Capitulo seis.

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Bien, se que para algunas esto es un jodido milagro, lose, ¡ME SIENTO PESIMA POR NO PODER SUBIR SEGUIDO! Pero la puta escuela no me deja en paz u_u asique tendran que acostumbrarse :( como sea, he visto que hay mas comentarios y mas favs y se los agradezco muchisimo <3 me alegro de que el fic tenga exito, como sea, las dejo en paz leyendo, disfruten y si quieren que les dedique un capitulo o algo, comenten y lo hare (nunca he hecho eso me siento ezpezial bue) saludos xx

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Louis se maldijo a sí mismo cuando se puso ese feo suéter azul que Harry le había dado junto con la chaqueta de cuadros que  Louis había visto antes. Era demasiado grande para él, pero Harry había dicho que, "Es la cosa más caliente que tengo ahora, así que quiero que te lo quedes," por lo que allí estaba, vistiéndose en el medio de la habitación. Harry estaba esperando afuera en el porche, Louis olía el humo del cigarrillo por la ventana. Hizo una mueca; odia a las personas que fumaba, pero no puede hacer mucho.

Louis lanzó otra mirada en el espejo, girando su cuerpo de lado a lado para ver cómo todo encaja. Los vaqueros estaban bien y el suéter horrible, chaqueta que va alrededor de su cintura. Los zapatos que en realidad parecían decentes,  pero eran demasiado grandes. Harry debe tener pies gigantescos, pensó Louis.

Suspiró mientras salía de la habitación y bajó las escaleras, tropezando un poco cuando la parte delantera de los zapatos rozó el suelo. Era un día soleado al menos, Louis cerro la puerta detrás de él cuando salió al porche. Tal como había predicho, Harry se inclinó sobre la barandilla de la misma, con un cigarrillo colgando entre sus dedos. Hizo una mueca de nuevo y decidió quedarse allí hasta que Harry había terminado, apoyado en la pared con una pequeña mueca en su rostro. La gente que conocía había dejado de fumar, así que tal vez eso explica porqué  lo odia tanto.

Vio la espalda de Harry en cambio, no lo menciono porque realmente  Harry era dueño de su vida y el decidía si fumaba o no, viendo su propio suéter que parecía un millón de veces mejor que el que entrego a Louis. Se veía delgado. Se congelaría si solo llevaba ese suéter.

Le tomó unos quince minutos a que Harry termine,  sus ojos verdes se cierran mirando a las montañas a la distancia todo el tiempo.

Harry exhalo la última calada de su cigarrillo y después lo tiro al suelo, sacudiendo la cabeza para mover los rizos de su frente. Suspiró un poco, demasiado, volviéndose a Louis. El hombre de ojos azules casi se sorprendió. No sabía que Harry sabía que el estaba allí.

"¿Listo para ir?", Preguntó Harry, ya habiendo dado la mitad del camino con solo tres pasos que conducen hasta el porche y en el césped. Louis sólo siguió unos metros detrás de él, envolviendo la chaqueta a su alrededor como una manta cuando se dio cuenta del  frío que en realidad hacia. Miró a Harry de nuevo, que entro en un pequeño cobertizo de la casa. Se quedó afuera. Él todavía no confiaba en él lo suficiente. No, es que él no confiaba en él en absoluto.

"¿No vas a tener una chaqueta encima?", Se preguntó cuando volvió fuera, a medio camino de cargar su escopeta brillante con balas. Louis casi inmediatamente sintió que iba a desmayarse. Harry le devolvió la mirada y sacudió la cabeza. Sonrió un poco.

"Nah, puedo lidiar con esto", dijo, lanzando el arma sobre su espalda. "Además, tu la tienes."

"¿Tengo qué?"

"Mi chaqueta," Harry sonrió. Louis lo miró por un momento.

&quot;Alaska&quot; (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora