Tu dinero alcanza para una cena en algún puesto?
– Si, si –respondí sorprendida.
– Entonces nos vemos el sábado a las 9 pm aquí –dijo antes de salir por la puerta.
Esto era ¿¡Una cita!?