Marionetts VS Voldemort

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La mansión de los Riddle se encontraba con su singular y única escena tenebrosa, al parecer la naturaleza no favorecía a los malvados ya que el cielo todo el tiempo se encontraba bastante nublado, Voldemort se encontraba ahora mas desesperado que nunca pero esta vez no por Potter sino por la noticia de aquel ataque de las misteriosas jovencitas, por mas que sacaba conclusiones volvía a llegar al mismo punto de partida.

En ese momento se abrió la puerta abruptamente, Bellatrix y Greyback estaban realmente alarmados por algo que estaba sucediendo en ese momento.

-Mi lord, creo que debe usted ver esto- Comentaba preocupado Greyback que lucía algo asustado y temeroso cosa que no era normal en un hombre lobo acostumbrado a siempre ser el victimario.

-Están aquí mi señor, hemos hecho una barricada con los nuestros por los que nos comentaron Stone y Bulldog esas malditas son realmente peligrosas- Indicaba Bellatrix con la esperanza de que su lord interviniera.

-Entonces están aquí esas malditas, claro que iremos enseguida debo de acabar yo mismo con esto de una buena vez y librarme de aquellos estorbos- Indicaba seriamente el hombre con la piel de serpiente.

Los tres se dirigieron a la entrada de la mansión presurosos, ya que le habían comentado que seis mortifagos estaban haciendo guardia en la entrada de la finca para que no intentaran entrar. Al dirigirse a la salida los encapuchados se encontraban haciendo una línea recta pero no se movían, esperaban a que aquellas cuatro uniformadas dieran el primer paso para mostrar prudencia y estudiar algunos de sus movimientos. Tom se dirigió al frente de sus seguidores para ver a las cuatro chicas de frente que continuaban sin moverse, se encontraban la chica de cabello negro violeta y ojos color zafiro, también la morena con ojos color ámbar, otra con cabello rizado y ojos verdes y la ultima era nada mas y nada menos que Rebecca Smith una de las chicas desaparecidas.

-Como es que se atreven a siquiera pisar esta mansión sin ser invitadas?- Indicaba altivamente Voldemort que decidió dar el primer paso respecto a las cuatro chicas.

-Ahora díganme mis queridas intrusas, quien rayos son ustedes y que es lo que quieren?- Inquiría seriamente Tom esperando a que se le respondiera al instante, pero pudo observar que las uniformadas veían hacia la nada lo que lo orillo a pensar que había alguien mas controlándolas.

-Así han estado desde que llegaron mi Lord, ya les hemos preguntado varias veces pero no han respondido, creo que lo estaban esperando precisamente a usted- Indicaba uno de los mortifagos de la orilla de la fila.

-No me importa a que hayan venido mis hermosas intrusas, lo que si les diré es que no volverán con su amo por que en este instante las mataremos, pero si piden misericordia las torturaremos de la manera menos dolorosa- Comentaba Voldemort haciendo que sus seguidores rieran por aquel ultimo comentario.

-Malditas perras, se arrepentirán de haberse metido con los seguidores del gran señor tenebroso- Comentaba Bellatrix quien se reía como loca haciendo que sus compañeros hicieran lo mismo.

Las chicas no se movían, parecían robots o perros falderos esperando la primera instrucción para atacar, solo sostenían aquellas varitas transparentes que habían servido en ocasiones para causar daños severos a sus oponentes, mantenían una formación bastante sincronizada, a decir verdad se veían realmente hermosas lucían como muñecas con aquellos brillantes e inexpresivos ojos pero lo que tenían de lindas lo tenían de letales y mortíferas.

-Bulldog, Stone, Greyback, Goyle, maten a estas intrusas pero sus cuerpos déjenlos intactos para conservarlos como trofeo- Ordenaba altivamente Voldemort cruzando sus brazos para observar la escena tranquilamente, era obvio que no deseaba ensuciarse las manos con aquellas chicas.

Si me amas... No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora