Capítulo Quince.

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Se siente como si la ultima vez que hubiera actualizado fuera en 1810, pueden odiarme. Agradézcanle a la fabulosa de Melanie (meliphernelia) quien esta traduciendo 100% Alaska, vayan a darle amor y abrazos porque sin ella no podría ser esto posible (literal, porque si fuera por mi tiempo libre tendrían este capitulo en ocho años). En fin, disfruten y saludos x


¡GRACIAS POR EL APOYO! A pesar de que se tarda en actualizar y eso, ver como el fic se hace cada vez mas querible por ustedes es todo un orgullo, porque desde el principio el plan era ese, hacer conocida esta maravillosa obra^^

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Fue el cinco de enero, cuando Harry le dijo a Louis que quería mostrarle algo muy especial. Louis había parpadeado, sentado en el alféizar de la ventana de su dormitorio, mientras que el chico de cabello rizado aparecía en la puerta, con una gran sonrisa en sus labios. Sus mejillas estaban un poco de color de rosa y sus manos estaban pálidas, Louis se dio cuenta, sin embargo, actuó como si no supiera lo que estaba pasando a pesar de que le había visto correr dentro y fuera de la casa muchas veces.

"¿Qué estás haciendo?" Louis había preguntado con una inclinación de la cabeza, deslizándose hacia el suelo y quedándose allí, recostado contra el alféizar. Harry se rió y fue hacia él, envolviendo los dedos alrededor de su muñeca y empezó a conducirlo fuera de la habitación. Louis simplemente había tropezado y cooperado cuando el rizado le había dicho que se pusiera un par de zapatos. Esa es la forma en que terminaron ahí, Louis yendo hacia la casa del árbol que estaba a pocos metros del suelo. Se volvió hacia Harry quien estaba atando Mácula y Superbia a un árbol. "¿Una casa del árbol?", Dijo. "¿De Verdad?"

"Sí, la construí hace unos años. Es vieja, pero puede sostener fácilmente a algunas personas ".

"¿Cómo lo sabes si has estado solo y nunca has tenido a alguien allá arriba?"

"Cierto. Supongo que tendremos que esperar lo mejor". Louis puso mala cara, pero permitió dejarse embaucar, viendo cuando Harry lo soltó y comenzaba a subir las tablas muy gastadas que había clavado en el madero, para tragar grueso cuando pronto había desaparecido en la casa. Hizo lo mismo con las manos y las piernas temblorosas y se detuvo a mitad de camino, mirando hacia el suelo.

"No mires hacia abajo, cariño" Harry zumbó por encima de él. Louis levantó la vista y miró la mano que el rizado le había extendido, mordisqueando más o menos su labio inferior y rápidamente la tomó.

"No puedo evitarlo", respondió mientras consiguió subir. Se arrastró por el suelo, sentándose al lado de Harry con un pequeño resoplido.

"Pudiste haber caído" Harry rió. "Tienes suerte de que te haya dado la mano"

"Supongo que sí" Louis se encogió de hombros y luego, con la mejilla apoyada en su mano empezó a mirar alrededor de la habitación bastante pequeña, inspeccionando las fotografías y dibujos que fueron colocados en las paredes. Todos los dibujos fueron firmados por el propio Harry, algunos mejores que otros. "¿Cómo es que nunca me dijiste de este lugar?"

"Nunca has preguntado."

Louis rodó los ojos. "Sin embargo, me has traído aquí".

"¿No debería ser así?"

"Yo no pedí exactamente venir aquí", se rió entre dientes y se volvió, sentándose en el piso de madera de modo que estaba sobre sus rodillas, el borde de su chaqueta plegado contra el suelo. Se mordió el labio. "¿Así que supongo que estoy aquí por una razón?"

"Alaska" (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora